Sobre la necesaria información

Los ciudadanos de Colón se sorprendieron ante dos hechos que determinaron muchas versiones. Uno de ellos el presunto rapto de un menor y el otro un caso de intento de abuso sexual.

Los ciudadanos de Colón se sorprendieron ante dos hechos que determinaron muchas versiones. Uno de ellos el presunto rapto de un menor y el otro un caso de intento de abuso sexual. El barrio adyacente a Rivadavia se convulsionó. La versión sobre la presunta violación de un menor de cinco años cruzó las calles y quedó instalado. Por la deformación de la información se llegó a decir que el ilícito había ocurrido en un Jardín de Infantes lo que llevó a la lógica preocupación de los padres.

Según nuestras fuentes, un menor de 15 años en el interior de una vivienda intento consumar la violación contra dos pequeños de cinco y seis años de edad. Los chicos fueron revisados por el médico de policía y el intento de penetración no se habría consumado.

La situación en ese sector del barrio fue y es explosiva. El progenitor quiere hacer justicia por mano propia e incluso varios vecinos lo apoyarían. En los primeros jornadas posteriores al intento de abuso, la desgracia nuevamente rondó por la ciudad de Colón.

El adolescente habría sido buscado e incluso esperado cerca de donde se domicilia para darle un escarmiento.
La Justicia debió determinar para evitar males mayores y teniendo en cuenta la tendencia del incriminado su internación en un Instituto para su recuperación.

No es el único caso

En el año 2000 Colón Doce tuvo acceso a documentación donde se pedía la intervención de la Justicia en un caso de abuso sexual entre dos hermanos.

La investigación llevada a cabo fue chequeada varias veces y nos causó además una bronca extra.
En los dichos de los docentes y visitadoras sociales se argumentaba que un muchacho de 16 años, abusaba de su hermana de ocho años. La pequeña se dormía en la Escuela y siempre se encontraba llorosa. Las maestras indagaron y se dieron cuenta del infierno que vivía en las largas noches que quedaba “en poder” de su hermano.

Aunque había certezas con respecto a esta problemática la pequeña seguía compartiendo el mismo techo con el abusador. La denuncia de Colón Doce fue tomada por el entonces concejal Gerardo Morales que pudo verificar la situación a través de los dichos de docentes y documentación existente. El edil se comunicó con el Juzgado de Menores reclamando una solución que paradójicamente nunca llegó.

El drama de la pequeña terminó cuando su hermano falleció trágicamente.
El ejemplo es aterrador y demuestra la falta de reflejo de la justicia y la indefinición de una sociedad para solucionar un problema básico. Recordar que está incluido en los derechos de la niñez que tanto se proclaman pero que no se cumplen.

El problema

El problema de abuso de menores es mucho más frecuente de lo que se piensa y la mayoría de los casos pasan desapercibidos. En el año l999, una persona mayor abuso de dos menores de 10 y 11 años en cercanías de la calle 25 y 36.

En un monte de frutales y gracias a la denuncia de vecinos, la policía logró atrapar infraganti al abusador. El sujeto sin un tratamiento siquiátrico fue dejado poco después en libertad y hoy camina entre nosotros. Cabe destacar que en el 80 por ciento de los casos el violador vuelve a reiterar sus ataques porque en definitiva estamos hablando de desviaciones muy profundas.

En agosto de l999, también una menor que salió a realizar un mandado y que se domicilia en el barrio Rivadavia, fue atacada por un sujeto que intento violarla. La adolescente fue llevada a una casa en construcción. Los gritos de la niña alertaron al vecindario que la salvaron de ser ultrajada.
El abusador ya tenía a la víctima casi sin vestimenta. El sujeto también poco después recuperó la libertad sin que seguramente hayan tratado médi-camente su problema.

En octubre de 1999, nuevamente una causa fue “Caratulada abuso deshonesto contra una menor”. La causa pudo estar asociada con prostitución infantil de niñas que tenían entre 11 y 14 años. El acusado fue una persona mayor de edad. El sujeto acusado quedó en libertad poco después.

Las docentes y padres deben estar capacitadas para detectar casos de abusos sexuales contra menores. En la Argentina existen diversas fundaciones que dictan cursos de prevención de este tipo de delitos. Una de ellas es la Fundación PIBES.

El secuestro

Los padres están preocupados con respecto a la seguridad de sus hijos cuando concurren a un establecimiento escolar. La psicosis y la mala información que hubo en los días posteriores al presunto secuestro de un chico de 13 años frente al Colegio Monseñor de Andrea, llevó casi a la paranoia a muchos vecinos.
Colón Doce investigó el caso y poco después publicamos el relato del chico de nombre Carlos.
En los días posteriores algunas personas dijeron haber visto autos extraños y con vidrios polarizados rondar las escuelas de nuestra ciudad, aunque esto no pudo ser comprobado.
La Justicia debería informar sobre este caso que sigue causando preocupación y a que conclusión arribó la investigación realizada.
El menor como se recordará informó que fue “levantado” por un hombre mayor que se trasladaba en un Renault 12, color blanco. Las maestras notaron su desaparición y concurrieron a la vivienda del menor donde pudieron comprobar su ausencia.
Una recorrida por las casas de compañeros que habían faltado a la escuela tampoco dio resultado. Una mujer había encontrado la mochila y carpeta en cercanías de la entrada a la ciudad y a través de una calcomanía pudo ubicar a que escuela concurría el alumno. Rápidamente se dirigió a la misma para devolverla. Las docentes realizaron la denuncia policial y la policía comenzó la búsqueda.

El chico apareció muy asustado cerca del mediodía y relató que cuando iba al establecimiento escolar ( 8.30 horas) fue obligado a subir a un coche. El hombre lo dejó en libertad muy cerca donde fue encontrado por colonenses en el cruce de la las Rutas 8 y 31.

La situación jamás se aclaró. Aunque al cronista de nuestro semanario prometieron una conferencia de prensa oficial. Un caso de interés público como el de un presunto rapto, sin dar nombres merece ser aclarado por los responsables de la investigación. Si el hecho sucedió, como dice la víctima para tomar los recaudos preventivos.