El Observatorio de la Deuda Social Argentina de la UCA presentó una ampliación del Informe del Barómetro del Narcotráfico y las Adicciones en la Argentina 2010-2015: Fragilidad Social por Venta de Drogas y Adicciones Severas en Áreas Urbanas. Conductas de Riesgo en Contextos de Exclusión Social. De acuerdo con el estudio, los valores más altos en el registro de venta de drogas son superiores en las regiones urbanas de mayor concentración de población (el Área Metropolitana de Buenos Aires y la región Pampeana), así como también en el norte del país (NEA y NOA). Sin embargo, las regiones que registraron mayor crecimiento entre 2010-2015 fueron la Patagonia y el NEA, así como también el Conurbano Bonaerense y el interior del Área Metropolitana. El análisis de la evolución del registro de venta de drogas según características socioresidenciales de los barrios revela la alta vulnerabilidad que presentan frente al problema los asentamientos informales y los barrios de sectores populares y clases medias bajas urbanas. Esto se expresa tanto en la tasa de expansión del problema como en los altos niveles de incidencia registrados. Por otra parte, si bien el registro de venta de drogas tiende a ser más alto en los espacios con baja presencia policial el problema se incrementó de manera independiente de este factor. Entre los jóvenes encuestados el 43,7 por ciento consumió alguna droga ilegal alguna vez en su vida, el 27,3 por ciento lo hizo durante el último año, y el 22,1 por ciento durante el último mes. Al igual que en el caso de consumo de alcohol, los varones presentan mayor prevalencia que las mujeres para todas las categorías y períodos. Sorprendentemente, los varones más jóvenes presentan mayores niveles de consumo que sus pares más grandes, donde la edad promedio de inicio de consumo es de 15,5 años. Si se considera la edad de inicio según quienes consumieron en el último mes distintas sustancias se encuentra que entre aquellos jóvenes que consumieron marihuana la edad promedio en que probó alguna droga es de 15,4, mientras que entre los que consumieron cocaína en promedio probaron alguna droga por primera vez a los 14,5 años, y entre los consumidores de pasta base o paco probaron a los 14,1. Se insinúa así una cierta correlación entre el consumo más precoz y el consumo de sustancias "más duras". Entre quienes consumieron drogas alguna vez se observan distintas prácticas de consumo. Mientras que el 49,5 por ciento tiene un consumo ocasional (con una frecuencia de algunas veces al año o menos), el 14,5 por ciento lo hace de forma regular (consume drogas al menos una vez por mes), y el 36 por ciento realiza un consumo intensivo (consume semanalmente o diariamente). En términos generales los varones consumen con mayor frecuencia que las mujeres. Considerando las modalidades de consumo según edad y sexo, se observa que si bien entre los varones predomina el consumo intensivo, es mayor entre los más jóvenes (17 a 20 años) que entre los más grandes (21 a 25 años). De manera inversa, entre las mujeres si bien predomina en gran medida el consumo ocasional, el consumo intensivo se incrementa conforme a la edad. La presencia en los hogares de adicciones severas a las drogas o al alcohol tiene un efecto casi estable, sin diferencias significativas, en tanto que el consumo de alcohol observa una tendencia decreciente entre 2012 y 2015. En el 3,4 por ciento de los hogares urbanos de la Argentina se mencionan adicciones severas. El alcoholismo es la adicción con mayor presencia, mientras que el consumo de drogas ilegales es una problemática que afecta al dos por ciento de las familias. Otra de las conclusiones del informe marca que estudiando los diversos sistemas urbanos pueden observarse perfiles de adicción distintos en cuanto al alcohol y a las drogas. En Área Metropolitana de Buenos Aires hay una mayor problemática asociada a las drogas (especialmente en el Conurbano Bonaerense) en tanto que en NOA y NEA es sobresaliente el alcoholismo. Al asociar las toxicomanías analizadas las regiones urbanas Conurbano Bonaerense, NOA y NEA se posicionan por sobre el resto en la severidad de la adicción. El estudio particular de los jóvenes de asentamientos informales del Conurbano Bonaerense da cuenta de la mayor vulnerabilidad de estos jóvenes frente al avance del narcotráfico y las drogas en los barrios, dado su particular contexto de exclusión social y la ausencia de un Estado protector.
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