LAS AVENTURA DEL PIRINCHO (Cualquier semejanza con la realidad usted es un colonense más)
Vamos a volver…vamos a volver El Pirincho se fue a la cancha de bochas del mas guachón de los bares como es "El Milanesa", donde han pisado guapos colonenses de toda estirpe, y pelaje, y algunos que quiebran la muñeca pero disimulan. En ese viaje con regreso difícil, y con más vuelta que camino de montaña nuestros héroe de mil mateadas sin azúcar y yerba secada al sol, lo realizó con sus amigos más dilectos, el gaucho "Vela de Altar" (se prende en todas las celebraciones) y el gaucho "Arroz blanco" (sirve solo para acompañar).
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Una vez que llegaron, al antro del "descanso no forzoso" se sentaron en las sillas de pajas, y disfrutaron de todas las bebidas espirituosas sin distinción de razas, color, o credo, y despaciosamente se fueron mirando para adentró y soñando en color, con un inmenso escenario de bochas y bochines, regados por litros de fernet con gaseosa famosa y nadando en abundancia de globos amarillos, asados de tiras, emparedados de milanesas con tomate y lechuga, medias lunas de grasa, bolas de fraile (sin alusión personal), chivitos, lechones y ensaladas rusas, papas fritas, unos bifes con cebolla y hasta una parrillada con mollejas. El despertar fue muy duro estaban al finalizar el segundo semestre y solo tenían en el bolsillo dos tapitas de cervezas, un balero, y la boleta de luz del mes de julio, por lo que se pusieron a cantar ¡vamos a volver…vamos a volver!...
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