LAS AVENTURA DEL PIRINCHO (Cualquier semejanza con la realidad usted es un colonense más)
El Pirincho vendió el pingo El Pirincho se compró una bicicleta, playera y de mujer, porque no puede alimentar el pingo (entender en forma literal) y nada tiene que ver su fiel mujer que se ilusiona favorablemente cada vez que nuestro amigo llega al rancho y tiene esperanza de un cambio cada vez que se va. No es para menos ni para multiplicar. La alfalfa está por las nubes, y el caballo es muy delicado y criado en gobiernos nacionales y populares. En este presente, deberá alimentarse con quinua, y radicheta amarga, que en este duro presente están naciendo en la banquina derecha.
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El caballo con la venta y el traspaso de mano anda preocupado. El yeguarizo sabe que en cualquier momento lo pasan a degüello y aparece en una parrilla presentado en bandejitas de telgopor llenas de carne asada con un cartelito por 30 pesos "pruebe carne de potranca". En esta línea de pedalear contra el viento, también están adheridos el gaucho "Huevito Kinder" (Tiene más grande el huevo que el juguetito) y el Gaucho "Gimnasia" (Es muy bueno pero cansador). El grave problema que tienen los tres amigos, es que en el Bar La Milanesa, no hay estacionamiento de bicicleta y es porque son buenos gauchos y muy tradicionalistas que llevan los pequeños vehículos y los atan al palenque con una rienda de cuero, sin sobar.
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