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16/05/2003 |
Tras que éramos pocos... Murciélagos con rabia El fenómeno no es nuevo en la provincia de Buenos Aires. En el año 2002 hubo un centenar de casos y en lo que va en el 2003 la cantidad llega a 10. Algunos de los casos son de la región. |
Los murciélagos nacen, crecen, se desarrollan y mueren, en espacios oscuros, a veces abandonados y en muchos casos, sin tener contacto alguno con la humanidad. En Colón la especie se multiplica sin pausa, habiendo ya núcleos o colonias que van tomando importancia paulatinamente. Hasta el presente no se han producido casos de rabia en esta especie, pero varios propietarios de casas denunciaron en los últimos meses que decenas de murciélagos habían invadido el entretecho o algún sector de la casa oscuro. En el mismo sentido, en verano con las primeras sombras de la noche, en algunos sectores de la ciudad se puede observar estos animalitos junto a su característico chillido. En la zona rural, y en montes de eucalipto se puede ver debajo de las gruesas cáscaras decenas de murciélagos. La preocupación debe ser la trasmisión de la rabia –de haber un caso- a otras especies. Se debe tener en cuenta que existen murciélagos que al estar enfermos –en general- muerden a otras especies como el ganado vacuno, perros o incluso humanos. Las estadísticas provinciales sobre la denuncia de casos de este tipo, indica que durante el 2002 se detectaron 100 casos y que en lo que va del 2003, habría una decena incluidos casos en nuestra región como en San Nicolás y San Pedro. En el último caso detectado con rabia, un veterinario de San Pedro observó en la zona costera un murciélago moribundo con signos de aparente contagio rabioso, lo tomó con todas las precauciones del caso y lo llevó a la oficina de Bromatología para su análisis. La cabeza del animal fue enviada a Avellaneda, donde funciona la Jefatura de Zoonosis Urbanas y el resultado fue positivo. El murciélago tenía rabia. A partir de la confirmación del diagnóstico se tomaron medidas preventivas, zonales, regionales y provinciales. Tranquilidad y cuidado Lo importante es que el murciélago a partir de este foco de rabia no sea perseguido indiscriminadamente. Si se observa uno de estos animalitos de día y con comportamiento extraño denunciarlo a Bromatología o un centro de Salud. Las recomendaciones son para estar atentos y alertas y no para salir a buscar murciélagos, porque en la mayoría de los casos viven en sus comunidades, no molestan a nadie y se comen los mosquitos que los piretroides no alcanzaron a eliminar. Lo que se debe saber Los murciélagos que habitan en la Provincia de Buenos Aires son mamíferos voladores que se alimentan de insectos y ese es el aporte que realizan a la humanidad, “ayudan a controlarlos en forma natural”. No son hematófogos. Generalmente no tienen contacto con los humanos y huyen ante la presencia de personas. Viven en colonias, tienen hábitos nocturnos y durante el día se refugian en sitios tales como árboles, sobre todo frondosos y añosos (el que encontraron acá cayó de un árbol), grietas en las paredes, edificios antiguos, altillos y taparrollos de persianas. Generalmente no son peligrosos, pero a veces pueden enfermar de rabia y transmitirla. Si alguien los toca, puede ser mordido y contagiarse el virus rábico. Para saber distinguir si un murciélago está rabioso o no, hay algunos síntomas concretos: * Aparece caído o con dificultad para desplazarse. * Vuelan mal y se chocan contra cualquier objeto. En caso de encontrar un murciélago, vivo o muerto, se recomienda evitar el contacto directo y cerrar el ambiente en el que se encuentre, para que desde Bromatología pasen a capturarlo y/o retirarlo, o brinden las instrucciones del caso para resolver el problema. Si una persona o un animal es mordido por uno de estos animales, las recomendaciones son: 1-Lavar con abundante agua y jabón. 2-Aislar al murciélago. 3- Concurrir a un centro de asistencia médica (allí se ordenará el mismo tratamiento que se aplica ante una mordedura de un perro o un gato). El tratamiento para una mordedura de murciélago es igual al de una mordedura de un gato o un perro, sin embargo se estima que no tienen la posibilidad de transmitir más de una vez el virus. En los casos de animales conocidos, en el 99 apareció un perro con virus rábico proveniente de un murciélago y en el 2000 en Zoonosis se reportó un caso similar de un gato en la ciudad de Chascomús. |