Agua contaminada con arsénico

Un estudio encargado por la comisión de Medio Ambiente de la Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires determinó que, en 20 localidades y ciudades bonaerenses, el agua brota de las canillas con el doble de la concentración de arsénico permitida por la normativa vigente.

Lo que podría causar enfermedades mortales a los que la consumen. En Colón se está en el límite de lo permitido según los análisis oficiales. De acuerdo a tomas de muestras privadas se habría pasado el límite de lo permitido.

Las características sanitarias del agua que se distribuye a los hogares bonaerenses fueron establecidas a través de la ley provincial 11.820, que se sancionó a principios de 2001, cuando el Estado provincial recuperó el manejo del servicio, que había estado en manos de la Empresa Azurix durante la mayor parte de la década del ´90. Este no es el caso del distrito de Colón donde el recurso del agua siempre fue manejado por la Municipalidad a través de la Dirección de Obras Sanitarias.

En ese momento se redujo la concentración máxima de arsénico permitida en el agua de 0,10 partes por millón a 0,05, a la vez que se otorgó un plazo de varios meses a los entes públicos que se hicieran cargo del servicio para que se adecuaran al nuevo standard.

Estudios reveladores

Como ese plazo se venció hace más de un año, desde la legislatura salieron a comprobar si se cumple con la normativa vigente. Y se encontraron con una realidad alarmante: en Oriente, partido de Coronel Dorrego, se comprobó que la concentración de arsénico en el agua es de 0,15 partes por millón, cifra similar a las de San Blás y Mechongué, donde llega a las 0,14 partes por millón.

Pero esos no son solamente los casos más graves. El estudio, se completa con una lista de ciudades y localidades en la que figuran Ameghino, donde la cifra es de 0,10, Claromecó con 0,07; Otamendi, 0,10; Ferré, 0,09; Shepenerd, 0,08; Navarro, 0,10, Arribeños, 0,08; Leandro Alem, 0,09, Gahan (Salto), 0,11, Carlos Pellegrini, 0,08; Moreno (Rivadavia), 0,08; Las Armas, 0,09,; Rafael Obligado, 0,10; Quiroga 0,10; Cagliero (Carmen de Patagones), 0,10; Indhart (Salto), 0,10 y Coronel Mom, 0,10.

Colón

En Colón los niveles de arsénico en agua están en crecimiento. El fenómeno puede estar potenciado por las inundaciones y las grandes lluvias que cayeron en los últimos años.

Según los análisis oficiales en l998 estaba en 0.03 partes por millón de litros. En el 2002 los niveles llegaron a 0.04 partes por millón de litros.

Sin embargo un estudio privado de un estudiante universitario realizado en una universidad estatal sorprendió al dar 0.07 partes por millón de litros.

Para algunas fuentes consultadas el tema estaría en los pozos donde se toma el agua para llenar el reservorio de 42 y 23. Según estas fuentes no habría igual nivel de arsénico en todos los pozos (algunos superarían el mínimo permitido de 0.05 partes por millón) y se llegaría al nivel recomendado al mezclar el contenido en el tanque de 42 y 23. Según sean los pozos usados y como se mezclan sería el contenido de arsénico en el agua que abastece la ciudad de Colón.

El tema es complicado. Según los estudios realizados por la Secretaria de Medio Ambiente de la Provincia, la localidad de Ferré tendría en el agua el doble de arsénico de lo permitido, llegando a 0.09 partes por millón de litros. El sentido común nos indica que la localidad de Sarasa separada por 7 kilómetros tendría similar problemática y que los habitantes de esa zona estarían consumiendo agua que le podría acarrear serios problemas de salud.

También habría campos ubicados contra la provincia de Santa Fe que tendrían el mismo problema.
Además las localidades de Venado Tuerto, Hughes y Labordeboy tendrían altos niveles de arsénico en agua.

El tema del agua potable en nuestra ciudad debería ser un tema prioritario para nuestros gobernantes.
En 1995 un análisis provincial que llegó a manos de las autoridades municipales de aquella época decía que el agua no era potable por el alto grado de sales que tenía.

El análisis no trascendió a la opinión pública pero tenemos pruebas que la misma existió.
Algunos técnicos indican que la problemática se puede solucionar con una inversión razonable y que la Comuna local podría realizar.

El cáncer

El tema no es menor y debe ser prioritario con profundos estudios en el área de salud y medio ambiente.
Un estudio realizado por Colón Doce en el mes de diciembre de 2002 reveló que el 25 por ciento de la población colonense muere por distintos tipo de cáncer. En estas estadísticas no están incluidos las personas que sufren o sufrieron cáncer y lograron superar el trance con costosos tratamientos.
Una de las causales de esta cruel enfermedad puede llegar a ser el arsénico en el agua.

En la nota publicada reclamamos que se realizará desde la comuna local un mapa del cáncer donde se registre los enfermos, posibles causales, tipo de cáncer etc.

Este seguimiento nos permitiría clarificar la situación y casi con certeza llegar a las causales de la enfermedad.

Para recordar la gravedad de esta situación recordemos que en el año 2000 fallecieron en nuestra ciudad 240 personas. Sobre este número, 53 personas murieron por causas del cáncer. En el 2001 hubo 214 fallecidos en Colón y por causas oncológicas fueron 57 los decesos.
La estadística es alarmante y la población merece una respuesta de nuestras autoridades.

Falta de recursos

Con esos datos en la mano, el pasado 12 de noviembre, la diputada Hebe Febles (UCR), presidenta de la comisión de Medio Ambiente, envió una carta al Servicio de Agua Potable y Saneamiento Rural (SPAAR), en la que pedía que el organismo, que se encarga de controlar el servicio, tome cartas en el asunto, «ya que consumir agua con exceso de arsénico puede producir graves trastornos a la salud, entre ellos cáncer de colon». Cabe aclarar que esa variante del mal es la que más muertes anuales por cáncer produce entre la población bonaerense.

Desde el SPAAR, según Febles, reconocieron que «los datos que nosotros tenemos son exactos pero adujeron que no pueden solucionar el problema porque no tienen plata para hacerlo». Por eso, la legisladora consideró que «en la Provincia no se ocupan del tema porque las muertes no se producen rápidamente, pero eso no quiere decir que no existan».