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10/07/2003 |
Homicidio de Arrecifes El arma del padre fue la asesina El proyectil que provocó la muerte de un ingeniero agrónomo que se resistió a un intento de asalto en la ciudad de Arrecifes, unos 100 kilómetros de Colón, habría partido del arma usada por su padre para enfrentarse con los delincuentes, según los resultados preliminares de las pericias. |
Así lo informó el fiscal de San Nicolás, Vicente Botteri, a cargo de la investigación por el crimen del ingeniero agrónomo Eduardo Pedro Vesprini, de 41 años, durante un intento de robo a mediados de junio, hecho que derivó en una pueblada contra la inseguridad por parte de los vecinos de Arrecifes. Según indicó el fiscal, las pericias balísticas «sugieren, aunque no afirman, que el arma de la que habría partido el disparo sería la del padre» de Vesprini. Los análisis se realizaron en base al proyectil extraído del cráneo de la víctima con un revólver marca Colt calibre 32 secuestrado en la casa de su padre. También se analizó otra arma del mismo calibre hallada en la casa de uno de los tres detenidos por el hecho, pero la pericia «descartó» que se tratara de la utilizada para matar al ingeniero agrónomo. Vesprini fue asesinado el 18 de junio último alrededor de las 21.30, cuando, junto a su pareja, llegaba en su camioneta al campo de sus padres, situado en el kilómetro 66 de la ruta 51, de Arrecifes. El ingeniero fue sorprendido por al menos tres personas que intentaron asaltarlo, por lo que llamó a gritos a su padre, un hombre de 75 años, que desde el interior de la casa disparó contra los delincuentes a través de una ventana. Los asaltantes también comenzaron a disparar y en la balacera uno de los tiros entró por el rostro y se asentó en el cráneo de Vesprini, quien quedó tendido en el porche de la vivienda. Posteriormente los ladrones escaparon sin llevarse nada. Al día siguiente del crimen los vecinos de Arrecifes se movilizaron a la comisaría local, donde arrojaron piedras y naranjas en reclamo de Justicia y por mayor seguridad. La «pueblada» derivó en el alejamiento del jefe de la seccional, Horacio Santiago Ferrari, quien ante la multitud se comprometió a renunciar a su cargo para descomprimir la situación. Las pericias En algunos casos policiales las pericias que se realizan sobre las balas asesinas pueden despertar razonables dudas. En el caso de Arrecifes no sería así. En primer lugar, el proyectil estaría prácticamente entero y con las estrías necesarias para que las técnicas de los peritos puedan determinar con precisión y seguridad. Las pericias balísticas se realizan sobre los proyectiles encontrados en la escena del homicidio. El caño maestro – se fabrican varias armas- cuando es fabricado se le pasa una especie de uña en su interior que deja gravada surcos que se denominan estrías y sirven –entre otras cosas- para dar dirección al proyectil. El caño – de varios metros- luego es cortado y sirve para fabricar varias armas. Cada una de ellas tiene una numeración correlativa Es muy importante tener en cuenta que cuando se realizan las pericias pueden ser que halla dos o tres armas con estrías similares, pero no iguales. El caño maestro que se cortó tiene su “huella dactilar” y es similar al caño del arma anterior y el arma posterior de la serie y que se puede corroborar por la numeración que lleva y cuyo comprador es asentado en la debida habilitación de venta. Un ejemplo de una mala pericia es cuando el proyectil está incompleto para determinar con precisión el arma asesina. En la historia de la criminología del país existieron homicidios donde se quiere inculpar a un asesino o desviar la investigación Un ejemplo sería que el homicidio ocurrió en Buenos Aires y “sospechosamente” el arma de fuego “asesina” apareció en Santiago del Estero. En este sentido, los pesquisas estaban secuestrando el arma anterior o posterior de la serie de fabricación –recordar el corte de caño maestro- cuyas estrías son similares. |