Policiales
Decenas de muertos y heridos, una colonense quedó varada en el Aeropuerto En medio del atentado que sacudió el aero-puerto internacional de Estambul comenzaron a aparecer las historias de los argentinos que estaban "en tránsito" en la ciudad turca y que viajaban hacia ciudades como Barcelona y Núrem-berg, entre otras, a través de Turkish Airlines. Cintia To-mino nunca pensó que el vuelo TK16 de Turkish Airlines que tomó en Ezeiza el lunes a las 23.10 terminaría así. Su plan de viaje era hacer escala en Estambul y seguir rumbo a Núremberg, en Alemania, donde debía bailar con su pareja pero nada de eso pasó.
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Dios, destino, karma, casualidad. El avión aterrizó en la capital turca minutos después de que ocurriera el atentado terrorista que dejó al menos 38 muertos. "Me di cuenta de que algo estaba distinto porque nos hicieron bajar por el lado de la salida, sin control migratorio", contó Sin ser consciente de que ella y los 19 argentinos que venían en ese avión se habían salvado de milagro, Cintia percibió un clima de desesperación. Gente que corría sin un rumbo definido, ruidos y ansiedad. A pesar de que le costó mucho que alguien le hable en inglés, una mujer logró explicarle lo que había pasado. Sin saber qué hacer ni a donde ir, los argentinos varados en el aeropuerto Atatürk permanecieron juntos. "Estamos bien. Necesitamos ayuda del Consulado para saber qué hacemos", pidió . Y aprovechó la comunicación con Argentina para avisarle a la familia de María del Carmen Murauska, una mujer que viajó con ella, está bien. "Estamos en tránsito, la mayoría de los que estamos acá tenemos avión más tarde y no sabemos qué hacer; algunos iban a París, Madrid o Barcelona. La aerolínea no se hace cargo y del consulado no nos responden", afirmó Tomino, cerca de las 20 del martes Y describió la situación: "Somos unos 20 argentinos que intentamos estar juntos, nos estamos ayudando entre todos; nadie nos atiende los teléfonos. Estamos bien. La gente quedó muy alterada, nadie habla inglés, no in-forman nada. La gente es-cucha y corre para un lado y el otro; están todos desesperados". Según relató, el avión donde viajaba ella llegó a las 23.30 hora local, es decir más de una hora después del atentado suicida. "Aterrizamos y nos hicieron pasar por otro lado. Nos salvamos por poco", contó angustiada. Al momento de la comunicación, la joven se estaba subiendo a un colectivo con otro grupo de argentinos para ir a un hotel en el centro de Estambul, todo por cuenta de ellos. Un caso similar fue el de dos chicas de 20 años que estudian filosofía en la Universidad Nacional de La Plata. También por Turkish Airlines, habían partido desde Ezeiza con Barcelona como destino final, donde iban a estar un mes. Tenían 9 horas de tránsito en Estambul. Llegaron 15 minutos antes del atentado suicida.
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