Un fenómeno que sigue en crecimiento

El consumo de estupefaciente sigue en crecimiento. La edad de ingreso se reduce dramáticamente. El problema de las intoxicaciones.

La drogadicción es una cruda problemática que afronta la ciudad y que va a repercutir en el corto plazo en la inseguridad. En los últimos meses hubo episodios de violencia donde existieron alcohol y drogas.

Una fuente nos reveló que se observa con preocupación a niños de 10, 11 y 12 años que ingresan al mundo del alcohol (cerveza, vino y bebidas blancas). Es el primer paso, en forma posterior y en un muy corto plazo sigue el cigarrillo de marihuana (una droga social que se fuma en grupo).

Lo dramático es que en muchos casos el ingreso al alcohol (cerveza) es tolerado por los propios padres que lo ven como algo normal. Como ejemplo, nuestra fuente argumentó: “se realizan fiestas de cumpleaños ( con niños de 11 y 12 años) donde se sirve cerveza naturalmente”.

El peligro

La crisis económica y la salida del plan de convertibilidad también repercutió en el consumo de drogas de las ciudades del interior. Un kilo de droga en Bolivia vale entre 5 a 8 mil dólares (según el lugar de adquisición y la calidad).

El valor de este estupefaciente casi se cuadriplicó para los traficantes argentinos. El tema no es menor. El producto que llega a nuestra ciudad -para bajar el precio en el mercado- ingresa al circuito ilegal con “cortes” excesivos (dilución con otro producto de la droga).

Las substancias que se utilizan pueden ser inofensivas (maizena) o peligrosas (cortes fabricados caseramente como por ejemplo con puloil). En algunos casos pueden derivar en cuadros graves de intoxicación.

El valor de la cocaína hizo que también en el mercado colonense el adicto se volcará a la marihuana. Esta última tiene un precio más accesible e incluso podría haber plantaciones caseras. En este caso vamos a acotar que en los últimos tiempos se encontraron varias de importancia en San Nicolás y no se descarta que existan en nuestra zona.

Cabe destacar que la marihuana es una droga social. Es muy difícil que un adicto a la marihuana fume solo, siempre o casi siempre lo hace acompañado de otros jóvenes. No es como el caso de la cocaína que es más común que se consuma en forma individual.

El tema que la marihuana es una droga social es preocupante. Una fuente nos indicó que hace aproximadamente un mes, en el ingreso al Cementerio Municipal observó a un grupo de jóvenes que habría estado en plena “fumata”.

Al terminar una de las chicas (acompañada) se dirigió completamente desnuda hacia la ruta. Una situación parecida se desarrolló una semana después, en pleno centro de la ciudad por calle 48. Los jóvenes estaban sentados en la vereda y completamente “idos”, con el triste agregado de que habían tenido “un mal viaje” agrediendo a por lo menos dos transeúntes.

Es posible que estos adictos hayan estado bebiendo alcohol e ingiriendo psicofármacos adquiridos en un creciente mercado negro.

Otras repercusiones

El mercado local de consumo de estupefacientes se recicla continuamente. En nuestra ciudad existirían algunos grupos que debido a la situación económica y el alto precio de las sustancia alucinógenas más corriente, se “droga” con sustancias naturales y que ha simple vista parecen inofensivas.

Últimamente se tomó conocimiento del creciente uso del vegetal denominado “Floripondia”. Los jóvenes que sufren la enfermedad adictiva con la flor de la planta fabrican un té que es bebido (muchas veces en grupo) y que es altamente alucinógeno. El ejemplo es una muestra de lo que sucede a pocos metros de donde usted vive.

Por otro lado, nuestra fuente señaló que es creciente la comercialización de psicofármacos en un mercado en negro que tiene los mismos canales que los estupefacientes conocidos (cocaína, LSD y marihuana). Estos psicofármacos serían consumidos por adolescentes mayo-ritariamente mezclados con alta dosis de alcohol.

Informes

El Ministerio del Interior y la Policía Federal tiene informes elaborados que son preocupantes. En los últimos meses, en las ciudades del interior los delitos que más crecieron fue el consumo de droga y el contrabando de cigarrillos. Lo más preocupante es la edad de ingreso al mundo de las drogas.

En los últimos años se redujo dramáticamente llegando a ver habitualmente adolescentes de 13 a 14 años drogados con cocaína o marihuana. Esta situación explosiva repercute en forma general en la inseguridad integral de algunas localidades.

En los próximos meses y en base a una nueva planificación habrá repercusiones con nuevas políticas para reprimir el comercio de estupefacientes.

En este sentido y –entre otras cosas- habrá especialistas en toxicomanía que se reunirán con personal directivo de las escuelas y además brindarán charlas sobre la problemática a los alumnos.

La Policía Federal comenzó en el 2002 con una reestructuración que abarca las 29 delegaciones y las 13 subdelegaciones incluida la que pertenece Colón (Pergamino). En la mayoría de las delegaciones llegó personal nuevo y se esperan algunos cambios en su funcionamiento especialmente para combatir el flagelo de la comercialización de estupefacientes.