Parece que fueron ayer que los sucesos de los años 90. Para muchas generaciones, mayores de 30, dejaron secuelas indelebles, cicatrices que aún duelen. Las políticas económicas neoliberales, puestas en marcha por el entonces ministro de Economía, Domingo Cavallo, impulsaron la ley de convertibilidad que supuso la paridad del peso y el dólar, fomentaron la privatización de empresas estatales y facilitaron la importación de productos del exterior. Los viajes a Miami (que la disparada inflacionaria del gobierno de la Alianza Cambiemos provocó que este verano muchos argentinos elijan como destino Brasil para veranear porque resulta más económico que en algunos lugares de la costa bonaerense. La pizza con champagne eran estilo de vida para unos pocos. Pero volvieron y recargados, hoy muchos retornaron a "inundarse de champagne" con la reducción del impuesto a un "producto de primera necesidad" Fue la década de la desindustrialización y el desempleo. Si Marty McFly, de la película Volver al Futuro, programara el de Lorean para viajar de la década del 90 en Argentina al 26 de noviembre de 2016 no podría realizar el juego de las diferencias, porque citando otra película como "La guerra de los Clones", de la saga de "Star Wars", no notaría el cambio de presidente ni política económica. No es una película de miedo, ni terror, ni suspenso. Es peor: una pesadilla que padecen miles de argentinos. Estos dos mandatarios son como clones que engendra el neo-liberalismo para llevar a cabo un plan de ajuste que elevará la cantidad de pobres a cifras inusitadas Empezamos el año con una estrepitosa devaluación, miles de trabajadores del Estado despedidos, la inflación que no para de crecer, pari-tarias que cerraron por debajo de índice, una caída del consumo. Ya no se podrán jubilar las amas de casa ni quienes no posean los años de aportes que deben realizar sus patrones En los 90 se favoreció a los acreedores externos y los grandes conglomerados locales y extranjeros". Como en este año se favoreció a las empresas mineras, los grandes terratenientes, las empresas energéticas, los BUITRES, y los que especulan con la "bicicleta financie". Esta semana Macri, afirmó que los Convenios Colectivos de Trabajo (en los que se negocia tu salario, tus vacaciones, horas de jornada laboral, indemnización, pago de horas extras) "debilitan los puestos de trabajo". Si reflexionamos solo puede interpretarse que volvemos a una nueva "flexibilización laboral" Las frases insólitas también los hace clonar en el lenguaje bizarro y sin sustento: "Acá no se trata de sacarle a los ricos para darle a los pobres, como hacía Robinson Crusoe", decía Menem, tratando de justificar el ajuste. Esta semana Mauricio Macri indicó: "Para ponerse las cosas mejor se tienen que poner peor y hoy asumimos el dolor con bronca y garra la verdad de donde estamos. Y agregamos otra frase de similitud con Menem pronunciada en 1990: "Estamos mal, pero vamos bien". "Estoy en condiciones de volver a gobernar", decía en la década de los 90 el ex mandatario en funciones. A un año y con un país en crisis el actual presidente indicó en un reportaje: " No, para nada descarto la reelección en 2019" "Declaro a la corrupción delito de traición a la patria" (en su discurso de asunción al ser reelecto en 1995). En diciembre de 2015 en su asunción Macri declaraba "Este Gobierno va a combatir la corrupción, voy a ser implacable con aquellos que dejen de cumplir lo que nos dice la ley. Los bienes de la Argentina son para todos los argentinos y no para el uso incorrecto de los funcionarios" Pero asumió la presidencia con 214 causas cuyos motivos de algunas son: asociación ilícita, enriquecimiento y abuso de autoridad. Por su parte la vicepresidenta está seriamente complicada en una causa en la que no se pueden justificar fondos de la fundación "SUMA", la cual dirige. "los paladines de la Justicia" parece que cuando señalan con el dedo, este vuelve acusándolos a ellos mismos. «Pobres habrá siempre» dijo Menen en 1991.Por su parte el presidente Mauricio Macri, quien brindara hace un tiempo una conferencia de prensa tras conocerse las primeras cifras sobre pobreza en Argentina, en donde aseguró que su máxima promesa de campaña, Pobreza Cero, se desdijo y confirmó "es obvio que no se alcanza este objetivo". En el año 1990 Carlos Menem decía "No sé si voy a sacar el país del problema económico. Pero seguro que voy a hacer un país más divertido" . Cualquier parecido con la "revolución de la alegría" de Cambiemos es mera coincidencia. La gente parece despertarse más rápido de la pesadilla y el engaño. Las encuestas marcan que 7 de cada diez argentinos creen que la economía está muy mal en la actualidad y que se "gobierna para los ricos" En este retroceso económico y social, donde muchos perdieron la "memoria" de los costos que traían estos discursos carentes de contenido y que se "ilusionaron" solo con palabras y promesas falsas no podemos permitirnos bajar los brazos y que sigan despidiendo gente de su trabajo ni que se sigan perdiendo derechos. Atrás de cada persona que pierde su trabajo hay una historia de vida, de lucha, de desazón. Cada derecho que se pierda puede dejar afuera del sistema a cientos de miles de argentinos que solo soñaban con llegar a fin de mes y poder comer a diario y suplir sus necesidades básicas. Por eso hay que seguir, como dice Axel Kicillof "Tenemos que seguir luchando, por nosotros, nuestros hijos, nuestros nietos y el futuro de nuestra Patria" *Licenciada en Comunicación Social
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