Un convecino mató a su mujer y luego se suicidó

Se trata de Osvaldo Cantelmi empleado de Graneros y Elevadores Argentinos. El hombre usó un revolver calibre 22 para matar a su esposa Graciela Abadie de 50 años.

Según trascendió Osvaldo Juan Can-telmi, con domicilio en calle 49 entre 11 y 12, utilizando un revólver calibre 22 largo, ultimó a su esposa Graciela Abadie de un disparo y luego se suicidó apoyándose el arma de fuego en la sien derecha.

La tragedia se desarrolló a las 12.25 del mediodía de ayer jueves en el dormitorio de la vivienda.
Según se pudo saber el matrimonio no estaba pasando por una buena relación y Graciela Abadie habría estado viviendo desde hace varios días en la ciudad de Pergamino.

Ayer jueves, Cantelmi no había ido a trabajar a Graneros y Elevadores Argentinos. Una fuente indicó que estaría esperando seguramente hablar con su esposa.

Dormitorio

El escenario donde se desarrolló la tragedia fue el dormitorio de la vivienda. La casa se compone de dos habitaciones, una cocina, comedor, un patio trasero y un garage.

Los trascendidos son los siguientes. Al llegar Graciela Abadie a la casa Cantelmi la habría estado esperando.

En un momento dado en el dormitorio se habría producido una fuerte discusión y el hombre tomó el revólver calibre 22 y le disparó desde atrás a la mujer que estaba sacando ropa de un ropero. La bala ingresó en la parte posterior del cuello de la mujer que cayó cerca de la puerta .

Luego Cantelmi se puso el arma en la sien derecha y se disparó falleciendo en forma instantánea.
La hija de ambos había sido enviada por el hombre a comprar cigarrillos (seguramente para evitar que escuche la discusión o los reclamos que realizaría) y al volver encontró la puerta de ingreso cerrada y con llave.

La policía fue avisada e ingresó a la casa encontrando a la mujer aún con vida.
Graciela Abadie fue trasladada al Hospital Municipal donde falleció poco después.

Más datos

Según una fuente en el lugar, fueron encontradas varias cápsulas servidas. Los peritos habrían certificado que el arma había sido disparada tres veces.

La secuencia fue la siguiente: El disparo que ingreso en el cuello de Abadie, uno más que realizó y que pegó en la puerta del ropero y el tercero que se disparó Cantelmi en la sien.

Las otras cápsulas servidas corresponderían a un hecho sucedido hace dos noches y donde Cantelmi habría oído ruidos en el patio trasero disparando el arma al aire para ahuyentar a los probables ladrones.

Por último, llamó la atención de los investigadores que en el dormitorio el único mobiliario que había era el ropero una silla y el colchón tirado en el piso y que estaba prolijamente tendido.