Asimismo, en el documento se destaca: "La consideración sobre el ambiente está creciendo en la sociedad como punto de atención. Esto está demostrado por el alto grado de preocupación puesto de manifiesto sobre la producción agropecuaria en los últimos tiempos en lo referente al uso de los fitosanitarios". Según advierten los investigadores este proceso se da principalmente en las franjas periurbanas, que constituyen "espacios intermedios y sin delimitación aparente entre lo que se considera que termina el pueblo y comienza el campo". Los investigadores proponen que para atender este fenómeno social es necesario desarrollar el concepto de "agromedicina", con el fin de "generar un nuevo espacio de información y formación en el manejo de los fitosanitarios para los actores de la producción, de la vida rural y urbana" ya que asocia de manera íntima dos aspectos: la salud y la producción. Más información: Según el trabajo "Relevamiento de normativas sobre aplicaciones de fitosanitarios en zonas periurbanas de los departamentos del sur de Santa Fe", de Bulacio, Giuliani y Gonella, que se realizó en los departamentos Belgrano, Iriondo, Rosario, Caseros, Constitución, San Lorenzo y General López, donde sobre 120 localidades censadas se encontró que 97, o sea el 81 por ciento, poseen ordenanzas relativas a la aplicación de fitosanitarios. Otro dato significativo es que la mayoría de esas regulaciones (casi el 75 por ciento) fueron elaboradas durante el período establecido en los últimos diez años, cuando el modelo agrícola llegó a su pico de producción y se multiplicó considerablemente la utilización de herbicidas y pesticidas como insumo fundamental para la producción de soja transgénica. "De las localidades que poseen ordenanzas se observó que la mayor proporción (el 56 por ciento) fueron promulgadas entre los años 2006 y 2010", indica la investigación, que recuerda que en Santa Fe existe legislación sobre el tema desde el año 1978, aunque la que rige en la actualidad es la ley 11.273 sancionada en 1995. Para los investigadores de la facultad de Agrarias, esta explosión normativa de la última década se explica por la atención creciente de la percepción pública sobre las aplicaciones de agroquímicos "debido a los accidentes y posibles malas prácticas en la aplicación de fitosanitarios", lo cual llevó a que se "mejoraran las regulaciones y los controles" tanto a nivel provincial como municipal. Por último, el trabajo sugiere que tanto los municipios como las comunas "deberán delimitar bien la zona urbana de la rural", y que las ordenanzas promulgadas tendrán que "ser aplicables de acuerdo a la idiosincrasia de cada población", y realizarse "con acuerdos y consensos de todos los actores involucrados"
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