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| 07/11/2002 |
| Causa Mercado Un anónimo implica a una mujer La justicia sigue trabajando en la causa para determinar quién mató a Ramón Mercado. Se investigan cruces telefónicos. En el expediente se incorporó un anónimo. La justicia pergaminense sigue trabajando para dilucidar el misterio de la muerte de Ramón Mercado. |
Como se recordará el 11 de marzo de 2002 entre las 6.45 y las siete de la mañana y a una distancia aproximada de 150 metros de la Ruta 8 en el paraje denominado “El Triángulo”, un vehículo (sería un Renault 19) tronchó la vida de Mercado. La víctima circulaba en bicicleta por calle 9 de regreso a nuestra ciudad. El auto lo impactó y luego lo habría pasado “literalmente” por encima al ciclista causándole la muerte instantánea. La noche anterior había llovido torrencialmente, la mañana se presentaba gris y el trabajador no pudo pasar por el camino de tierra debido al barro acumulado. Ramón Mercado optó por regresar a su vivienda. Poco después y sin darse cuenta encontró el trágico final. El auto huyó y hasta ahora no se sabe con precisión quién fue el autor de la maniobra. La investigación en los primeros tramos tuvo “errores”. Una fuente nos indicó en su momento que si se hubiera actuado con rapidez, en esto momentos habría un imputado en un homicidio culposo. Cabe recordar que meses después ocurrió la muerte de una septuagenaria en 56 y 12 y rápidamente se levantaron rastros, se hicieron pericias y se descubrió el vehículo involucrado. Los cruces telefónicos En estos momentos la fiscalía actuante requirió el estudio sobre los cruces de llamadas de varios teléfonos fijos y móviles. Los mismos pertenecerían a una mujer, un oficial de policía. También podrían ser el fijo de una sede policial de la región y casas particulares. La justicia trataría de determinar mediante esta forma, los llamados que hubo entre la principal sospechosa y su inmediato entorno. El oficial de policía de (alta graduación) sería un eje de trabajo muy importante con las llamadas entrantes y salientes. Cabe destacar que una vez recibido el listado de Telefónica Argentina con las llamadas entrantes y salientes de los teléfonos sospechados, los estudios son realizados por los gabinetes de peritajes de la policía bonaerense en La Plata. El anónimo En la causa judicial fue incorporado un anónimo que llegó a la fiscalía. El mismo está escrito en una hoja oficio con computadora y usando letras de tipo cursivo que tienen un tamaño no mayor de 7. 5. Cabe destacar que hasta el momento no se pudo saber el autor de la misiva. El hombre o mujer que la redactó revela un profundo conocimiento del caso. La mujer sospechada de haber atropellado a Mercado tendría un Renault 19. El rodado en cuestión, días después del accidente fue denunciado como robado en la ciudad de Pergamino. En forma anterior al hecho y para justificar los abollones que tenía en la parte delantera de la carrocería denunció que había atropellado un caballo en una ruta. La justicia habría averiguado las salidas realizadas por los Bomberos Voluntarios de Rojas. Según la carta de contestación a la justicia de los servidores públicos de la vecina ciudad, estos dijeron que el 24 de febrero de 2002 a la 1 de la madrugada concurrieron a un llamado y había un equino muerto en la banquina de la Ruta que había sido atropellado pero no encontraron ningún vehículo en el lugar. El tema no es menor. El misterio se habría aclarado mucho antes de haber habido efectividad en las primeras horas de la investigación. El caso se deberá resolver por pruebas indirectas. También existe una pericia sobre el vehículo sospechoso anterior al robo. En la misma se ve daños en la parte delantera izquierda y habría un agujero en la parrilla (¿Podría haber sido causado por el manubrio de la bicicleta?) y un abollón del techo sobre el parabrisas. El perito actuante dijo que no puede determinar si esos daños corresponden a un atropellamiento como fue la muerte de Mercado. Por otro lado, se podría sospechar que esos daños por las características no corresponderían al accidente contra un caballo. La mayor sospecha y es donde debe apuntar la fiscalía es en los cruces telefónicos. La mujer sospechada pudo hablar con el oficial de policía y otras personas de confianza tratando de cubrir la situación que había vivido. Esas comunicaciones podrían conducir a la verdad y a entrar a la trama secreta de este caso que conmovió a la ciudad.
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