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09/10/2003 |
Las acusaciones El «Canario» Paolini nuevamente en la picota El oficial de la policía con excelentes contactos con su par santafesina, nuevamente fue acusado por supuestas torturas contra un detenido. En Colón se lo consideraba un hombre de acción y los delincuentes le tenían miedo. |
Miguel Angel Paolini le gusta trabajar de civil y su mejor perfil es cuando debe realizar tareas de inteligencia. Además sus pares lo respetan por su arrojo cuando debe enfrentar a delincuentes “pesados”. En Colón estuvo siguiendo a Jorge Rivas durante muchas jornadas, fotografió la casa que utilizaba de aguantadero y cuando llegó el helicóptero se puso en primera línea para ingresar a la vivienda. Un ruido extraño lo puso en alerta y se preparó a disparar la 9 milímetros que tenía con sus dos manos. (Luego se supo que el ruido se produjo cuando Rivas destrozó su teléfono celular). El pirata del asfalto se entregó sin disparar un proyectil. En ese momento Paolini bajó el arma y le dijo casi murmurando “ te salvaste por un pelo, si salías tirando te acribillábamos”. El tiempo pasó y los roles parecen ir cambiando para Miguel Paolini, ahora en el marco de una causa que investiga el fiscal Juan Andrés Gracia, se produjo la detención de tres efectivos policiales pertenecientes al Comando de Patrulla, acusados por el fiscal de falsificación de instrumento público, apremios ilegales, falso testimonio y violación de los deberes de funcionario público, aunque el juez de Garantías, Emil Jalil, habría cambiado la figura de apremios ilegales por los de tortura, lo que constituiría, en caso de probarse, un delito mucho más grave. Los efectivos aprehendidos son el oficial inspector Miguel Angel Paolini -jefe del servicio de calle del Comando de Patrulla- y los suboficiales Juan Machuca y Duilio Patrone. Cabe recordar que en el marco de esta causa, el fiscal Gracia denunció amenazas , las que recibió en forma telefónica en su domicilio. El representante del Ministerio Público Fiscal vinculó esas amenazas al menos a uno de estos policías, puesto que el mensaje intimidatorio le pedía que «la cortara» con determinado efectivo (por Paolini) porque de lo contrario tendría problemas. Los delincuentes Ambos, con frondosos antecedentes y que ya habrían recuperado la libertad, fueron detenidos el último 22 de septiembre, en un sector del barrio Otero. En un rápido accionar, personal policial llegó al lugar y logró arrestarlos, secuestrando una escopeta recortada con la cual los sujetos estarían planeando llevar a cabo un ilícito en un domicilio particular. Y aquí aparece el primer interrogante porque aunque en el acta de procedimiento figuran los nombres de los suboficiales Machuca y Patrone, no está mencionado Paolini. Aunque nadie lo admita públicamente, la Policía consideraría que la causa tiene «no muchos puntos claros». Además, según los trascendidos, «no habría que olvidarse que Paolini, con policías del Comando, viene desbaratando una banda de piratas del asfalto por año, investigando de manera silenciosa y logrando resultados altamente positivos, que están a la vista de todos». La última de ellas fue el esclarecimiento y desbaratamiento de la banda con amplias conexiones en la región y Rosario. La Fiscalía General habría recibido un escrito con conceptos contundentes de parte de los policías acusados y que involucraría a funcionarios judiciales en algún tipo de conexión con personas que estarían siendo investigadas. Los trascendidos señalaban que «con el eficaz accionar de Paolini y el Comando se podrían haber tocado algunos intereses con el fin de sacarlo del medio, para que no esté más en el camino». La última causa de piratas del asfalto que estuvo coordinando Paolini en Colón y en la que tenía la responsabilidad de dar la orden de allanamientos en forma simultánea tuvo una gran trascendencia. Los policías que actuaban y salían de las comisarías no sabían a donde iban por temor a “filtraciones”. La banda descubierta tenía amplias conexiones en Pergamino, Rojas, Rosario, el conurbano bonaerense y Colón. En relación a esta causa en nuestra ciudad hubo procedimientos en 52 y 13, en una vivienda cercana al cementerio municipal y en una casa cercana al paraje Lucy. Miguel Angel Paolini, además tiene otras graves acusaciones. En el juicio que se llevó adelante en la Cámara Federal de Rosario por el copamiento del Banco Nación de Villa Ramallo, dio un vuelco fundamental cuando el imputado Carlos Martínez reveló finalmente los nombres de dos policías que habrían entregado el atraco: dijo que el oficial del Comando de Patrullas de San Nicolás, oficial “Miguel “Canario” Paolini, y el comisario Juan Carlos Maldonado aportaron a la banda un handy conectado a la frecuencia de la fuerza y el plano del Banco. También reveló que el arma secuestrada al asaltante Martín Saldaña, un revólver 11.25, no es la que empuño en las tensas 20 horas de negociaciones. Dijo que a ese revólver lo había suministrado Maldonado. Recordar que Saldaña apareció ahorcado y con un golpe en la cabeza en la celda adonde lo condujeron agentes del Comando. Por otro lado, el acusado de aportar teléfonos celulares a la banda, Norberto Céspedes confirmó los dicho por Maldonado. En defensa de las acusaciones vertidas por los dos delincuentes, Paolini señaló que era imposible que oficiara de entregador en Ramallo, porque al producirse la famosa masacre, el 15 de septiembre de 1999, el estaba cumpliendo funciones en el recordado piquete sobre la zona del Triángulo que realizaron los camioneros de Colón y Federación Agraria. La denuncia contra Paolini no es la única que está en el Juzgado de San Nicolás. En octubre de 2000, un colonense acusado de comercialización de estupefacientes, bajo identidad reservada denunció a cuatro policías que podrían facilitar la comercialización de cocaína en nuestra ciudad. Uno de esos policías según dijo el testigo de identidad reservada era el ahora acusado por ser el ideólogo de la masacre de Ramallo. La denuncia presentada contra Paolini lleva el número de resolución 124/02, cuya copia se encuentra glosadas en folio 566 de la causa judicial, se procedió a acumular en autos un testigo de identidad reservada que formuló una denuncia contra un ciudadano colonense. . Juan Carlos Marchione Robles en su denuncia como testigo de identidad reservada y luego ratificada señaló “ que una vez que el denunciado le proveyó de estupefacientes en el lugar se encontraban cuatro policías”. Marchione Robles dio los nombres y uno de ellos según la declaración sería Paolini. El “pasaje” a Pergamino se lo ganó en un recordado hecho. Por aquellos días en Colón había un delincuente que asaltó varios comercios . Paolini estaba tras sus pasos y una noche se cruzó con una persona de similares características físicas cerca de la iglesia San Cayetano y hasta llevaba el mismo gorro negro con el escudo del club Boca Juniors. El detenido fue Mario Acosta un empleado del supermercado Supercerca de calle 22 entre 47 y 48. Paolini lo golpeó con un cachetazo y le perforó un tímpano. Acosta había salido de trabajar y no tenía nada que ver con los ilícitos investigados. El Foro de Seguridad a regañadientes le pidió el pase por la presión ejercida por los Concejales de la Alianza. Policías Miguel Paolini pertenece a una familia de policías con excelente conceptos dentro de la fuerza bonaerense. Dante, su hermano fue protagonista de un recordado suceso en San Carlos de Bariloche. En esa localidad estaba de vacaciones y almorzaba con su familia en un restaurant. Al lugar ingresaron dos delincuentes y quisieron asaltar el comercio. El policía les dio la voz de alto y se resistió a tiros, siendo gravemente herido. |