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11/09/2003 |
Los perros de la calle Reclamo de una política eficaz El gobierno municipal no puede solucionar el problema de los perros que cuesta decenas de miles de pesos al año. En el país la falta de soluciones lleva que reaparezcan viejos fantasmas. |
En estos momentos el mayor reclamo de nuestros lectores es una solución integral a los perros sueltos en la calle. En Colón existen aproximadamente 6000 perros, pero hasta el momento el gobierno municipal solo dio analgésicos a un cáncer que crece. La ausencia de una política de educación eficaz y la incapacidad de la búsqueda de soluciones definitivas, hacen que la comuna gaste mensualmente miles de pesos dilapidando recursos esenciales. En otro sentido, los accidentes ocurridos por la presencia de perros en la calle (el último una mujer fracturada), cuesta al Municipio atención médica, y a la víctima –entre otras cosas- horas caídas de trabajo, gastos en medicamentos, etc. Por otro lado, es sabido que existen setenta zoonosis (enfermedades de los perros que se transmiten al hombre) y que cuestan decenas de miles de pesos al sistema de salud en Colón. La problemática es grave y en el orden local no existen estadísticas ciertas, para determinar el grado de incidencia de las parasitosis en chicos y adultos que tienen los areneros y paseos públicos contaminados por el orín y la materia fecal de los perros (con o sin dueños) que deambulan por las calles de la ciudad. Cabe destacar que existen cientos de ejemplos de lo que decimos y pasamos a enumerar algunas de las enfermedades que los perros pueden transmitir al hombre si no están atendidos por un profesional veterinario. Una de ellas es la salmonelosis El contagio al hombre puede producirse a través de agua o comida contaminada más frecuentemente que por el contacto con heces de animales de compañía infectados, pero existe el riesgo de contraer cepas de Salmonella resistentes a antibióticos, debido a la administración frecuente de antimicrobianos a los animales. Los síntomas son conocidos: fiebre, nauseas, vómitos, dolor abdominal, diarrea, deshidratación, etc. Urge inmediatamente un tratamiento veterinario para la mascota, y médico para el propietario. La tiña del cuero cabelludo es más frecuente entre los 4 a los 11 años de edad y tiene una incidencia más alta entre los varones. Se inicia con una pequeña pápula, los cabellos se vuelven quebradizos, y la infección se extiende en forma periférica, dejando placas esca-mosas de calvicie. Puede extenderse a la cara. También son peligrosas las Parasitosis producidas por Ne-matodos de los Géneros Ascaris ,Toxascaris, Toxacara que pueden encontrarse en el intestino, hígado, pulmón, etc de perros y gatos. La transmisión es directa de animal a animal o de animal a hombre o a través del suelo, agua, verduras, u objetos donde existan huevos del parásito o por vectores pasivos. En el hombre afecta más a los niños con una tasa de infestación y carga parasitaria mayor. Tanto en el hombre como en los animales la fase inicial se caracteriza por sintomatología respiratoria y corresponde al daño que producen las larvas en su migración pulmonar: fiebre, disnea, tos espasmódica, etc. También existe fase intestinal y se producen cólicos, diarrea, vómitos, a veces de parásitos, llegando a la obstrucción intestinal. El síntoma más prominente es el prurito intenso, especialmente durante la noche, cuando el paciente se rasca, se originan nuevos focos de sarna y, a menudo infecciones purulentas. Puede haber sensibilización alérgica. La prevención es no dar nunca de comer al perro o gato vísceras crudas, los quistes hidatídicos se destruyen en la cocción. Lavar abundantemente con agua con unas gotas de hipoclorito de sodio las verduras de consumo en crudo, pues pueden ser portadoras de huevos. La vuelta de los fantasmas La falta de una política de educación en la población hacen que vuelvan viejos fantasmas como la rabia canina transmisible al hombre. En Colón, según el Centro de Zoonosis de Avellaneda, el último caso que ocurrió de rabia fue en l97 Según el director del Pasteur los casos se dieron por “la falta de vacunación preventiva y del inadecuado control de animales sueltos en las calles”. Cabe recordar que el descontrol en la población canina llevó en los años setenta a centenares de casos en los perros y a la pérdida de tres vidas humanas.
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