El más dicharachero fue nuestro héroe de mil mateadas, curtido en los entreveros de disfrazados de carnaval cuando jugaban con agua perfumada en esa tardecitas veraniegas del barrio 9 de Julio. Gaucho corajudo si lo hay. Pero pasando a nuestra problemática, entre sus ideas expresó que las autoridades podrían asociarse a los hombres de "amarillos" que pueblan la pampa húmeda sacando pingues ganancias de nuestra Pachamama y que donen los marlos como en el 2002 y los amontonen en las esquinas, para que el pueblo bendecido por tanta caridad vaya a recogerlos (con perdón de la palabra). En una votación democrática armaron un petitorio y se lo llevaron a Ricardo para su aprobación...
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