Pasaron 50 años para que eso suceda. La última y única vez había sido el 2 de octubre de 1966. River, Boca, Racing, San Lorenzo e Independiente sonrieron. Todos con rivales complicados. El millonario se hizo fuerte en Córdoba y cortó la racha de 40 partidos invictos de Talle-res. No lució pero convenció. Arturo Mina gritó por primera vez con esta camiseta e hizo historia ya que ningún ecuatoriano lo había hecho en toda la historia del club. Además Andrés D'Alessandro parece haber recuperado la memoria. El enganche hizo todo simple. Jugó e hizo jugar demostrando su calidad. Otro punto alto fue Moreira. Punto para Gallardo. Desconocido por estas tierras el paraguayo ya demostró sus cualidades. Marca, rápidez, criterio para pasar al ataque y lastimar, remate son algunas de sus características. Encima el entrenador debió cambiarlo de punta en el fondo por la lesión de Casco y el ingreso de Mayada. Ahora River buscará su tercer triunfo en fila en el Monumental cuando reciba a San Martín de San Juan que aún no sumó de a tres. Por su parte Boca ganó, goleó, gustó y se amargó. Si leyó bien. Todo tiene una explicación. Tres a cero a Belgrano de Córdoba con buen volumen de juego y mas de un tiempo con un hombre menos. Carlos Tevez otra vez lo hizo. Esta vez no fue por juego brusco sino por insultar a Germán Delfino. El Apache convirtió el primer tanto y se perfilaba para ser figura pero ahora deberá estar varios partidos afuera. El xeneize irá a Mendoza para enfrentar a Godoy Cruz, encuentro que tendrá la autorización para que el público de Boca pueda estar presente. Avellaneda también está feliz. La Academia comienza a tener la identidad Zielinsky. Orden defensivo y aprovechar las situaciones de gol creadas. Claro está tiene otros nombres para no realizar los mismos planteos que cuando era el técnico de Belgrano. También otras son las exigencias. Sino que lo diga Facundo Sava. Racing ahora enfrentará a Defensa y Justicia que solo obtuvo un punto de seis. Mientras que Independiente tiene puntaje ideal. Belgrano y Godoy Cruz fueron sus víctimas. Milito entendió que en el fútbol de hoy hay poca paciencia. Su idea futbolística es la que desarrolla Barcelona pero para eso se necesita tiempo y jugadores para llevarlo a cabo. El club está necesitado de un título y en consecuencia ganar es lo único que le importa al hin-cha. No interesa si salen jugando de abajo o la revientan a la tribuna. El rojo cerró una semana ideal al avanzar en Copa Sudamericana y dejar en el camino al último campeón del fútbol argentino como es Lanús. El sábado será visitante de Quilmes que no ganó en sus dos presentaciones. Por último hay que hablar de San Lorenzo. El Ciclón está contento en dos frentes. Por un lado en el torneo doméstico venció en Florencio Varela a Defensa y Justicia con un gran cotejo de Sebastián Blanco. Por otro lado dio vuelta la serie en Copa Sudamericana contra Banfield. La ida había sido esquiva con derrota 2 a 0 pero en el Nuevo Gasómetro a los diez minutos había anotado tres goles. Parecía que el trámite iba a ser tranquilo pero el 4 a 1 final estuvo en peligro. A tres minutos del epílogo otra vez Torrico (y van) se convirtió en héroe al detenerle el penal a Santiago Silva. El sábado otra vez jugará en su estadio. Será el clásico con Vélez que llega entonado después de ganarle a Rosario Central. Seis equipos tienen seis puntos. Además de River e Independiente se suman a ese lote Newell's, Atlético Tucumán, Estudiantes y Gimnasia. El campeonato de a poco va tomando color. Ojalá que la paridad siga y que el final allá por mayo de 2017 sea emocionante, cabeza a cabeza y el formato largo no favorezca solo a los equipos grandes. *Periodista. Director Técnico Nacional de Fútbol
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