Editorial
Con los abuelos no por Cynthia Calvigioni "Lo que recuerdo con más cariño de mi formación como humano, fue sin ningún lugar a duda lo que me enseñaron mis abuelos: de los padres recibí la formación ética, práctica y académica; pero de los abuelos aprendí a amar y ser amado" Carlos I. Romero
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Un abuelo es un ser especial. Una persona que detrás de esas arrugas y canas esconden historias de lucha y vida. Una abuela que trabajo por años en la casa, cuidando a nuestros padres, supervisando su crianza, siendo la jefa del hogar. Un abuelo que muchas veces trabajó en "negro", de sol a sol, en el campo, en el ferrocarril, en alguna metalúrgica o textil, donde quizás no le hicieron aportes. Son un pilar en cada familia, muchas veces siguen trabajando al cuidado de sus nietos porque sus hijos tienen que trabajar para sostener el nuevo hogar. Son a quienes recurrimos para un concejo, para que nos cuenten de las historias de la familia, que nos describan como era la vida en un "tiempo lejano" Esta semana el Gobierno confirmó que no renovará la moratoria previsional. Desde ANSES afirmaron que no extenderán la medida, por lo que los trabajadores que cumplan edad para jubilarse y no cuenten con los aportes necesarios no podrán hacerlo. Este es un derecho que habían ganado los más vulnerables. Esas amas de casa que nunca "tuvieron un sueldo" pero trabajaron incansablemente toda su vida. La última moratoria previsional fue lanzada a mediados de 2014 y desde ese momento pudieron incorporarse al sistema más de 500 mil trabajadores en edad de jubilarse que no contaban con los aportes suficientes. De esa forma la cobertura del sistema llegó al 97 por ciento, lo que implica prácticamente una universalización previsional. Es arrebatarle el precio al esfuerzo, a quienes merecen más que muchos jubilarse y que tuvieron que sufrir situaciones adversas en la vida. Porque merecen ese reconocimiento. Porque así como el gobierno transfiere recursos y distribuye millones de pesos a empresas monopólicas y de gran concentración de poder, y así contribuye a enriquecerlos aún más, le está despojando el derecho a nuestros viejos su derecho después de una vida de labor. No solo les quitaron ese derecho sino que miles de abuelos fueron afectados por la medida que reduce de 5 a 2 los medicamentos bonificados por PAMI. Un pueblo que le da la espalda a sus abuelos merece una reflexión. ¿Vas a observar sin inmutarte como baja la calidad de vida de esta generación que luchó toda una vida por un país mejor? ¿No te produce nada que se "recorte" su dignidad? ¿Que sean solo un número y no personas que pierden la posibilidad de terminar sus días con un ingreso que les permita afrontar lo mínimo indispensable y que tengan que deambular de farmacia en farmacia porque aumentaron en un 100% los medicamentos y deberán elegir cual es el más necesario, aún a riesgo de perder su vida en ello? Ojalá la historia que ellos pintan en sus canas no los deje al costado del camino, porque en un sistema neoliberal salvaje, quien no produce no es un "costo". Ojalá estas medidas den marcha atrás y si esto no sucede que a los gobernantes Dios y la Patria los demanden. *Licenciada en Comunicación Social
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