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03/07/2003
Clima variable

La flora de la región y sus cambios


camalotes03 (8k image)Se siembra de maíz se realiza fines de diciembre con excelentes rendimientos. Las plantas de los jardines extienden su ciclo. Un fenómeno a considerar es la erosión.


El cambio del clima en los últimos años es notorio. El régimen de lluvias anual en nuestra zona en la década de los ochenta y parte de los noventa era de 800 a 1000 milímetros anuales. En la actualidad y en los primeros cuatro meses del año, llovieron 621 milímetros. La tendencia se acrecentó y los cambios –aunque lentos- comienzan a notarse en la flora y fauna. Los ejemplos sobran.

En el 2002 la medida total de agua caída fue de 1445 milímetros. En el 2001 precipitó 1364 milímetros. Por otro lado, también los campos sufrieron transformación en las propiedades del suelo. Las napas están “levantadas” y las vertientes afloran en distinto tipo de terrenos, fenómeno impensado hace apenas veinte años.


Las consecuencias económicas –para bien o mal- comienzan a observarse.

Maíz


Un ejemplo por demás notorio es la siembra de maíz sobre el rastrojo del trigo. En Colón en la campaña 2002-2003, se sembraron aproximadamente 250 hectáreas de maíz de segunda. En este sentido se puede señalar que las últimas semillas se implantaron utilizando siembra directa el 30 de diciembre.
El resultado fue excepcional dado que los rindes promedios se ubicaron en 7000 kilos la hectárea.

El logro de los agricultores se debió a los adelantos genéticos y a la creación y a utilización de maíces resistentes como son los BT Sin embargo estos rindes no serían posibles si el clima de la región y el régimen de lluvias no hubiera cambiado en el último lustro.


Cabe destacar, que el promedio de rindes en nuestro partido de maíces de primera alcanzó los 8000 kilos por hectárea.

En tanto que en el país la cifra promedio fue de 6700 kilos.

La flora


Los colonenses que trabajan con plantas de jardines además pueden observar que existe un “estiramiento” en algunas plantas cuya reproducción es por bulbos. Las achiras generalmente se secan a fines de marzo. En la actualidad existen plantas que entrando junio estaban todavía mostrando su verde follaje.


Por otro lado, en las banquinas de la Ruta 8, - entre otros lugares- se puede observar el notorio crecimiento de plantas acuáticas. Los viejos conocedores de nuestra región saben que pocos años atrás era casi imposible encontrar una variedad importante de camalotes como los que existen en la actualidad y que seguramente llegan “a estas tierras” por las migraciones de distintas especie de pájaros acuáticos (patos salvajes etc) que “traen” las semillas.


La metodología siempre existió. El cambio notorio, es que en el presente esas plantas exóticas para nuestra zona, encuentran un medio ambiente apto para su desarrollo y multiplicación.

Los cambios climáticos comenzaron en nuestra zona en la década de los setenta y se fueron acentuando hasta nuestros días. La pregunta es ¿Hasta cuando continuaran? Y además ¿Cuales serán sus consecuencias?. Las preguntas son importantes y tienen un sentido práctico.


La erosión


La zona de Colón, Rojas, Salto, San Antonio de Areco tienen una marcada erosión del suelo y no existe un estudio serio y medidas de los corredores productivos para morigerar sus consecuencias. Los técnicos agrícolas siempre parecen correr tras las consecuencias de los cambios.


El campo de nuestra zona se dirige a un “peligroso” monocultivo (soja) en desmedro de la necesaria y “renovadora” a ganadería. El “monetarismo” existente es similar al “capitalismo salvaje” de los años noventa. Se utiliza el campo “hasta agotarlo” sin pensar en las próximas generaciones que también deben cultivar los para alimentarse.


La situación es critica. En la actualidad casi el cien por cien de la agricultores utilizan la siembra directa sin que se realicen estudios serios sobre el impacto que tiene un clima lluvioso en la erosión y finalmente nivel de productividad del suelo.


A la erosión de nuestros campos por los declives naturales ahora se les debe agregar la falta de surco para detener el agua de precipitaciones y que esta evapore naturalmente. Los cambios se están produciendo.


Lo importante es que los observemos y tratemos que no perjudiquen a los futuros agricultores, si no transformarlos en nuestros aliados para cuidar el medio ambiente.


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