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16/10/2003 |
Robo en zona rural Picanean y golpean a una mujer Una comerciante de 76 años y dos de sus proveedores fueron salvajemente golpeados y picaneados por un trío de delincuentes que llegó a la casa de la mujer, en la zona rural de Bigand, y robó dinero, prendas de vestir y electrodomésticos. |
El caso tuvo las mismas características que el golpe dado por otra banda en perjuicio de un productor agropecuario de Chabás el pasado mes de agosto , como entonces y en otros atracos en pueblos de la zona, los maleantes volvieron a huir a bordo de un Fiat 125 de color rojo. Poco antes de las 20 del martes, Delia Porfiri viuda de Cossio se encontraba en su chalet de las afueras de Bigand, a unos 2 kilómetros del cruce de las rutas 14 y 18. Estaba en el lavadero y esperando la llegada de dos proveedores que debían llevarle unos cueros que había encargado para comercializar. Entonces fue sorprendida por tres hombres, de entre 20 y 30 años, que ingresaron a la vivienda encapuchados y portando armas. »Vieja, dame la plata», fue la orden de uno de los maleantes mientras amarraba a Delia fuertemente de un brazo. La mujer sólo atinó a responder que sus ahorros estaban en un banco y que sólo contaba con algunos pesos en su monedero. Por eso, suplicó a los delincuentes que no la maltrataran y les ofreció llevarse todo. Así las cosas, mientras uno de los integrantes del trío encañonó con su pistola a la mujer, propietaria de una tienda, la empujó al piso de la cocina y empezó a golpearla salvajemente, los otros dos dieron vuelta la casa en busca del botín. En esas circunstancias llegaron al lugar Gabriel Fidecciche, de 29 años, y José Balverdi, de 48, quienes llevaban a Delia los cueros encargados. Rápidamente fueron reducidos por los maleantes, que los encerraron a un dormitorio y les ataron las manos a la espalda con cables. Al revolver la vivienda los ladrones encontraron 600 pesos y no conformes con ello también se alzaron con prendas de vestir, frazadas, un televisor y otros electrodomésticos que cargaron en un Fiat 125 de color rojo en el que se movilizaban. Antes de retirarse, tras una hora de malos tratos, los delincuentes arrojaron agua sobre sus víctimas y con el cable pelado de un velador los picanearon para exigirles la entrega de más dinero. Una vez que se convencieron de que no había un peso más en el lugar, abandonaron a Delia y a sus proveedores y huyeron con rumbo desconocido. En tanto, fuentes policiales confiaron que Delia había sufrido politraumatismos en todo el cuerpo además de un corte en el cuero cabelludo, Fidecciche presentaba golpes en sus extremidades y Balverdi un fuerte traumatismo en el tórax. |