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09/10/2003 |
Cayó jefe de una banda Sobornaba a camioneros infieles Se trata de unos de los narcotraficantes más grandes que tuvo la provincia de Santa Fe. El tristemente célebre delincuente cambió de rubro. Actuaba en las rutas que une Hughes, Venado Tuerto, y Melincué con Rosario |
El desvió de carga por parte de camioneros infieles y que luego se presentaban en comisarías de la región para denunciar que habían sido asaltados por piratas del asfalto se hizo una modalidad cada vez más habitual (sobre todo en el sur de Santa Fe). El procedimiento delictual no estuvo ausente de Colón en el 2002. Se supo que el año pasado por lo menos hubo dos camiones desviados con importante carga de granos hacia nuestra ciudad. El chofer fue seguido por la policía y detenido cuando quería iniciar la correspondiente denuncia en un pueblo santafesino. La investigación comenzó hace varios meses, pero se aceleró, cuando el camionero Sergio Moreno de Venado Tuerto transportaba una importante carga de granos hacia Puerto San Martín, y denunció en un puesto policial que un Fiat Duna Blanco lo venía asediando para seguramente asaltarlo. Según se supo, los supuestos piratas del asfalto se habían equivocado de camión. La policía los persiguió y los detuvo en cercanías de la ciudad de Roldán. Los mismos contaron como llevaban adelante el procedimiento. Según la declaración de los cacos, el jefe de la banda identificado como Jorge Halford, “buscaba” camioneros infieles que por una suma fija de dinero que oscilaba entre los dos mil y tres mil pesos, “entregaban” la carga a los supuestos “piratas del asfalto”. El empleado del transporte esperaba un tiempo prudencial y luego se presentaba a realizar la correspondiente denuncia policial. La trama delictiva se completaba cuando Halford entregaba en pago entre tres a cuatro mil pesos a los “piratas del asfalto” de utilería, por dejarle el camión a los que ingresaban la mercadería al circuito comercial (combustibles, harina, soja, etc). El sistema de tarifas parecía funcionar, pero la impericia de los malvivientes y su poca profesionalidad los traicionó. Los cacos se habrían equivocado varias veces de camioneros. Los transportistas denunciaban que individuos desconocidos y que se manejaban en auto le hacían extrañas señas, seguramente con el fin de asaltarlos. La policía detuvo a los delincuentes dos veces y esto le sirvió para que se abrieran sendas causas judiciales y el comienzo de una importante investigación. Los dos detenidos eran ex camioneros que habían quedado desocupados. Los reducidores En el ramo combustibles Salford entregaba la carga a una estación de servicio de Firmat. El Jefe El jefe de la organización que actuaba en nuestra zona esta identificado como Jorge Halford. Según se indicó ese hombre de apariencia campechana era la cabeza del mayor cartel de la droga santafesina. El entramado abarcaba varios rubros comerciales para “lavar” la ganancia millonaria que le reportaba el negocio. La policía consiguió además demostrar con la ayuda del Grupo Anticuatrerismo de Santa Fe que el dinero de la droga se “lavaba” comprando y vendiendo hacienda que luego era faenada en frigoríficos y mataderos en muchos casos en negro. También la organización compraba y vendía autos y casas. Salford fue juzgado y condenado a 15 años de prisión. Algunos indican que siempre siguió manejando negocios detrás de las rejas. Lo cierto es que el condenado se evadió seis años después. El escándalo desatado fue muy grande. La investigación llevada adelante comprobó que el caco habría comprado a guardias de la Unidad Penal Nº 3 que finalmente fueron dados de baja. Las crónicas policiales indican que los delincuentes más pesado siempre “caen” cuando van detrás de una pollera. El caso de Salford no fue la excepción. A los pocos meses de fugarse, los trabajos de inteligencia señalaron que tenía una pequeña hija y que los domingos concurría a una placita a las afueras de Rosario para poder verla y jugar con ella. En ese lugar varios policías “hicieron” el aguante vestidos de civil, finalmente lograron atraparlo. Los memoriosos señalaron que el otrora jefe del Cartel más poderoso de Santa Fe se entregó mansamente y hasta se despidió de su hija con un beso. En el año 2002 recuperó la libertad por buena conducta. En esta instancia otro sentencia se cumplió. El dicho de viejos policías de “la cabra siempre tira al monte”, Salford lo llevó a cabo. Ahora la vieja celda lo espera para cumplir su condena. |