Noche de terror y mañana de perro

El fin de semana fue un adelanto de lo que podría ser el verano colonense 2004 si no se toman medidas. Canastos rotos, trifulcas, pelea con vecinos y la tragedia que “araña” la ciudad.

La noche colonense se ha convertido a través de los años, en una aventura difícil de disfrutar para muchos jóvenes y un martirio para la mayoría de los vecinos que quieren descansar. El domingo de madrugada, habría sucedido una feroz pelea en calle 47 y 20. Los adolescentes ( otros no tanto), se enfrentaron aproximadamente a las cuatro de la mañana. En el medio de la trifulca un joven cayó al suelo y fue violentamente golpeado por sus contrincantes, hasta dejarlo semiin-consciente y con la cara sangrante.

Según se supo, la puerta de una heladería en 47 y 20, sufrió la rotura de la puerta de vidrio. El incidente podría haber sido resultado de la pelea.

Por otro lado, un grupo de menores que circulaba por calle 23 entre 45 y 48, habrían protagonizado una serie de incidentes, entre ellos discusión con algunos vecinos que se “levantaron” a recriminarles su actitud.

Los adolescentes en su regreso de lugares de expansión nocturna y visiblemente alcoholizados, habrían dañado canastos de basura y desparramado la basura de las bolsas.

En el mismo sentido, varios menores fueron detenidos cuando rompían las bolsas de basura en cercanías de calle 42 y 13. Los adolescentes fueron luego entregados a sus padres.

La otra problemática a abordar son las picadas que se vienen realizando en diversos puntos de la ciudad. Los “chicos” toman como pista de entretenimiento varias calles entre ellas la avenida Eva Perón y el Boulevard “las Palmeras”.

Las cosas que suceden son increíbles. Un auto Renault 12 -se ignora los motivos- se estrelló contra la “protección” de una vivienda en calle 11 y 42, causando serios destrozos y un perjuicio económico considerable.

La noche en nuestra ciudad se ha convertido en una aventura selvática donde reina el más fuerte y “pesado”. Las autoridades municipales deberán estudiar la situación, debido a que lo acontecido este fin de semana, donde se concentraron muchos jóvenes por la temperatura favorable y por ser el día de la madre, es solo un “adelanto” del verano colonense 2004.

Mañana de perro

Siendo las 10.30 del domingo, un menor de 16 años causó serios destrozos en viviendas y una camioneta estacionada en calle 12 entre 45 y 46. El adolescente fue detenido por la policía y puesto a disposición del juez de menores Eduardo Timoteo Martín.

Trascendió que el agresor tendría otras causas judiciales de la misma características. Según relataron los vecinos afectados, desde hora temprana una barra de muchachones se “estacionó” a tomar bebidas alcohólicas en una esquina cercana.

El menor agresor salió de la casa de su novia, ya fuera de sí y bajos los efectos del alcohol y posiblemente de sustancias prohibidas, comenzó a arremeter contra todo lo que se encontraba a su paso. En el tumulto arrojó a un perro por el aire, la segunda víctima fue una Ford F 100, modelo 1983, color roja, propiedad de Diego Traficante. La camioneta estaba estacionada frente a la vivienda y sufrió la rotura de parabrisas por efecto de un ladrillazo. El paso siguiente fue la vivienda de José Carús.

El enfurecido menor, con varias piedras que previamente arrancó de la vereda, rompió los vidrios de la puerta del garage. Los daños alcanzaron al interior de un dormitorio, quedando diseminadas por el suelo algunas estatuillas que estaban en una especie de ropero. Por último, el agresor se dirigió a la casa de Claudia Orive y con un objeto contundente rompió los vidrios de la puerta del garage.

Los vecinos afectados de calle 12 entre 45 y 46, no salían de su asombro debido a que el detenido se domicilia lejos del lugar. También contaron a cronista de Colón Doce que el adolescente repetía: “Yo rompo y mi papá va a pagar”.