El run run se va instalando, es cada vez más fuerte y el debate en la sociedad y desde las autoridades del Estado es urgente.
Basta considerar que el tema cuenta con dictámenes en el Congreso Nacional y con pro-yectos de ley en varias provincias, o que es una demanda de salud de miles de pacientes, para prestarle atención y entender de qué se trata, dejando a un lado los prejuicios y tabúes que generan pensar el derecho a la salud ligado a los beneficios de una planta de marihuana. Canna-bis o marihuana, es lo mismo.
Esa es la palabra que quizás, aparece y clausura discusiones que tienen hoy en Argentina varias aristas contradictorias: una legal, una científica, una comunitaria y una vinculada a la industria farmacéutica.
No obstante, hay una variable que determina todas las otras: la de la salud.
Y hay pruebas fehacientes de la comunidad científica que fundamentan los beneficios de los activos del cannabis para tratar distintas patologías, como la epilepsia refractaria, la fibromialgia, el cáncer, el Parkinson y el Lupus, entre otras.
Marcelo Morante, especialista en Medina Interna y del Dolor, docente de la facultad de Medicina de la Universidad Nacional de La Plata, utiliza tratamientos basados en cannabis con varios de sus pacientes, y explica que "sobra evidencia científica desde el año 2001 en el uso de cannabis para mejorar los casos de per-sonas que sufren dolor y cáncer" por lo que "dilatar el debate de fondo que proponen las auto-ridades sobre primero investigar y luego aplicar va en contra de los tiempos de la salud de miles pacientes", y agrega:
"El mensaje es claro: la evidencia científica para el uso de cannabis en dolor y cáncer existe en el 90% de los casos, para epilepsia refractaria, existe y es emergente pero existe", de modo tal que la autorización del uso es una cuestión política.
"Con eso ya alcanza para regular, no es necesario que nos manden acá a investigar", subraya.
Varias cuestiones llevaron a Morante a Canadá en 2014 a especializarse en el tema: una académica y profesional, ya que la facultad de Medicina de la UNLP empezó a investigar los alcances de los tratamientos con extractos de cannabis, y una personal y familiar.
Desde el conocimiento, afirma: "Lo que tenemos que hacer es acompañar al paciente, con todos los tratamientos posibles, para darle lo mejor a la persona".
LA CONTRADICCIÓN
La prueba científica de la cualidad sanadora del cannabis está. Hay médicos capacitados que prescriben aceite de cannabis, o cannabis inhalatorio para di-versas enfermedades, que com-prueban la mejoría de sus pacientes. Hay un tipo de aceite que se importa - al que no todos los pacientes tienen acceso por su costo - y que está autorizado por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat), pero que solo se utiliza para un 20% de las patologías. ¿Qué falta entonces? ¿Cuál es la discusión? El costado legal de la cuestión, que prohíbe el cultivo de marihuana en el país, incluso para fines medicinales o en el marco de una actividad del ámbito privado de las personas, sin perjuicio a terceros, tal como sostiene la Constitución Nacional.
Luz Juliano es abogada, usuaria de cannabis y secretaria de la Asociación Civil de Estudios de la Cultura Cannábica de Necochea y Quequén, la primera en la provincia de Buenos Aires en lograr personería jurídica - segunda en el país, la otra es Cannabis Medicinal Argentina (Cameda) - que se dedica a ofrecer charlas legales, y sobre todo, a informar y asesorar a personas con enfermedades crónicas que encuentran en el cannabis un tratamiento alternativo para sus dolencias.
Juliano apunta que hoy la discusión es "la de la pena por autocultivo o tenencia personal, que aún no está saldada" y deja en claro que "la Asociación defiende el uso medicinal, recreativo e industrial de las plantas de cannabis".
En esa línea, explica que "la Ley 23.737, actual ley de drogas, es inconstitucional ya que viola el artículo 19 de la Constitución Nacional", que sostiene que "las acciones privadas de los hombres que de ningún modo ofendan al orden y a la moral pública, ni perjudiquen a un tercero" serán prohibidas a los habitantes de la nación o puestas bajo regulación de un magistrado. No obstante, "de acuerdo a la ley de drogas, la madre que cultiva o el usuario de marihuana tanto para uso medicinal o recreativo, son lo mismo que un narcotraficante".
La joven también impulsa desde la Asociación Pensamiento Penal, en la que también está su padre, el Juez Mario Juliano, la campaña "A 30 años de Bazterrica", llamada así por el fallo de la Corte Suprema de Justicia del año 1986 que determinó que el condenado Gustavo Bazterrica no fuera penado por tenencia personal de estupefacientes, sentando jurisprudencia en el tema.
VOLVER A LO NATURAL
Julián Lemus vive en La Plata, tiene un vivero y se dedica también al autocultivo y al cultivo solidario de cannabis medicinal. Su acercamiento al tema comenzó por una cuestión recreativa pero luego entendió que en la planta había algo "que le hacía bien, que sanaba". Hijo de médicos de Ushuaia, empezó a investigar y hoy en su tienda de cultivo asesora a las personas que quieren conocer de la temática como pacientes o para ayudar a familiares o amigos enfermos. "Nos dedicamos a naturalizar a la planta del cannabis y a la elaboración del aceite, que no se vende, ya que creemos que la salud debería ser accesible para todos", sentencia.
Si alguien llega al vivero de Julián con inquietudes sobre el cannabis, primero lo va a invitar a acercarse a la biblioteca, a interiorizarse, luego a que pida el acompañamiento de un médico y recién ahí, podrá guiarlo en el autocultivo, cultivo solidario y extracción de aceite.
En tanto, sobre las posibilidades de curación a través del cannabis, resalta algo más, que también destacó Luz Juliano: el momento del cultivo, del contacto con la naturaleza, del cuidado de la planta, ya es sanador. "La enfermedad genera soledad, angustia, pero la planta te saca de eso, por el simple hecho de conectarte con la tierra", expresa Lemus, y reflexiona: "Nos lleva a preocuparnos por lo que le pasa al otro, a saber que no estamos solos, a saber que podemos ponernos en los zapatos del otro y ayudarnos entre todos".
Lemus, quien se define como cultivador, colabora con el doctor Marcelo Morante y con el proyecto "Cannabis y Salud" que impulsa el toxicólogo e investigador del Conicet Darío Andrinolo.
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