Pisculichi entre otros pero el DT los reemplazo por Batalla, Moreira, Lollo, Mina, Rossi y Larrondo. La idea de juego es clara. O al menos hay una intención. Presión alta ejercida por Alario y Driussi. Justamente este último tuvo ofertas de Velez pero el entrenador pidió expresamente que se quede. No se equivocó. Aprovechó la confianza del entrenador y su rendimiento creció. Abrió el marcador contra los colombianos y el taladro. Relegó a Mora al banco de los relevos por juego aunque el uruguayo viene con molestias físicas. Otro punto clave en este River es Leonardo Ponzio. Es el termómetro del equipo. Si él juega bien sus compañeros se contagian. Es el motor del mediocampo y el único con vocación de marca ya que Ignacio Fernández ahora en posición de volante interior colabora pero no es su fuerte. Además D´Alessandro y Martinez son los encargados de intentar la generación de juego. Es cierto que el camino recién comienza pero ya se pudo ver que quiere Gallardo para lo que viene. La Copa Argentina es el principal objetivo debido a que nunca la ganó y si lo hace por primera vez tendrá el pasaje a la próxima Libertadores. Única posibilidad que tendrá de clasificar al torneo más importante a nivel continental. Cuando vuelva el fútbol luego del receso por eliminatorias rumbo a Rusia 2018 el millonario visitará en el Mario Alberto Kempes a Talleres de Córdoba. El re-ciente ascendido tiene un dato que no es menor: lleva 40 partidos sin ser derrotado lo que significa una de las mejores rachas en la historia del fútbol argentino.
LO PEOR
Boca. No fue el comienzo ideal. Enfrente estuvo Lanús. El campeón del fútbol doméstico aprovechó los errores del xeneize y se llevó el triunfo. Hasta le sobró al ejecutar un penal y desviarlo por arriba del travesaño por Brian Montenegro cuando el partido estaba igualado en cero. Dirigentes, cuerpo técnico, jugadores e hinchas coin-ciden en que el presente dista mucho del ideal. Aún quedan secuelas de la eliminación en semifinales de Copa Liber-tadores. Luego de eso Guillermo Barros Schelotto decidió renovar el plantel y traer jugadores. Orión y Cata Díaz fueron las salidas más reso-nantes. Los directivos cumplieron con el pedido excepto con Marchesín. El arquero se quedó en México y en consecuencia Sara es el titular. Da la sensación que el problema no son nombres sino que no se sabe a que juega Boca. No se ve la mano del técnico. La defensa muestra inseguridad. En el medio-campo hay variantes de apellidos pero el único que se destaca es Pablo Perez. Mientras que todos se preguntan que le pasa a Carlos Tevez. Este "Apache" lejos está de parecerse a aquel que llegó de Juventus con un nivel superlativo. Por momentos camina la cancha. No se lo nota cómodo. Ni Arruabarrena ni Guillermo parecen haberle encontrado la posición en que más rinda o los compañeros ideales para su juego. Probaron con que sea centrodelantero, nueve falso, segundo delantero y hasta generador de juego. No rindió con continuidad en ninguno de esos puestos. Hasta algunos aseguran que por su cabeza pasó la idea de dejar el club por más que el propio Tevez lo haya desmentido. El jugador sabe que todos esperan más de él y por eso su fastidio. Hasta llegó a declarar pos Lanús: "Uno no se quiere salvar, pero si entraban las dos pelotas de gol que puse el puntaje seguro era otro. Igual el puntaje que me pongan no me interesa, me interesa ganar y hoy no se ganó, por eso me voy triste". Télefono para sus compañeros. Ahora Boca deberá pensar en Belgrano para intetar reponerse del mal debut. La misión de Barros Schelotto será darle una identidad de juego a su equipo de lo contrario todo se le complicará. *Periodista. Director Técnico Nacional de Fútbol.
|