"Es necesario contar con una ley que prevea alcohol cero al conducir", dijo el diputado Daniel Mon-fasani, en un comunicado en donde explicó que a través de la iniciativa busca introducir modi-ficaciones a la ley provincial de tránsito N°13.927, a partir de la cual la provincia adhiere a las disposiciones generales de su homóloga nacional N° 24.449, en lo que respecta a las normas que determinan la graduación alcohólica permitida para conducir. La ley nacional determina a partir de su artículo 48° la prohibición de conducir cualquier tipo de vehículo con una alcoholemia superior a 500 miligramos por litro de sangre. Por ello, lo que Monfasani busca de-terminar es la imposibilidad de conducir en el territorio de la provincia de Buenos Aires sin tolerancia de un mínimo de concentración de alcohol por litro de sangre.
Un problema de fondo
"Lamentablemente, los hechos demuestran que el alcohol sigue presente en los mal llamados 'accidentes de tránsito'. Sucede que a medida que se incrementa la ingesta de alcohol, se va perdiendo la adaptación de la visión a los cambios de luz, se tornan inexactas las distancias, disminuye el campo visual perdiendo la visión lateral y perjudica la reacción", dijo. Las estadísticas muestran que los siniestros automovilísticos son la primera causa de muerte entre personas menores de 35 años y la tercera entre la población en general. "Por ello, se torna necesario intensificar las medidas de prevención y mejorar el con-trol del Estado en cuanto al consumo de alcohol al momento de conducir un vehículo", afirmó el legislador y añadió que "esto implica avanzar en la consagración de una prohibición aún más estricta en pro de la salud y seguridad de toda la población bonaerense".
Educación y concientización
En el proyecto presentado, se prescribe que "aquel con-ductor que sea detectado conduciendo bajo los efectos del alcohol, la Justicia Administrativa de Infracciones de Tránsito Provincial, deberá de modo complementario ordenar al infractor la obligación de realizar trabajos comunitarios y de concurrir y aprobar cursos específicos de educación vial y prevención de siniestros de tránsito". Monfasani dejó en claro que "en la medida que no se complemente la presente iniciativa con programas de prevención y políticas de Estado que permitan visibilizar las consecuencias negativas que, generalmente, produce manejar bajos los efectos del alcohol, de nada servirá cualquier esfuerzo legislativo".
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