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27/02/2016

Grave acusación del Fiscal Uthurry al joven acusado de golpiza a la menor


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La causa contra al acusado por la golpiza a una menor de dos años sigue su recorrido natural en la justicia comandada en la investigación por el Fiscal Dr. Ignacio Uthurry. En las últimas horas la menor que se encuentra internada en la sala de terapia intensiva pediátrica del Hospital San José de Pergamino ha mostrado una clara evolución favorable en su estado de salud. En tanto el victimario esta acusado por el Fiscal colonense en orden a los delitos de Homicidio agravado por el propósito de causar sufrimiento a su pareja y agravado por alevosía en grado de tentativa, Lesiones agravadas por ser contra una pareja y en el marco de violencia de género y Tenencia ilegal de arma de fuego de uso civil, en concurso real


En tanto, el Juez de Garantías Nº 2, Julio Caturla , avanzó en los requerimientos conva-lidandolos allanamientos, secuestros ordenados y efectuados de urgencia y con peligro en la demora del que dan cuenta las actas en la jornada donde se tomó conocimiento del grave delito y asimismo dio autorización al Fiscal Dr. Uthurry a que proceda al análisis, cotejo y extracción de los mensajes de texto o de voz que surjan de los teléfonos secuestrados,
La causa judicial lleva la caratula IPP Nº 12-01-000255-16/00, y entre sus primeras decisiones el magistrado ordenó el inmediato traslado y alojamiento del imputado Hernández a la Alcaidía de la Unidad Penal Nº3 de San Nicolas, lugar de alojamiento para detenidos sin prisión preventiva.
El Fiscal Dr. Uthurry tendría probado en el expediente judicial que desde fines del mes enero hasta el 18 de febrero de 2016, en la ciudad de Colón, el presunto victimario en la vivienda del Barrio Belgrano en la que convivía con su pareja "V.D" y la hija de ésta de dos años de edad, con el fin de causar un sufrimiento a su pareja , en el marco de la violencia de género que ejercía contra ésta y aprovechándose del estado de indefensión de la niña producto de su edad, intentó matarla golpeándola fuertemente y le-sionándola en distintas partes del cuerpo. Para dar muerte a la menor, el aprehendido aprovechó diferentes situaciones cotidianas mediante las cuales estaba al cuidado de la niña y para ello utilizó diferentes elementos, romo y punzo cortantes.
Para que las lesiones que la niña iba sufriendo no lleguen a conocimiento de terceras personas, el victimario amenazaba a la madre de la misma, impidiéndole que saliera de la vivienda ya que de lo contrario "la mataría a ella y a su hija".
Como consecuencia de la conducta desplegada , la menor sufrió derrame abdominal producto de la ruptura de bazo, neumotíbula, hematomas en ambos párpados, ojo izquierdo, parietal izquierdo, hematoma en ojo derecho, frente, hematoma importante en región dorso lumbar izquierda, en abdomen, glúteo izquierdo, todas estas lesiones compatibles con golpes de elementos romo, de distintos estadios de evolución, heridas punzantes varias en zona dorso lumbar y glúteos que impresionan producidas por elementos de punta aguda, siendo éstas lesiones de carácter graves ya que pusieron en riesgo su vida. No obstante la intención de dar muerte del hombre, la misma no logró concretarse en virtud que la menor fue llevada a la guardia pediátrica por su abuela materna ante el deplorable estado de salud que presentaba.
A raíz de las múltiples lesiones que presentaba la niña, se le practicó una cirugía inmediata para solucionar las lesiones que presentaba, ruptura de bazo y hemotorax de pulmón izquierdo, que culminó con éxito, evitando de esa manera el fallecimiento de la menor. Tras las diligencias realizadas en forma inmediata luego de tomar conocimiento del hecho, personal policial procedió a la aprehensión del presunto victimario


Las circunstancias


El Fiscal Dr.Uthurry dice en la causa judicial abierta: Sin poder precisar fecha exacta, en diferentes momentos comprendidos entre el mes de enero y hasta el 18 de febrero de 2016, en la vivienda del barrio Belgrano , Hernandez en el marco de violencia de género, golpeó y lesionó en reiteradas oportunidades, con distintos objetos y en distintas partes del cuerpo a su pareja con quien convivía en dicho inmueble. A raíz de los múltiples golpes, la mujer sufrió hematoma retroauricular izquierdo, cefalohema
tomas parieto occipitales, hematomas en ambos brazos, ambos antebrazos, impronta de mordeduras en zona de antebrazo y brazo izquierdo, hematoma en mama izquierda región superior de pecho, tórax superior derecho, hematoma dorsal izquierdo, hematomas en ambos muslos, ambas rodillas de importantes tamaño, más de diez centímetro de diámetro cada una, lesiones escoriativas lineales en cuello, en muslos y región anterior de tórax/abdomen y dorso, lesiones que presentan distintos estadios de evolución, producidas por golpes con objetos romo y contacto con elemento corto punzante o punta aguda, siendo de carácter leves.
Continua diciendo el brazo de la Justicia :Sin poder precisar desde que fecha y hasta el día 18 de febrero de 2016, el agresor , tuvo en su poder en su vivienda del barrio Belgrano una escopeta de un caño calibre 24 marca centauro Nro. 134577, tres cartuchos marca Fiocchi calibre 24, dos cartuchos marca Orbea calibre 12, un rifle calibre 12 chico de un caño sin numeración ni marca visible y cinco proyectiles calibre 32 marca FM sin la debida autorización legal. El Fiscal para llegar a estas conclusiones tuvo en cuenta la declaración testimonial de un testigo, los informes médicos y declaraciones del médico de policía en los cuales se constatan y describen las lesiones sufridas por la menor. Estos se vinculan a las fotografías de la niña que ilustran sus lesiones y con el acta de allanamiento y secuestro practicado en el domicilio de la pareja.
La declaración de la médica pediatra , quien manifestó que mientras la niña fue llevada a control por su madre y por personal de Casa del Niño nunca vió signos de vio-lencia.Esto, permite afirmar que la niña comenzó a evidenciar signos de agresiones o violencia a partir que su madre formó pareja con el acusado
También existe el Expediente Civil Nro. 33379 de trámite en el Juzgado de Paz Letrado de Colón, del que surge la denuncia realizada por la abuela de la menor en la que pone en conocimiento de la autoridad competente la violencia que sufría su hija por parte del victimario y el temor que tenía respecto la integridad física de su hija y su nieta.
Por último del informe médico realizado al imputado se constató una lesión en el cuarto y quinto dedo con hematoma y edema en mano derecha, siendo esta lesión compatible con golpes contra objeto romo no abrasivo. Así, se puede vincular la misma con las lesiones que presentan las víctimas y permiten afirmar que el acusado sea el autor de las mismas.



Habría sido muy golpeado en Rojas


El inculpado fue llevado a la Comisaría de Rojas, pero una versión señala que lo habrían golpeado fuertemente por otros presos y una vez de regreso atendido en el Hospital Municipal Eduardo Morgan. En este punto podría haber novedades de parte de la familia del aprehendido en las próximas horas.


Un árbol y muchas ramas en el caso de la menor golpeada
En las marchas pidiendo justicia por Emma, se pudo observar que muchos de los presentes tenían según sus dichos casos de violencia de género, y habían recurrido a los organismos pertinentes y se quejaban que no le habían dispensado el trato debido. La problemática denunciada además de la indignación sería el núcleo por el que tantas personas asistieron a algunas de las protestas. El caso de la menor que habría sido golpeada salvajemente por su padrastro es uno más de una triste realidad de la violencia contra menores que existe en el seno de nuestra sociedad, y que está invisibilizado y donde solamente el victimario o su pareja, pueden develar la sórdida trama…la víctima no tiene voz.
En primer término se debe recordar que existen señales en todos estos casos y que muchas veces los funcionarios que están a cargo no la ven o la ignoran. En el caso de la menor golpeada ya había sido internada en el Hospital Eduardo Morgan por una fractura en su húmero. La pareja a cargo señaló que la causa de la lesión era la caída de una moto sobre su pequeña humanidad. Nadie sospechó y más cuando había tenido episodios anteriores.
Ante esta realidad la pregunta es si existe un protocolo a seguir cuando hay un caso de violencia contra menores, si este se cumple y si quedan registros para ser entregados a la justicia. Si no se cumple los funcionarios están frente a un sumario administrativo o frente a la propia justicia.
Ya hace unos cuatro meses un magistrado de minoridad regresó al seno de la pareja (con oposición de familiares) a la nena golpeada. Uno de las premisas era que sea visitada periódicamente por asistentes sociales. En este caso familiares directos de la menor golpeada señalaron a este medio que el mandato no se cumplió.
Pero existe otra arista preocupante. El joven presuntamente golpeador era adicto a estupefacientes. En la mayoría de estos casos donde hay violencia , la cocaína está presente. Sin embargo, el joven a pesar de haber tenido denuncias por violencia de género no fue obligado a un tratamiento rehabilitador.
En Colón existirían muchos casos similares de jóvenes que acceden al mundo de la droga, y el tiempo tal vez nos demuestre que este no es un episodio aislado. El victimario de 20 años a su vez también es una víctima con una muy triste historia sobre sus espaldas.
Pero tal vez lo más grave que la pareja anterior del victimario también sufría de violencia de género y tenía un hijo de corta edad. La joven asistía a una escuela, y un día se derrumbó. Se sentó en un pasillo y comenzó a llorar. Muchas personas con el poder de ayudar o realizar su denuncia pasaron por su lado. La chica parecía invisible. Pasaron los minutos y se acercó una profesora. La pudo ayudar y con consejos lograr despegarla del infierno que vivía. Tardo un mes. En el presente la joven se encuentra sin trabajo, y debe pensar cada día como llevar el alimento a su hijo.



La violencia contra los menores


La violencia se da en colegios e instituciones -como orfanatos y otros centros de acogida, en las calles, el lugar de trabajo y las prisiones. Los niños y niñas padecen violencia en sus casas, en el seno de sus familias o por parte de otros niños y niñas. Un reducido números de los casos de violencia ejercida contra los niños y niñas termina en muerte; pero lo más frecuente es que ni siquiera deje huellas visibles. Aún así, constituye uno de los problemas más graves que actualmente afectan a la infancia.
Una gran parte de la violencia permanece oculta. En ocasiones, los niños y niñas se sienten incapaces de denunciar los actos de violencia por miedo a las represalias de su agresor. Puede ocurrir también que ni los niños y niñas ni el agresor vean nada malo o inusual en estas prácticas, o que ni siquiera piensen que estos actos violentos constituyen violencia, y los consideren más bien como castigos justificados y necesarios. Puede que el niño maltratado se sienta avergonzado o culpable, pensando que se trata de un castigo merecido. Esto es a menudo la causa de que el niño se muestre reticente a hablar de ello.
La violencia es omnipresente en las sociedades en las que los niños y niñas crecen. La ven en los medios de comunicación, y forma parte de las normas económicas, culturales y sociales que configuran el entorno del niño. La violencia tiene sus raíces en cuestiones como las relaciones de poder asociadas al género, la exclusión, y la ausencia de protección por parte de un tutor adulto y de reglas sociales que protejan o respeten a la infancia. Otros factores pueden ser el consumo de drogas, el fácil acceso a armas de fuego, el consumo de alcohol, el desempleo, la delincuencia, la impunidad y el encubrimiento.
La violencia puede tener consecuencias graves para el desarrollo del niño. En casos extremos resulta en lesiones graves o incluso muerte. No obstante, también puede afectar a la salud del niño, a su capacidad de aprendizaje o incluso a su voluntad de ir a la escuela. La violencia puede ser causa de que el niño huya de su hogar, exponiéndole así a más peligros. Asimismo la violencia destruye la autoestima de los niños y niñas y puede imposibilitarles para ser unos buenos padres en el futuro. Los niños y niñas que padecen violencia son más proclives de adultos a la depresión y al suicidio


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