La iniciativa, enviada a la Cámara de Diputados para su tratamiento, modifica la Ley 14.107, que establece la normativa aplicable a la tenencia de perros potencialmente peligrosos. El nuevo artículo señala que "los dueños o tenedores de perros considerados potencialmente peligrosos deberán contar con seguro de responsabilidad civil que cubra los gastos de los daños o lesiones que puedan producir los mismos a terceros". Además, eleva el monto de las multas establecidas en la ley por ataques, que van de 500 a 2.000 pesos y pasarían a "entre dos y diez salarios mínimos". Las razas consideradas peli-grosas son Akita Inu, American Staffordshire, Bull-mastif, Bull Terrier, Doberman, Dogo Argentino, Dogo de Burdeos, Fila Brasileño, Gran Perro Japonés, Mastín Na-politano, Pit Bull Terrier, Presa Canario, Rottweiler, Staffor-dshire Bull Terrier. En Colón
Se calcula que las mordeduras alcanzan un piso de 120 años. Las víctimas son mayoritariamente menores. La zona alcanzada la parte superior del cuerpo (cara y brazos). También se registran acci-dentes, sobre todo en moto, donde se dieron casos de lesiones graves. El último caso de rabia registrado en Jurisdicción de Colón y que figura en el Centro de Zoonosis de Avellaneda es de 1978. Se trata de un perro que estaba ubicado en la localidad de El Arbolito. No existe peligro cierto de esta enfermedad, aunque siempre se debe estar con la guardia alta. En Colón el 90% de las mordeduras ocurren en los barrios. La mayoría de las víctimas son menores de 2 a 10 años. Los lugares más frecuentes de herida, son cara, cuellos, brazo y torso. Una vez que el perro mordió y el caso es denunciado o atendido en el Hospital Municipal, un veterinario lo tiene en observación por 10 días para descartar la enfermedad de la rabia.
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