TRANSFORMAR EN DELITO LA VENTA DE ALCOHOL A MENORES

El gobernador bonaerense, Felipe Solá, presentará oficialmente el jueves próximo el proyecto de ley que para combatir el creciente consumo de alcohol por parte de menores.

La iniciativa -que será remitida para su aprobación al congreso nacional-, plantea transformar en delito la venta ilegal de bebidas, restringir su publicidad y aumentar la carga fiscal a las empresas que las producen y distribuyen.

Tal como adelantó DIB el 9 de junio pasado, Solá eligió el Día Nacional de Lucha Contra las Adicciones para presentar su iniciativa durante un encuentro bicameral que tendrá lugar en el senado bonaerense.

El gobernador pretende aprovechar la fecha para a potenciar así el impacto en la opinión pública de una iniciativa que apunta a combatir el exponencial crecimiento de los índices de la consumo de alcohol entre los chicos de la Provincia, pero que deberán aprobar los legisladores nacionales. Con el mismo fin, Solá reforzará su pedido con un listado de 100 mil firmas de vecinos bonaerenses que apoyan el proyecto.

La fuerte arremetida del Gobernador hay que comprenderla a la luz de las cifras oficiales de ministerio de Salud bonaerense, según las cuales en la provincia hay cerca de 300 mil menores de entre 12 y 15 años toman alcohol regularmente, circunstancia que comprende al 20 por ciento del total de los alumnos que cursan la enseñanza media en ese distrito.

Esos datos coinciden con estudios a nivel nacional que indican que entre el año ´92 y el ´95 el consumo de cerveza en el país aumentó de 8 litros por persona a 34 litros por persona y por año; pero fueron los menores de 18 años los que estiraron esa estadística: ellos aumentaron hasta 8 veces el consumo de cervezas.

Los datos tienen su reflejo también a nivel sanitario: en los hospitales públicos de la provincia se registran anualmente dos mil muertes por accidentes en jóvenes de 15 a 34 años. El 40 por ciento de esos casos son causados por la ingesta de alcohol y otras drogas.

Para enfrentar ese estado de cosas el proyecto prevé una estrategia múltiple que abarcan aspectos penales, impositivos y comerciales. Por un lado, se busca transformar en delito la venta de alcohol a menores, que hasta ahora es sólo una contravención. Esto conllevaría un aumento de las penas, pero también supone modificar el Código Penal para incorporar el nuevo delito.

Por otra parte, se pretende eliminar la publicidad de las bebidas alcohólicas de los ámbitos protegidos para menores, por considerar que son parte de la inducción al consumo del producto, que está prohibido para ese segmento de edad.

También se pretende adecuar el gravamen impositivo a las bebidas alcohólicas, que permita generar un dique de acceso por precio a los menores y destinar parte de la recaudación al financiamiento de programas materno-infantiles y de prevención de adicciones.

Esto modifica el criterio adoptado por la actual legislación tributaria, que sujeta el índice impositivo a la graduación alcohólica de la bebida, sin tomar en cuenta la cantidad de bebida consumida, que en los menores es la cerveza, cuyo precio final se encuentra por debajo de la leche. (DIB).