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14/08/2003 |
Seria denuncia Los perros sueltos causan ceguera En Buenos Aires denunciaron que el setenta por ciento de los areneros está contaminado. En Tucumán ahora denuncian que parasitosis causa ceguera |
A más perros sueltos, más riesgo sanitario. Los canes pueden transmitir unas 70 enfermedades distintas al ser humano, entre ellas, la toxocariasis, provocada por un parásito que se encuentra en las plazas y en los areneros, donde los perros defecan y donde también juegan los niños. Esta lombriz provoca daños en el organismo y una de las secuelas más comunes es la ceguera parcial o total de uno de los ojos. Hay que más 50 niños ciegos por esta causa y más de 150 infectados. El profesor de Parasitosis de la Facultad de Medicina de la UNT dijo que desde su cátedra se estudiaron las plazas céntricas y canchitas de la capital, Las Talitas, Alberdi y La Cruz (Burruyacu) y encontró que una de cada 5 muestras tenía huevos toxocara. Silvia Rojas, madre de un niño que perdió un ojo a causa del toxocaras denunció que hace dos años se detectó el toxocaras canis en las plazas y no se hizo nada. La ceguera de un ojo ha cambiado la vida de su hijo Nicolás, al punto de que todavía está con tratamiento psicológico. El veterinario Luis de Chazal, de la División de Zoonosis de esa provincia, reconoció que mientras no se haga un control de población canina seguirá la alta contaminación en las plazas. “La desparasitación sola no sirve -opina- ; también hay que educar a los dueños de los perros”. De Chazal dijo que desde el Siprosa (el sistema de Salud de esa provincia) se quiere diseñar un programa integral de control de canes, en coordinación con las municipalidades y comunas del interior, Colegio de Veterinarios, sociedades protectoras y la Policía. “Es un nuevo programa de vigilancia epidemiológica de la rabia, que se lanzará el 12 de agosto”, anticipó. Implicará censo, vacunación e identificación de animales. Según De Chazal un control de la población canina implica captura, reubicación de los animales, castración masiva y -por último- eutanasia sanitaria, según normas internacionales. Lo que hay que saber El contagio.- El perro se contagia a partir de un huevo que contiene la materia fecal de otro perro infectado. Es un huevo que, con la temperatura adecuada, ha madurado en la tierra durante 15 días. Un niño en contacto con la tierra o un arenero donde hubo un perro infectado que defecó allí, corre riesgo de contagiarse. Otras vías de transmisión son las manos sucias y las verduras y frutas mal lavadas. Niños.- Lavar bien las manos al regresar de la plaza y antes de ingerir cualquier alimento o golosina. No llevarse las manos a la boca. Cómo afecta.- El toxocara canis tiene dos manifestaciones clínicas en el humano: ataca las vísceras y los pulmones, o el ojo, y provoca ceguera. El parásito se caracteriza por migraciones a través de la circulación sanguínea, desde el intestino a los tejidos de los órganos. Desparasitación.- Es muy sencilla y económica. Debe hacerse a partir de los 15 días. Por ejemplo, una pastilla de albendazol (la droga), que es un antiparasitario de amplio espectro cuesta $ 1,50 cada una (se da 1 cada 10 kilos). Se repite a los 15 días y después cada 3 o 4 meses. Prevención.- No dejar la materia fecal de los perros en las plazas y sitios públicos, sino recogerla con una pala y colocarla en una bolsa de plástico para luego tirarla a la basura. Precaución.- Comprobar si el niño ve bien de los dos ojos. Lavar frutas y verduras. En Colón La realidad es la única verdad. El problema de los perros sueltos en la ciudad de Colón no está solucionado. Los caniles en distinto puntos de la Provincia y las asociaciones protectoras de animales no alcanzan a solucionar la problemática que está desbordada. Los perros sueltos en las calles (con o sin dueño) pone en peligro la integridad física de las personas y no sabemos a ciencia cierta el impacto de la transmisión de parasitosis a la población debido a que no tenemos estadísticas ciertas. Por otro lado, se toma como panacea la castración masiva. La misma es uno de los puntos a seguir dentro de un amplio esquema de soluciones a esta cuestión. Los técnicos entendidos en la materia señalan que se debe “atacar” la conducta humana (en base a la educación) y si en el presente es difícil hacer que los seres humanos reviertan su conducta para usar profilácticos para protegerse de la transmisión de enfermedades sexuales como el SIDA, mucho más improbable y difícil es que masivamente la población se preocupe por castrar los perros, aunque la intervención quirúrgica sea gratuita. Además un estudio poblacional realizado en años sucesivos en un Municipio de la provincia de Buenos Aires, en el que se estimuló y favoreció la castración de hembras, permite afirmar que este procedimiento, en el nivel alcanzado no modificó el nivel poblacional de canes. Los mecanismos de nivelación de la población de canes que se ponen en marcha son: * Obtención de cachorros en áreas vecinas * Disminución de la eliminación de neonatos por sus tenedores, en razón de que ésta realiza cuando no se puede ubicar los cachorros. * Incremento del índice de procreación en las perras no cas-tradas (mecanismo de compensación de la naturaleza) Por otro lado, el índice de tenencia de perros ( en Colón sería de 0.80 por casa ) permite determinar que la tenencia de perros varia dentro de estrechos márgenes por responder a una pauta cultural de la población. Esto quiere decir que en nuestra ciudad por más castraciones que se realicen, el índice de tenencia de perros no variará. Los caniles – tal cual se explicó al comienzo de los mismos a las autoridades de aquel momento- son una salida coyuntural a la problemática y de no alcanzar en un corto tiempo soluciones prácticas se transforma en si en un problema a su vez de difícil solución. En nuestra ciudad, sobre una población canina de aproximadamente 6000 perros, existen en los caniles aproximadamente 150 perros. El problema a pesar de los esfuerzos realizados sigue existiendo, a igual que los gastos que demandan mantener su estructura. |