Un tema para el próximo gobierno

Los caminos rurales se encuentran -en general- en buenas condiciones. Colón Doce recorrió los lugares problemáticos y pudo determinar el origen de algunos problemas

El mantenimiento de las principales vías de comunicación entre la zona de producción cerealera y las plantas de secado y almacenamiento son básicamente buenas.

Se debe tener en cuenta para determinar la problemática que los caminos en cuestión están “gastados” y ante el paso de camiones de gran porte “ceden rápidamente” transformándose –lluvia mediante- en “picaderos” intransitables.

Cabe aclarar que durante décadas, los técnicos de la Municipalidad de Colón por ahorrar horas hombres, combustible y mantenimiento de las pesadas maquinarias, no realizaron una labor “inteligente” para la preservación de las vías de comunicación rurales.

Los caminos además de la erosión natural (eólica e hidrolica) tuvieron el desgaste de los “malos” arreglos comunales.

En este sentido, los técnicos no agregaban tierra al trazado donde se trabajaba, si no que las máquinas “excavaban” literalmente el camino, sacando sucesivamente varias capas con centímetros de tierra.

El resultado de esta política de “arreglo equivocada” fue que en el presente, la mayoría de los trayectos rurales están entre un metro y un metro medio más bajo que los campos adyacentes y se transformaron en “ especies de ríos” que ayudan a “desagotar” los campos.

La problemática aumenta debido a que la mayoría de los agricultores -por cuestiones económicas- utilizan para sus cultivos la denominada “siembra directa”.

En los lotes ya no existen surcos, y el agua corre “rápidamente” hacia las zonas más bajas.
También casi no existe retención, absorción y evaporación del agua en forma natural. El fenómeno lo profundizaremos en próximas ediciones.

Los nodos

El traslado de la zona cerealera a las plantas de almacenamiento situados en la planta urbana de Colón (sic), tiene tres puntos críticos y que “cortan” el paso de cualquier transporte o vehículo, cuando ocurren grandes precipitaciones pluviales. Estos lugares son : zona de camino del “Puente de Matadero”, zona de camino del “Puente del Hospital” y zona de camino del “Puente de Santama-rina”.
La pregunta es: ¿Las condiciones climáticas y las marca de lluvias anual cambiaron tan abrupta-mente en los últimos años para que la problemática nos haya desbordado?.

La respuesta es simple: “ las condiciones climatológicas y régimen de lluvias no cambiaron tan rotundamente como para hacer peligrar las estructuras de los puentes nombrados ni para que se corten permanentemente estas vías de comunicación”.
¿Entonces cual es el problema?.

La contestación

La ineptitud de nuestros gobernantes en lo técnico es notoria y lo demuestran con claridad en muchas ocasiones.

El principal problema para los tres puntos críticos señalados (Puente del Hospital, Puente del Matadero y Puente Santamarina) es que por sistemas de canales “clandestinos” y “legales” se recargo de manera inusual la “descarga de agua” en el arroyo más conocido como “El Pelao”.

Cabe destacar que el arroyo en cuestión nace por un canal que viene de Hughes y de un segundo que nace en jurisdicción de Wheelwright.

En este sentido, muchos productores realizaron canales que descargan el agua en esta cuenca, seguramente para recuperar zonas bajas donde se “acumulaba” naturalmente el agua de las lluvias.

El ejemplo

Un ejemplo emblemático de esta arquitectura para “tirar el agua para adelante”- tal vez sea la más grande- esta situada en la zona de “La Juliana”.

Estamos hablando del largo y profundo canal que se construye adyacente al camino de la Escuela Nº 15.

El trayecto continua en el camino de acceso a “La Juliana”, luego atraviesa un campo para “salir” al camino del “Puente del Hospital” donde corre paralelo al mismo para volcar en el arroyo “El Pelao”.

El agua de lluvias (millones de litros) sale rápidamente de miles de hectáreas de esta zona para volcarla al arroyo “El Pelao” que pasa por los tres puntos críticos que existen: Puente del Matadero, Puente del Hospital y Puente Santamarina.

Los estudios técnicos seguramente no existieron e invitamos a los lectores a visitar esa zona para que observen el sistema de alcantarillado que existe en el camino del Puente del Hospital. El mismo a simple vista se observa insuficiente para la cantidad de agua que se vuelca en el sector.

Además el sentido común nos indica (por la altitud del camino y la extensión del canal) que este camino se cortará con lluvias de no más de 70 milímetros convirtiéndose en un “torrentoso río de llanura”.

Lo notable es que el agua que ahora se vuelca por este sistema de canales, en tiempo pasado quedaba en los campos de bajos naturales y luego era absorbida o se evaporaba paulatinamente.
El ejemplo se multiplica -en menor medida- en otros sectores de la parte cercana a Santa Fe e incluso en campos de la vecina provincia.

En este tema existen varias cuestiones a considerar:
* La propia estructura de los tres puentes corren grave peligro (recordar que el puente Santamarina se derrumbó)

* El gasto horas hombres, maquinarias etc, que representa el arreglo de los caminos y construcción de estos canales.

* El perjuicio económico para los productores de otras zonas que deben utilizar estos caminos.

El próximo gobierno Municipal deberá planificar adecuadamente para solucionar esta problemática y de esta forma evitar consecuencias aún más graves.