La Provincia y Colón preparan ya las elecciones legislativas

(Especial agencia DIB)
Con el radicalismo otra vez en el rol del convidado de piedra, la gobernadora María Eugenia Vidal avanzó en la definición de los cambios en su gabinete, aunque la modificación institucional que más festejó esta semana se pro-dujo en otro poder del Estado, el Judicial, donde la salida de María del Carmen Falbo de la Procuración General le permitirá, además de sacarse de encima fantasmas políticos, impulsar otro tipo de política de persecución penal.

Luego de anunciar el encumbramiento de Federico Salvai a una recreada Jefatura de Gabinete, y de colocar a Joaquín de La Torre, en su reemplazo, al frente de Gobierno, Vidal prolongó de modo sugestivo una incógnita. ¿Quién reemplazará a ese último ministro como número uno de Producción, el cargo que dejará vacante? No es que se trate de una estructura de primer orden (aunque Débora Giorgi la hizo rendir políticamente y en su interior está el comando de los puertos y los parques industriales), sino que su futuro encierra claves políticas.
En efecto: luego de dividir esa estructura y restar en ese movimiento poder al radicalismo, que la controlaba a través de Jorge Elustondo cuando estaba unificada con Ciencia, ahora Vidal planea para Producción dos des-tinos, ninguno de los cuales contempla a la UCR. El plan A consiste en entregarle Producción a un alcalde peronista del Conurbano; el B, que se activaría si ese falla, en que se lo quede el monzoísmo.
Sea como fuere que eso se resuelva, lo cierto es que el radicalismo no tiene chances de recuperar el espacio de poder que perdió hace unos meses, lo que volvió a activar el descontento de sectores partidarios con Daniel Salvador. A veces, desde el Ejecutivo, parecen desentenderse de la suerte política del Vicegobernador: ¿Por qué, si no, habrían hecho correr el rumor de que analizaban disolver la cartera, cuando eso equivalía a decir que preferían que no exista a que la maneje un radical?
Otro dato inquietante para Salvador: el gobierno lo corrió de un expediente clave y le encargó al senador radical Roberto Costa las gestiones para hacer aprobar el pliego de Julio Conte Grand como nuevo Procurador General de la Corte, en reemplazo de María Del Carmen Falbo. Habría, para esa modificación, voluntad de avanzar en varios bloques políticos. La salida de Falbo se produjo en los términos relativamente incruentos (acordados) que diseñó el ministro de Justicia, Gustavo Ferrari, otro que asciende en la consideración de Vidal.
Victoria política del Gobierno, que la Procuradora haya aceptado jubilarse significa varias cosas: que probablemente no prosperarán denuncias en su contra (aun-que alguna la impulsa la diputada Elisa Carrió); que Vidal logró desactivar una terminal judicial clave de un sector del peronismo y que podrá avanzar con una política de persecución penal propia. Si Conte Grand supera el proceso de selección esa política tendrá, posiblemente, un sesgo claramente con-servador.
Casi en coincidencia con la resolución de esa vacante, podría votarse el presupuesto 2017. En el Senado es donde quizá la negociación sea más dura: allí a Vidal le faltan dos votos, o uno si se activa el curioso expediente de hacer reasumir su banca, al menos por una sesión, al intendente de José C. Paz, el ex ultra kirchnerista Mario Ishii, que baraja la posibilidad de acep-tar.
En Diputados, quizá todo sea más fácil: el peronismo acaba de asegurarse el control de la Defensoría del Pueblo (la propia Vidal se lo aseguró a un grupo de atónitos radicales que querían convencerla de transformar en efectivo el interinato de Marcelo Honores al frente de esa dependencia), y bate el par-che del endeudamiento, cuando en realidad de lo que está hablando es de repartir en tres (y no en dos, Cambiemos-FR) el control efectivo de la Cámar

En Colón

En Colón faltan muchas definiciones. El sector duro del kirchnerismo parece querer enfrentar a la administración "Casista". En este sentido se trabaja en posibles uniones. Ellos saben que ideológica-mente no tienen diferencias, pero necesitan limar as-perezas personales, y tener unidad de acción.
En cuanto el intendente Ricardo Casi prepara un cambio de gabinete para el 10 de diciembre. Entre las Secretarias que se mencionan en los pasillos se encuentra la de Seguridad. La misma versión indica que algunos concejales habrían presentado algunas "quejas" puntuales pero esto no pudo ser con-firmado. En cuanto a la Unión Cívica Radical, no se esta preparando si viene la orden de presentarse a las elecciones a Concejales con candidatos propios y en boleta separada con la gente del PRO. El Frente Renovador parece que tendrá unidad de cara a las legislativas. El tándem a renovar sería Carlos Traficante y Pedro Solé. Por otra parte el Frente Progresista Social tendría como principal sostén al socialismo. En una encuesta seria, aparecen midiendo por sobre algunos dirigentes con posibilidad de ser candidatos, mujeres y hombres que no vienen de la política ¿Habrá un voto antisistema en Colón?