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25/07/2003 |
A 51 años de la muerte de Evita DIVERSAS EXPRESIONES RECORDARAN A LA ABANDERADA DE LOS HUMILDES El sábado 26 de julio de 1952, María Eva Duarte de Perón cerró sus ojos para siempre, luego de padecer una enfermedad terminal. Hoy, en memoria de la siempre polémica "heroína" peronista, se realizarán misas, actos y marchas en todo el país. |
"¡Nuestra líder espiritual ha muerto!", fue la frase que se escuchó en todas las radios del país cuando Eva Perón falleció, a los 33 años de edad, el 26 de julio de 1952, tras sufrir una larga y penosa enfermedad. Hoy, al cumplirse 51 años de su desaparición, la figura de "Evita", erigida por muchos como la "abanderada de los humildes", amada y odiada por el pueblo argentino, y actual generadora de singulares polémicas, será recordada a través de diversas expresiones: misas, actos, concursos literarios y hasta una "Marcha de las Antorchas" organizada por la Federación de Tierras y Viviendas (FTV) y la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), que partirá, a las 17, de la avenida Rivadavia y Callao, y recorrerá las calles porteñas. La "heroína" del peronismo María Eva Duarte Ibarguren nació el 7 de mayo de 1919, en Los Toldos, Provincia de Buenos Aires, Argentina. Hija ilegítima de un pequeño terrateniente de la zona, quien falleció cuando era pequeña, "Evita" fue criada por su madre, Juana, y sus hermanos mayores. Desde su infancia, Eva siempre quiso ser actriz. Las oscuras leyendas tejidas en torno a su vida cuentan que, a los 15 años, sedujo a un cantante de tango para que se la llevara a Buenos Aires. Cierto o no, de lo que no cabe duda es que quería ser estrella y conquistar la gran ciudad. Sus primeros años en la capital argentina fueron difíciles. Vivió en pensiones, actuó en pequeñas compañías de teatro y en la radio. Esta etapa de la vida de Eva, así como su imagen, sufrieron un cambio radical cuando se casó con Juan Domingo Perón. "Evita" estaría llamada a convertirse en la heroína del peronismo. Como esposa del presidente Perón, y a pesar de no tener participación oficial en el gobierno del país, ayudó a organizar el movimiento de los trabajadores o sus "descamisados", como ella les llamaba, y consagró el derecho al voto de la mujer. Pero del mismo modo que conquistó incondicionales seguidores entre las clases populares, también ganó grandes enemigos, en su mayoría, pertenecientes a la clase alta argentina. Muchos de sus partidarios la recuerdan como una mujer apasionada e implacable, cuya belleza era superada solamente por su energía. Una mujer hecha leyenda a los 33 años. Una mano para los más pobres La acción social que realizó "Evita", desde los márgenes del gobierno peronista, se puede resumir en un solo nombre: la Fundación Eva Perón, constituida el 29 de junio de 1948. A esa institución, la líder peronista le dedicó sus máximos esfuerzos. A partir de ella realizó su llamada "Cruzada de Ayuda Social" que incluía: tareas en barrios de viviendas económicas, inauguración de hogares de tránsito, comedores escolares, donación de instrumental a hospitales, mediación para la concreción de obras fundamentales de salubridad y saneamiento en barriadas humildes, entrega de artículos de primera necesidad a familias necesitadas y distribución de juguetes a niños humildes, entre otras actividades. Pero la enfermedad detuvo su accionar prematuramente. El sábado 26 de julio de 1952 fue el día en que comenzó a apagarse la vida de "Evita". A la 10 de la mañana, en su cama del hospital donde se encontraba por padecer un cáncer, entró en un sopor del que ya no saldría. Su lecho fue rodeado por todos sus hermanos y colaboradores. A las 20 y 23 el Doctor Taquini miró a Perón y le dijo: "No hay pulso". A las 21 y 36, el locutor J. Furnot leyó por la cadena de radiodifusión: " Cumple la Secretaria de Informaciones de la Presidencia de la Nación el penosísimo deber de informar al pueblo de la República que a las 20.25 horas ha fallecido la Señora Eva Perón, Jefa Espiritual de la Nación". Los restos de "Evita" fueron despedidos por 2 millones de personas que peregrinaron por las calles porteñas, en la mayor procesión que se halla conocido en la historia Argentina.
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