Luego de otra larga jornada, que incluyó postergaciones tanto en la paritaria nacional como en la provincial, finalmente poco antes de las 22 se retomaron las negociaciones entre el Gobierno de María Eugenia Vidal, el Frente Gremial Docente (Suteba, FEB, UDA, AMET, Y Sadop) y el sindicato moyanista Udocba, cuyo último encuentro formal había ocurrido el viernes 12 cuando los sindicatos del sector rechazaron una suba del 24,1 en tres cuotas. En la sede platense del Ministerio de Economía, los ministros de Economía, Hernán Lacunza; Trabajo, Marcelo Villegas; y Educación, Alejandro Finocchiaro, presentaron la oferta que ya habían trabajado con los gremios durante toda la tarde: una suba del 34,6 por ciento que lleva el salario inicial del maestro de grado sin antigüedad (cargo testigo) de los actuales 7.283 pesos a 7.904 desde febrero; a 8.846 en marzo y 9.801 en julio.
El acuerdo deja abierta la paritaria "todo el año" para retomar el debate salarial si se dispara la inflación, afirmaban en los gremios.
El aporte del Gobierno nacional vía Fondo de Incentivo Docente (Fonid) fue clave para redondear la oferta y acercarla al 35 por ciento, ya que los gremios habían planteado subas de entre el 35 y 40. Asimismo, el salario mínimo de 9.801 también quedó cerca de los 10 mil pesos que solicitaban los sindicatos.
El Fonid es una suma fija no remunerativa ni bonificable, por lo tanto no repercute en variables como la antigüedad y jubilaciones.
No obstante, los dirigentes gremiales valoraron que la oferta del Gobierno incluye un incremento en el salario básico de 28,5 por ciento, que permite mantener la diferencia entre las escalas y evitar el "achatamiento" de la llamada pirámide salarial.
Definen los maestros
En una conferencia de prensa posterior al encuentro , los gremios indicaron que "recepcionaron" la propuesta para ponerla a consideración de sus bases. Los titulares de FEB y Suteba, Mirta Petrocini y Roberto Baradel, se mostraron cautos al señalar que no era la oferta que esperaban pero destacaron que "fue mejorada y ampliada" en relación al 24,1 que había rechazado. "No es lo que veníamos reclamando" dijo Petrocini. "La expectativa era que el esfuerzo fuera mayor" agregó Baradel, pero el hecho de que decidieran ponerla a consideración de sus afiliados es indicio de que la disconformidad es relativa ya que, de otro modo, hubiera sido rechazada ipso facto.
De hecho, fuentes de ambos sindicatos indicaron que la oferta es "razonable" si bien recordaron casos de paritarias con ofertas rechazadas cuando fueron "bajadas" a las escuelas. El gremio moyanista Udocba también aceptó discutir la oferta aunque pidió a la Provincia "hacer un esfuerzo más porque está claro que plata hay", dijo su titular Miguel Díaz.
Hoy, los gremios someterán la propuesta a votación de los docentes y el sábado realizarán congresos para anunciar formalmente si la aceptan y, en consecuencia, si este lunes finalmente empiezan las clases.
En Nación
En tanto, el gobierno y los gremios nacionales llegaron a un acuerdo que contempla un aumento promedio del 32 por ciento para llevar el salario mínimo a 8.500 pesos a partir de julio, mientras que el Fonid quedará en 1.200 pesos en ese mes, 300 pesos más que en la propuesta original.
El acuerdo anunciado por el ministro de Trabajo, Jorge Triaca y su par de Educación, Esteban Bullrich, contempla que el sueldo mínimo del sector quede en 7.800 pesos desde el 1° de febrero y en 8.500 desde el 1° de julio, lo que represente un incremento promedio del orden del 30 al 32 por ciento, explicaron fuentes oficiales. A su vez, el Fonida pasará a 910 pesos en febrero y a 1.200 en julio.
Bullrich calificó de "aporte histórico" el incremento del Fonid, de 300 pesos por encima de la última propuesta que formuló el gobierno, y que resultó clave para destrabar la negociación.
El ministro aclaró además que para una porción de 55 mil maestros que hoy cobran por debajo de los 6060 pesos, el incremento será del 40 por ciento, de modo que alcancen el mismo mínimo que el resto de sus colegas.
Bullrich dijo que buscó cumplir con "dos claros objetivos que nos había fijado el presidente Mauricio Macri: cumplir con los 180 días de clases y tener dicentes respectados y bien remunerados".
En ese plano, admitió que los docentes que recibirán la suba del 40 por ciento cobraban "menos que el salario mínimo, vital y móvil" y que eso "no es digno".
Y se quejó porque cuando se hizo el primer anuncio al respecto "se tergiversó".
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