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28/08/2003 |
Problema regional La laguna de Quirno desbordada Los productores se quejan. El espejo de agua crece jornada tras jornada sin que existan lluvias. La zona norte de nuestro partido podría estar perjudicada en poco tiempo más. |
La excesiva lluvia de los últimos cuatro años y el agua proveniente de canales clandestinos están provocando un crecimiento de la laguna Quirno de 6 a 7 centímetros diarios «sin que llueva», según aseguran los productores de la zona. Los colonos del sur santafesino, manifestaron su preocupación y bronca respecto de esta situación que, aseguran, ya ha anegado unas 10 mil hectáreas. La laguna Quirno es una cuenca cerrada ubicada en el límite entre Villa Cañás y Elortondo. Como tantos espejos de agua de la región, no sólo viene experimentando un crecimiento desmedido por cuestiones climáticas sino también por el agua que la mano del hombre saca de algunos campos para que terminen inundando otros. Para llegar a la laguna Quirno (conocida en la zona como la laguna Rovea) el agua recorre entre cuatro y cinco kilómetros. Los productores indican que «Usando el sentido común vemos que hay seis o siete canales que fluyen hacia esta laguna y a simple vista se ve cómo están drenando hacia acá». Jorge Brahim un productor de la zona argumentó que destinaba la parte más alta del campo a la agricultura y en la más baja mantenía entre 600 y 700 cabezas de ganado. «Estamos sacando los corrales para irnos del campo, porque el agua ya me llegó a la casa», dijo. Originalmente, la laguna tenía unas 150 hectáreas, con una isla de 50 hectáreas en el centro. Ni siquiera pescadores El avance de las aguas obligó a los productores a cambiar de explotación: tuvieron que dejar la agricultura y la ganadería para convertirse en pescadores. Sin embargo, actualmente el crecimiento de la laguna es tan importante que impide desempeñar esa actividad, ya que los pejerreyes sembrados se desparraman de tal modo que los kilos que se sacan por día no alcanzan para solventar los gastos. »Además cayó el precio del pescado, antes se vendía igual que el kilo de novillo y ahora lo pagan la mitad», dijo otro productor también afectado por la inundación, Luis Enrique Rovea. Entre 1997 y 1998 las hectáreas ocupadas por el agua se duplicaron, y a medida que transcurren los días el escenario se va modificando. «Hace dos años, cuando nos tuvimos que abocar a la pesca, la laguna tenía menos de 3.500 hectáreas y ahora supera las 7.000», dijo Montanari. El productor rural Montanari explotaba 150 hectáreas de agricultura y otras 400 las destinaba a hacienda. En 1999, cuando su campo comenzó a inundarse tuvo que retirar los animales de un día para el otro y alquilo la propiedad de Rovea. «Nosotros vivíamos del campo -recuerda éste consternado- porque en esas tierras teníamos 500 vacas madres y cuando nacían sus terneros había mil animales». Además, como la laguna crecía en primavera y otoño pero bajaba en verano, se destinaban 60 hectáreas a la agricultura. Con la apertura de los canales esa realidad cambió, ahora la laguna tiene siete metros de profundidad. De ese campo sólo quedan cuatro hectáreas adonde están trasladando un camping que le permitía a Rovea «un pequeño ingreso». La casa tiene ahora casi un metro de agua en su interior. |