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16/05/2003 |
Comedia de enredos en Colón “Me entregó a la autoridad” Un hombre se entregó a un oficial creyendo que había matado de un disparo a un vecino. La víctima parece que se había desmayado del susto. |
En la crónica policial la mayoría de los casos son dramáticos, pero muy de vez en cuando existen hechos que parecen una comedia de enredos y terminan siendo tragi-comicos. En este sentido, hace unos días ocurrió un hecho de estas características que pasamos a relatar. Aunque no hay mal que dure cien años. Un hombre llegó al viejo edificio corriendo como traído por el mismo diablo. El policía ni se imaginaba lo que iba a vivir. El oficial de alto rango había visto cosas mucho peores pero a pesar de la costumbre al ver a un conocido metido en tal enredo se le congeló la sangre. En medio de un encuentro amistoso alguien se acercó al policía y le dijo al oído: “Lo vienen a buscar, es un hombre mayor que parece bastante agitado”. Con paso cansino recorrió una decena de metros que lo separaba de la puerta principal del edificio. Cuando le dijo al recién llegado “Que le pasa amigo”. “ Me vengo a entregar a la autoridad” y agregó “ He matado a un hombre” y acto seguido entregó el revólver calibre 32 “Este es el arma con el que le disparé”. El oficial tomó el auto y lo llevó a la comisaría donde el oficial de guardia empezó a tomarle la declaración y a realizar las diligencias correspondiente a un homicidio (encontrar el cadáver, pericias etc). Lo notable del caso es que el cadáver no aparecía. Los sucesos se desarrollaron en cercanías de 17 y 58. El diablo metió la cola y muy pronto hizo que ambos contendientes se cruzara en la calle y comenzarán una discusión que fue subiendo de tono. El disparo fatal El padre de la chica no aguantó más y sacó el revólver. Los contendientes forcejearon y la víctima habría recibido un culatazo. El victimario retrocedió, y acto seguido apunto al bulto y disparó el arma de fuego. El contrincante cayó al piso como fulminado por un rayo y quedó tendido sin que diera señales de vida. El presunto homicida se acercó y observo la sangre en la cabeza y que comenzaba a desparramarse por el piso hasta formar un charco. Presa de remordimiento y pensando la condena que iba a tener avisó a los conocidos y fue a entregarse al oficial que conocía y que había sido su vecino. La investigación no cerraba, porque estaba el asesino detenido y el cadáver había desa-parecido. El oficial de guardia pensaba y hasta dicen que dijo: “Ahora viene Colón Doce y nos revienta”. Pero la verdadera historia fue la siguiente. El muerto, no estaba muerto y cuando cayó luego de sentir el disparo, lo que había ocurrido ( a cualquiera le habría pasado) es que se había desmayado con el tamaño susto que se llevó. Algunos dicen que la bala le rozó la cabeza y otros indican que la sangre fue producto del culatazo. Pudo haber sido una tragedia y término siendo una comedia de enredos. Lo cierto es que el muerto se fue caminando a su casa para curarse las heridas, el asesino ( como corresponde) se entregó “solito” a la autoridad y la policía –durante varios minutos- no podía encontrar el cadáver. Cosas que pasan en Colón que cada vez se parece más a un reality show . |