Un tratamiento integral y preventivo

Fuga de hogar, patotas, delitos, violencia. Son solo síntomas de una sociedad enferma que deja su futuro hipotecado.

Falta de diálogo con sus padres, maltratos físicos, abusos sexuales, celos con otros integrantes de la familia, noviazgos no aceptados por el entorno y deseos de aventura que denotan búsqueda de independencia aparecen como las causales más comunes que llevan a los adolescentes, especialmente entre los 12 y 18 años, a abandonar su hogar. En Colón existen cada año fugas de hogar de estas características.

El caso

El último caso fue la huida de una menor de 15 años de la Casa del Niño. El hecho nos debe hacer reflexionar profundamente por el marco en el que ocurrió y donde no queda excluida la psicosis por las próximas elecciones.

Como se recordará, luego que la adolescente partiera con un chico de 16 años la ciudad se convulsionó. Cuando la joven fue ubicada y regresada a la Casa del Niño, se la reinsertó con los otros hermanos de 3, 6 y 12 años.

El pequeño núcleo fraternal fue castigado. Los chicos- sobre todo la de 15 años- se percataron que el castigo era un traslado a un Centro de Minoridad, ubicado en Buenos Aires. Ante este negro futuro los hermanos se organizaron para resistir.

Según pudimos saber, el cuarteto en un acto de “rebeldía” se “atrincheró” en la terraza del edificio de la Casa del Niño y pidieron por el concejal Gerardo Soria a los gritos.

La actitud de los niños, una vez reducida, les valió el encierro en una habitación, pero los chicos seguían pidiendo por el edil – habrían intentado quemar papeles- hasta que finalmente llegó el vehículo y despiadadamente fueron trasladados. La intervención de la Jueza de Lomas de Zamora Dra. Ación y pedidos de la Dra. Nora César hicieron posible el regreso de tres hermanos (3-6 y 12 años). Con respecto a la chica de 15 años se están realizando trámites para que también regrese a nuestra ciudad.

La reflexión es la siguiente: Un juez de menores apuntó que el fenómeno de las fugas se debía a que la familia no se maneja igual que años atrás y los niños y jóvenes no son vistos como sujetos sino que todavía existen personas que observan a sus hijos como objetos. “Cuando algunos padres pretenden, sin respeto, dirigir a sus hijos hacia lo que su voluntad ordena, muchas veces se encuentran con una pared que a la postre se puede transformar en una fuga”. El caso de la adolescente de 15 años se transformaría en esta categoría.

Institutos de menores

Los institutos de menores que pertenecen a la Subsecretaría de Minoridad de la provincia de Buenos Aires se han ido incrementando con el correr de los últimos años, con el aumento de problemáticas hogareñas y de delitos civiles y penales en la que el foco de conflicto ha sido protagonizado por un menor.

En Colón el 80 por ciento de los delitos (hurto, raterío) son protagonizados por menores. En este sentido, debemos “ponernos los pantalones largos como sociedad” y crear una política integral y preventiva para nuestra niñez.

Seguramente en el mediano y corto plazo, si llevamos adelante una política integral responsable para la infancia, los intendentes de nuestra ciudad, deberán entregar menos patrulleros, gastar menos nafta en vigilancia y así tendremos los efectivos policiales necesarios y el índice del delito habrá disminuido. Casi nada.

Aunque se debe tener en cuenta que esto no se logra con mayor permisividad si no actuando responsablemente.

El presente

Las políticas económicas sociales equivocadas (Municipal, Provincial y Nacional) derivaron también en nuestra ciudad en una creciente problemática.

En los próximos años si no ponemos manos a la obra tendremos serios problemas de inseguridad.

En Colón existen unos 60 jóvenes de ambos sexos que se están criando sin contención familiar y lo que es peor es que el Estado brilla por su ausencia.

Los chicos de entre 7 y 13 años han comenzado a incursionar en el mundo del delito. Ejemplos puntuales existen y muchos.

El próximo intendente tiene la oportunidad histórica de torcer el rumbo de muchas historias que ya parecen escritas, demostrando que no existe en estos casos un determinismo social. La complejidad de la problemática debe ser encarada desde diversos ángulos. Una salida posible y hasta ahora no evaluada debidamente, son los edificios de establecimientos rurales abandonados. En estos sitios con poca inversión y personal adecuado, se podría contener a aquellos menores que delinquen por primera vez y no encuentran una contención familiar.

También se debe buscar ampliar el número de familias sustitutas y lograr la creación de pequeños hogares donde convivan 7 u 8 menores con una familia que los eduque y se encargue de ellos .

La remisión de menores colonenses a Institutos de menores de La Plata –salvos casos muy especiales- debe quedar en poco tiempo definitivamente en el olvido.

Reincidencia

La reinserción social a pesar del intenso trabajo que se lleva a cabo desde los internados para lograr una rehabilitación en la conducta de quienes han caído en la delincuencia, muchas veces el resultado positivo sólo se transforma en pasajero, puesto que el pupilo, una vez reinserto en la sociedad vuelve a caer en los mismos errores. La política integral debe abarcar la enseñanza de oficios algo que se va perdiendo cada vez más en nuestra sociedad, donde tenemos personal altamente calificado para trabajar y en la otra punta desocupados destinados al desempleo eterno por falta de capacitación.