Se debe tener en cuenta que la moratoria en la jubilación de miles de trabajadores tenía y tiene una lógica. La primera aconteció en la primera presidencia de Juan Domingo Perón. Los conservadores habían hambrea-do al pueblo y había miles de hombres y mujeres que por estar en negro y sin aporte patronal no se habían jubilado. Era gran resolución fue justicia social e inclusión. La segunda la realizó Néstor Kirchner. Durante la década recontra infame del noventa (no hace mucho tiempo) comandada por los abuelos y padres de los que están ahora como funcionarios, miles de personas en edad de jubilarse se quedaron sin empleo, y al no poder aportar no podían jubilarse. Estaban condenados al más atroz de los olvidos. Nuevamente, un gobierno de carácter nacional y popular puso en práctica la moratoria y nuevamente llegó la justicia social para esos hombres y mujeres. Se debe recordar que en nuestra ciudad y con una Ordenanza creada por el AMIC 300 septuagenarios que no tenían jubilación ni pensión recibieron mensualmente una ayuda económica del Municipio de Colón que palió una angustiosa situación. Pero esa resolución era una gota en un desierto. La misma situación de precariedad para la tercera edad se repetía en cada ciudad y en cada pueblo. La última moratoria previsional fue lanzada a mediados de 2014 y desde ese momento pudieron incorporarse al sistema más de 500 mil trabajadores en edad de jubilarse que no contaban con los aportes suficientes. De esa forma la cobertura del sistema llegó al 97 por ciento, lo que implica prác-ticamente una universalización previsional. Antes de la primera moratoria lanzada en 2005, la cobertura era de apenas el 65 por ciento.
Lo que dice el Gobierno de Macri
El Gobierno justifica que no renovará la moratoria porque trabaja en una nueva ley de jubilatoria. "Es un hito histórico. Buscaremos dejar plasmada la situación actual. Tenemos una ley contributiva, que responde sólo a las personas que tengan los aportes, luego con las moratorias se ha incluido a mucha gente. Para que no tengamos que sacar moratoria tras moratoria, queremos que eso esté contemplado en una ley", explicó Basavilbaso. Sin embargo, esa norma que incorporaría el esquema de moratorias dentro del sistema va a tardar en aparecer, según Basavilbaso. Dijo que el año que viene o el próximo recién podría debatirse, aunque en otra entrevista días atrás planteó que ese proyecto "nos va a tomar los cuatro años de este Gobierno". En consecuencia, no se renueva el beneficio de la moratoria este año y se plantea un nuevo esquema para el mediano plazo. Pero además, esa reforma del sistema jubilatorio promete otros cambios de fondo en la lógica previ-sional. "Queremos que haya una jubilación universal y que tenga una parte contributiva que premie a la gente que puso dinero en el sistema", dijo el funcionario. "Tenemos que poner incentivos para que la gente tenga trabajo en blanco, incentivos tanto para trabajadores como empleadores", agregó, dando por supuesto que algunos trabajadores supuestamente prefieren estar "en negro" y jubilarse sin aportes que contar con todos los beneficios de estar "en blanco". Como es altamente improbable que las jubilaciones de los que aportaron suban lo suficiente como para que ese grupo de trabajadores se sienta "premiado" frente a los que no aportaron, del esquema que esboza Basavilbaso se puede inferir que el "haber universal" será más bajo que la actual jubilación mínima. De forma que el trabajador que no tiene sus aportes que-daría en una condición inferior a la actual. Las investigadoras de la Universidad Nacional de General Sarmiento Claudia Danani y Susana Hintze explicaron en una nota publicada el 6 de marzo en el suplemento Cash de este diario que bajo el esquema de moratorias "se accede el beneficio por la puerta, y no por la ventana. Eso lo diferencia del subsidio a las prestaciones en el que el Estado paga un mínimo o básico -como propone Basavilbaso- que suele pertenecer más a la familia de un 'plan para gente mayor' o una 'ayuda para el anciano carenciado'. Es decir, un ingreso en condiciones de inferioridad". Advierten además que las mujeres, que han sido las principales destinatarias de las moratorias, son las que mayor riesgo corren de que su derecho a un haber jubilatorio baje de categoría.
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