Por futura apertura de supermercado

El Centro de Comerciantes no quiere la apertura de supermercado con nombre de fantasía “Muralla china”. Indica que apelará a las normas que existen en la Municipalidad.

En Colón el próximo 20 de octubre va a inaugurar un supermercado cuyo capital es de origen chino. El mismo está ubicado en calle 16 entre 53 y 54. Los rumores circulantes son que otra familia de la misma nacionalidad habría adquirido la llave de otro local comercial del rubro supermercadista y que está ubicado en calle 46.

Según las versiones, por el primer local, la empresa entrante, pagaría 700 dólares de alquiler y por el segundo comercio alrededor de 1000 dólares.

Ante esta situación la Cámara de Comercio de Colón, pidió desde hace dos meses que:

* Las habilitaciones comerciales deberían anularse cuando se cierra un comercio. El requerimiento apuntaría a que los supermercados que tengan problemas económicos ( concurso, etc) no puedan vender la llave del local.

* Además la Cámara pide que el Concejo Deliberante estudie una legislación de regulación de estos comercios a nivel local.

* Por otra parte, piden la plena vigencia de la Ordenanza Nº 2249: la misma prorroga las siguientes: 2193, 2162 y 2133, la cual declara la emergencia del sector comercial minorista y mayorista del Partido de Colón y se suspende por 180 días todo trámite de habilitación en la categoría de supermercados y cadenas de distribución de venta mayorista y minorista.

Economías

La Cámara de Comercio argumenta que como fin supremo se debe defender las economías regionales, preservar los niveles de empleo que genera el comercio minorista y evitar las distorsiones económicas en ciudades como la nuestra.

En Colón –señalan- puntualmente a raíz de otras radicaciones de establecimientos comerciales del rubro alimentos, ( Supermas, Delta) el normal desenvolvimiento de la actividad económica local quedó amenazada en más de una oportunidad y quedó el “tendal” de comercios que no pudieron sobreponerse y debieron , pese a su deseo, cerrar sus puertas, con el consecuente desencadenante social y que actualmente se sufre todavía a pesar del tiempo pasado.

En San Pedro y otras ciudades esta pasando un caso similar a Colón.
El ejemplo más emblemático son las 50 bocas de expendio que tiene San Cayetano –entre ellos Junín, Pergamino, San Pedro-. En este sentido, existen distintas empresas de capital nacional y extranjero que ofrecen quedarse con los locales. La empresa San Cayetano está concursada.

Los locales están en manos de la Sindicatura. El primer objetivo podría ser la apertura de un supermercado o tantos como locales se obtengan, aprovechando «la llave» comercial que a pesar del tiempo que llevan cerrados aún mantienen en ese aspecto una empresa internacional propietaria de cadena, se habría adelantado y en aquellos sitios en los que no están con sus cadenas, abren.
En San Pedro el caso tomó ribetes de polémica.

Una novedad probablemente no considerada por los empresarios que quieren comprar o ya compraron el local sampedrino de San Cayetano junto a otros 49 más, es que la habilitación que por la vía de una excepción a la Ordenanza San Pedro 2.000 se les había extendido en 1995 «se cayó» ante las deudas pendientes y la inspección que periódicamente realiza la gente de «comercio» de la Municipalidad.

Esto complicaría mucho las cosas, porque la legislación local cambió mucho en los últimos años, especialmente a partir del intento de La Anónima de instalarse en San Pedro.

Los metros cuadrados de límite que se exigen para habilitar un supermercado en la zona urbana son menores que los que tiene San Cayetano y además hay otros requisitos a los que debería ajustarse y que no estaba cumpliendo por la protección de la excepción y las ordenanzas vigentes al momento de abrir.

Como ocurrió con Coto cuando pidió que le respetaran la vieja habilitación de Supermás sin conseguir respuestas, ocurriría con San Cayetano si se debe tramitar una excepción para poder obtener una nueva habilitación.

El debate queda planteado entre lo importante de una inversión en San Pedro y la creación de nuevas fuentes de trabajo, o la preservación de los pequeños y medianos comercios protegidos por las ordenanzas creadas hace poco para evitar la competencia de las grandes cadenas.

Las negociaciones siguen pero los inversores ya saben que además de un frente judicial delicado, tendrán que enfrentar otro dentro de cada ciudad donde deseen reabrir las puertas de un supermercado.