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23/09/2016
Editorial por Cynthia Calvigioni

La delgada línea roja


Los viejos amores que no están. La ilusión de los que perdieron. Todas las promesas que se van, y los que en cualquier guerra se cayeron. Todo está guardado en la memoria. Sueño de la vida y de la historia. León Gieco


El 2 de abril de 1982 el Gral. Leopoldo Fortunato Galtieri, desde los balcones de la Casa Rosada, daba un discurso ante una plaza colmada y vitoreaba " Sé que este día 2 de abril de 1982 marca un jalón trascendente para la historia argentina del siglo que vivimos. En estos momentos miles de ciudadanos, hombres y mujeres en todo el país, en todos los pueblos, en las pequeñas granjas, en las ciudades y en esta Plaza de Mayo histórica que ha marcado rumbos a través de la historia nacional, ustedes, los argentinos están expresando públicamente el sentimiento y la emoción retenida durante 150 años a través de un despojo que hoy hemos lavado. (…) Los tres Comandantes en Jefe, Comandante de la Fuerza Aérea Argentina, Comandante en Jefe de la Armada Nacional y el que les habla,…no hemos hecho otra cosa que interpretar el sentimiento del pueblo argentino …que esta acá y en toda la república" Ese día fue el desembarco argentino en las islas, y el comienzo de una guerra nefasta.
Se había llegado a esta decisión ya que el "Proceso de Reorganización Nacional" empezaba a tener su caída que se veía plasmada en sus medidas económicas: inflación anual, recesión profunda, destrucción de las clases medias, feroz endeudamiento externo, salario real cada vez más desvalorizado, fuerte aumento de la pobreza (cualquier similitud con la situación de la economía actual es mera coincidencia). Se empezaba a investigar sobre los "desaparecidos" y es por ello que se apeló al nacionalismo y levantar el baluarte de un posible triunfo en un enfrentamiento bélico que estaba condenado al fracaso desde su inicio por la desigualdad de fuerzas entre los contrincantes.
El 14 de junio de 1982, Margaret Thatcher comparecía en el Parlamento británico para informar de la rendición de Argentina y el fin del conflicto. 655 argentinos habían muerto. En el cementerio de Darwin aún se encuentran enterrados los restos de 237 combatientes argentinos. De ellos, 123 continúan sin ser identificados. Las cruces blancas que señalan su lugar llevan inscripto: "Soldado argentino sólo conocido por Dios". El Centro de ex Combatientes de Malvinas, en 2006 estimó que la guerra había causado un mínimo de 350 suicidios. Los jóvenes soldados que concurrieron a esa guerra funesta combatían no sólo con el enemigo sino también con el frío, el hambre y la indiferencia de buena parte de los mandos superiores.
Esto son algunos datos para refrescar la memoria de lo que estuvo en "juego" en esta decisión que se transformó en un capítulo "oscuro" de nuestra historia reciente.
La cuestión de la soberanía en las Islas volvió a ser noticia esta semana. En su discurso ante la ONU, el presidente Mauricio Macri minimizó la ocupación en Malvinas como un "diferendo de casi dos siglos" con el Reino Unido, sin hacer hincapié en la soberanía argentina. Luego declaró "livianamente" sobre un tema tan delicado, que Theresa May, primera ministra británica, "se arrimó un instante a la mesa a saludarme y decirme que esperaba que en el futuro nos pudiésemos sentar a dialogar y yo le dije que Argentina estaba lista para tener un dialogo abierto que incluya todos los temas, incluyendo la soberanía". En relación a la declaración conjunta firmada entre ambas cancillerías, que en sus puntos destacados permite seguir usurpando a nuestro país recursos como la pesca o los hidrocarburo o tener una libre navegación de sus barcos y que ya generó polémica en el Congreso, Macri pidió "manejar la ansiedad".
La palabra soberanía está asociada, dentro del ámbito de la política, al hecho de ejercer la autoridad en un cierto territorio. Esta autoridad recae en el pueblo, aunque la gente no realiza un ejercicio directo de la misma sino que delega dicho poder en sus representantes.
Esto parece que es un tema de "liviandad" para nuestro presidente, quien parece no entender el dolor y el sufrimiento de tantas familias argentinas que lloraron a sus familiares muertos en las islas, de tantas heridas que aún a pesar de los años no cicatrizan en la memoria de quienes vivieron ese infierno, de años y años de colonización económica y "robo" de patrimonio que pertenece a nuestro país y que nos arrebataron. No resulta difícil de comprender. Ya había hecho declaraciones antes de ser electo presidente manifestando "Nunca entendí los temas de soberanía en un país tan grande como el nuestro" y agregaba que "las Islas Malvinas serían un fuerte déficit adicional para la Argentina". Lo que no distingue Macri es que no es una cuestión de "globos o de "Cambiemos". Es un tema de Estado. Y muy serio. Por eso se ha convertido en parte de la lucha de la "patria Grande", y de nuestra identidad como Nación.
El papelón tras las declaraciones en la ONU y su conversación con la premier británica se hizo internacional. Miembros del Foreign Office "desmintieron" al presidente argentino y remarcaron que "nunca" se habló del tema de la soberanía.
Para seguir con la línea de mandos de declaraciones bochornosas la canciller Susana Malcorra trató de apaciguar "el tono de las declaraciones" y echó nafta al fuego ya generado, contradiciendo a Macri: "Tengo que ser franca, no creo que la primer ministro le haya dicho que sí" y precisó que la soberanía es una cuestión por debatir con Gran Bretaña, pero 'de ahí a decir que el tema ya está en la mesa, y que ya hemos acordado avanzar en el tema hay un gran recorrido'"
Y como este gobierno está acostumbrado a "aprender sobre la marcha" y hacer y deshacer como si fuera el tejido de Penélope, y tras la "lluvia" de críticas y la desmentida de la Canciller y el Reino Unido, Macri se desdijo y señaló que no hablaron de soberanía con la premier británica.
Hasta los Kelpers se burlaron del presidente argentino en la red social Twitter "Ay, Macri, ¡venías tan bien! Ahora que la arruinaste, ¿cómo podemos confiar en vos?", escribieron en la cuenta oficial de Twitter. Bochornoso
¿Había quienes reclamaban volver al mundo? Volvimos, pero sin inversiones y con escándalos como este o los Panamá Papers.
Tras este bochorno episodio la comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados citará el miércoles próximo al vicecanciller Foradori para que exponga sobre los puntos firmados en la declaración entre Argentina y Reino Unido por Malvinas.
Justificando la vergüenza y el escándalo que esto generó el diario La Nación indico minimizando el hecho que lo del presidente fue un "transpie semántico". El mismo Macri dijo que esto no opacó el balance de la gira, donde solo volvieron cargados de ilusiones y promesas y las manos vacías. En relación a estas controversiales declaraciones la ex presidente Cristina Fernandez de Kirchner, en un acto en el Club Atenas de La Plata donde participaron miles de estudiantes universitarios lo criticó duramente "Cuando uno escucha hablar tan ligeramente de Malvinas dice qué maldad, pero es explicable desde la estupidez" y pidió "desagraviar a quienes dieron la vida por Malvinas por las muestras de mediocridad...", y terminó señalando irónicamente: "Tarde o temprano, todos terminan mostrando la hilacha".
La soberanía de los pueblos libres solo puede ser defendida por los ciudadanos que, empoderados por sus derechos, decidan no dar un paso atrás, reivindicando las gestas que forjaron a nuestra Patria Grande desde un ideal de libertad, democracia, soberanía política y justicia social, independencia económica, cultural y educativa, en un proyecto inclusivo, popular y nacional que proteja los intereses de los sectores más vulnerables, donde el país avance con los argentinos adentro y no excluyéndolos. Ojalá este gobierno actual entienda el significado de estas palabras y comprenda que deberá hacer cambios en sus políticas económicas y sociales para que los marginados de un sistema neoliberal no sean cada día más. Y que reflexione sobre la liviandad con que se trató el tema de Malvinas, por respeto a los muertos caídos en batalla, a sus familias y amigos, a los heridos, a los que aún viven cada día la pesadilla que padecieron y lograron sobrevivir en la isla, a los miles de argentinos que nos sentimos estafados y engañados por una guerra sin sentido que un improvisado presidente "minimiza" con palabras desacertadas.
*Licenciada en Comunicación Social


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