En líneas generales, el nivel de actividad en la provincia de Buenos Aires retrocedió un 1,3% en el primer trimestre, según el Indicador Trimestral de Actividad Económica (ITAE) del ministerio de Economía bonaerense, que marcó una caída respecto al último período del año pasado, que cerró con un saldo positivo de apenas el 0,7%.
En cuanto a la actividad de la industria manufacturera bonaerense (que representa el 40 por ciento del total del país), informes privados destacan una contracción del 3 por ciento en los primeros cinco meses del año.
Según la Federación Económica de la provincia de Buenos Aires (FEBA), el sector automotriz fue el más afectado por el descenso de la actividad económica, y acumuló en cinco meses una caída de 15 por ciento interanual.
En tanto, los números oficiales de la provincia, disponibles solo para el primer bimestre de 2016, marcaban un mínimo repunte, con una recuperación del 1,1% con respecto de igual período de 2015. No obstante, los datos oficiales siguen muy lejos de los niveles de 2012-2013, cuando la actividad mostraba un claro índice positivo.
Según los datos oficiales de los primeros dos meses del año, el principal aliento de la industria manufacturera fueron las textiles, que aumentaron su volumen de producción en un 16,7%, mientras que el resto de los principales rubros marcaron caídas:
alimentos y bebidas (-2,6%), tabaco (-7,1%) y vehículos
(-14,1%).
La industria manufacturera no tuvo una mejor performance en las exportaciones, donde se registró una caída del 19,8% en las ventas al exterior durante el primer cuatrimestre de 2016, dentro de una caída general del 4,7%, según datos oficiales.
Dentro de las ventas al exterior se destaca una fuerte alza de los productos primarios, que registraron una suba del 29,2% empujados principalmente por una venta récord de cereales (1.100 millones de dólares solo en el primer cuatrimestre, un 47,4% más que en igual período de 2015), lo que marca clara-mente una repunte gracias a la eliminación o reducción de las retenciones anunciadas por el Gobierno nacional a fines de 2015.
VENTAS Y EMPLEO EN BAJA
La caída de los principales indicadores de actividad se replica también en la cotidianidad: según FEBA, las ventas minoristas cayeron un 9,2 por ciento en mayo con respecto a igual mes del año pasado. Según el informe, las bajas más des-tacadas se produjeron en electrodomésticos (-19,6%), golosinas (-15,3%) y materiales para la construcción (-12,7%).
En este caso, los datos oficiales disponibles coinciden: según un informe del ministerio de Economía bonaerense las ventas en comercios minoristas de alimentos y vestimenta retrocedieron en los últimos meses empujando a una caída en el empleo de esos rubros.
De acuerdo a la información oficial, realizada en base a mediciones registradas en la ciudad de La Plata, en marzo (último mes disponible) las ventas minoristas del rubro de "Alimentos en comercios chicos" cayeron un 3,2%. En tanto, a nivel interanual se registró un aumento de los ingresos en pesos del 11%, aunque si se considera una inflación cercana al 40% por ciento (según el índice Congreso trepó al 35,5 por ciento en ese período), la caída en el volumen de comercialización es mucho mayor.
En este marco de retracción se registró una caída del 0,5% en los niveles de empleo con respecto a febrero. Las actividades más afectadas fueron la venta de alimentos en comercios grandes, con una caída del 2,5 por ciento en marzo y de un 5,3 por ciento interanual. En tanto, en el rubro Combustibles hubo una caída mensual del 2,2 por ciento del personal contratado, mientras que los comercios dedicados a la venta de indumentaria mostraron una baja de empleados del 1,4 por ciento.
LAS CUENTAS BONAERENSES
En lo que a las cuentas públicas se refiere, la Provincia obtuvo un superávit de 1.933 millones de pesos, muy superior a los niveles registrados en igual período del año pasado.
Según el informe oficial, el superávit se basó principalmente en el mayor ritmo de crecimiento interanual de los ingresos totales (32,1%) sobre los gastos (29,3%), aunque en esta relación aun no entran de lleno los aumentos salariales pautados en marzo, que comenzaron a impactar en las cuentas a partir de abril, en algunos casos con retroactividad a enero.
En ese marco, los informes oficiales del Gobierno bonaerense marcan un incremento del 32,1% de los ingresos totales del fisco bonaerense, un rubro en el que se destacó un incremento interanual del 74,6% del Fondo Sojero, a raíz del incremento de las exportaciones. En total, los recursos tributarios nacionales se incrementaron un 34,4%.
En este rubro, las principales espadas económicas de María Eugenia Vidal esperan un fuerte incremento de la mano del comienzo de la devolución de la Coparticipación retenida por Anses (un 3% este año hasta llegar al 15% total en 2020) y de un posible acuerdo por el descongelamiento del Fondo del Conurbano.
Por su parte, el financiamiento propio a partir de la recaudación provincial significó para el Gobierno un incremento del 34,1%. Estos números, a primera vista positivos, se relativizan si se tiene en cuenta las proyecciones inflacionarias: mientras que la recaudación provincial marcó un saldo positivo del 38,1 por ciento en mayo, la inflación "Congreso" para ese período fue del 43,6%. Este déficit no es nuevo: ya se registró el año pasado y marca que los ingresos genuinos de la provincia corren por detrás de la suba de precios desde hace más de un año.
En este marco, no es casual que el principal tributo bonaerense sea Ingresos Brutos (aumentó un 34,2% en mayo), que grava la actividad económica y, por ende, va "enganchado" a la inflación. Esta estructura convierte en "regresivo" el sistema impositivo provincial, puesto que carga el principal peso sobre los bienes de consumo y no sobre los bienes de capital.
El Gobierno tomó nota de esta situación y prometió comenzar a modificarla a partir de la próxima Ley Impositiva.
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