En los archivos que existen se puede demostrar que en 1995 se vendían en las 45 carnicerías que existían en la ciudad 130 mil kilos de carne vacuna mensualmente. En febrero de 2016 esa cifra bajó a 70 mil kilos. La misma relación existe en pollos y lácteos. En estos momentos ya son cinco las carnicerías que cerraron. La comercialización del "dólar rojo" se concentra en cuatro sitios dejando una pequeña por-ción para el resto de los cuarenta comercios minoristas. En la última semana el cajón de veinte kilos de pollos (puede ser de diez , nueve, ocho , siete y seis unidades) llegó a los comercios minoristas a 600 pesos. En noviembre el mismo cajón costaba 280 pesos. El comerciante debe agregarle una merma de dos o tres kilos debido al hielo que trae la carne blanca, para mantener la cadena de frio. El resultado es una suba considerable en el alimento que es el primer reemplazo de la carne vacuna y una nueva pérdida de poder adquisitivo en las clases populares. La realidad es complicada. Los alquileres de los locales se vuelve insostenible para la baja de consumo. El manual económico indica que la caja bruta de uno y hasta dos días es lo que se puede pagar. En la actualidad un pequeño local se encuentra en cuatro mil pesos, y a esto se debe agregar el tarifazo en la electricidad y la suba de los insumos. El panorama a dos meses es bastante problemático, sino se corrigen políticas de fondo. La economía en la ciudad sufrió un duro freno. La mayor empresa como es el Municipio de Colón recortó las horas extras. La actividad metalúrgica mermo a puntos insostenibles. En este caso se puede afirmar que hay por lo menos dos empresas que pueden tener problemas con los empleos en el corto plazo. A esto se debe agregar el parate en la construcción (multiplicador de empleos cada puesto en este rubro representa cinco en otras actividades).
Granja Tres Arroyos
La empresa con una planta frigorífica importante en Colón y varias granjas, tiene problemas en Uruguay.La empresa Granja Tres A-rroyos, responsable el año pasado de casi la totalidad de las exportaciones de carne aviar que colocó Uruguay, decidió bajar su producción, lo que provocará que alrededor de 30% de sus trabajadores sea enviado a seguro de paro. La medida -que entrará a regir en algún momento del mes de marzo- será rotativa y afectará a los 500 empleados que tiene la firma, distribuidos entre la planta de faenado de Melilla (Canelones), la in-cubadora de Puntas de Valdez (San José) y el Molino de Juanicó (Canelones). En este último lugar ya comenzaron los envíos a se-guro de paro. Lo que gatilló esa decisión fue una combinación de la caída del mercado venezolano -el país caribeño todavía debe dinero a la empresa- y las dificultades para vender a otros destinos. "No hemos logrado al momento una salida al exterior que pudiera reemplazar lo que se vendía en su momento a Venezuela", dijo el director de la compañía, Nicolás de Grazia. En 2015 esta empresa exportó el 97,7% de las colocaciones de carne de ave que partieron de Uruguay, de acuerdo a datos del Instituto Nacional de Carnes (INAC), que incluyó un aparte menor a Venezuela. El año pasado no fue bueno para este sector. Mientras que en 2014 las exportaciones habían arañado los US$ 30 millones, en 2015 apenas alcanzaron los US$ 7,3 millones. La caída se explica por la supresión de ventas a Venezuela de Granja Tres Arroyos que, frente a la deuda de US$ 7,5 millones que ese país mantiene (y sigue sin pagarse) con ella por concepto de embarques realizados entre marzo y diciembre de 2014, decidió no enviar más productos. De Grazia sostuvo que la empresa sigue haciendo "to-das las gestiones a su al-cance" para conseguir información respecto a "si esto se va a cobrar o no". El empresario negó así la información que había manejado el presidente Tabaré Vázquez cuando, en julio del año pasado y en el marco del anuncio del acuerdo con Venezuela para la venta de 265 mil toneladas de alimentos (incluidas 9 mil toneladas de carne de pollo), afirmó que lo que Venezuela adeudaba a Granja Tres Arroyos había sido saldado. Con esa deuda como telón de fondo, añadió De Grazia, la empresa declinó mandar más productos a Venezuela, mercado en el que no colocó ni un kilo de pollo durante 2015. Los números de las expor-taciones uruguayas a Venezuela de este producto son elocuentes: en 2014 habían sido por US$ 27,5 millones y en 2015 esa cantidad descendió a US$ 594 mil. "No se puede seguir vendiendo sin cobrar", a-firmó de Grazia. Granja Tres Arroyos es una empresa argentina que desembarcó en Uruguay en 2008. Un año más tarde ya se había convertido en el exportador número uno de carne avícola del país, de acuerdo a un informe sobre el sector que realizó el Instituto Uruguay XXI en setiembre de 2015.
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