Boca sufrió. Se desangró. En defensa no fue sólido. Lo vulneraron fácilmente cometiendo errores principalmente en el retroceso. Un déficit que nunca solucionó fue la recuperación del balón. Siempre le costó. Y cuando lo hizo no lastimó. No tuvo generación en el mediocampo y los delanteros además de haber estar desabastecidos cuando tuvieron situaciones se mostraron erráticos. Un ejemplo de ello es Carlos Tevez. El abanderado del equipo tiene un bajo rendimiento repercutiendo en sus compañeros. El propio delantero post partido frente al "Gasolero" realizó una autócritica: "soy el principal que está jugando mal. No sé por qué, no me encuentro cómodo. Soy el primer responsable". Clarito. Está lejos de ser aquel del 2015. Con un dato que llama la atención. El año pasado fue desequilibrante sin tener descanso. Jugó con Juventus y regresó al xeneize. Ahora con vacaciones y pretemporada no hace la diferencia. Quizás sea cuestión de tiempo. Pero el presente lo muestra fastidioso. Hace señas. Pro-testa. Sabe que no es su mejor momento. Calleri parece que era quien lo mejor lo entendía. Con Chavez y Osvaldo le cuesta. Lodeiro no habla el mismo idioma futbolístico. Boca necesita a Tevez.
El clima del vestuario no es bueno. Orión explotó después de la dura goleada del Ciclón. "Somos una máquina de perder finales. No se salva uno", le dijo el arquero a los gritos a sus compañeros dentro de los camarines. Y recriminó: "Nos hacen un gol y no nos podemos levantar. Nos hacen cuatro, no reac-cionamos. ¡¿Qué carajo nos pasa?!".
Resta agregar que el xeneize registra cinco juegos sin gritos de gol. Tres en los amistosos de verano (dos con River y el restante con Estudiantes), frente a Tem-perley y el del miércoles ante San Lorenzo.
La obtención de la Copa Argentina y el último cam-peonato doméstico no le dieron inmunidad a Arrua-barrena. Angelici salió a ratificarlo previo al partido. Justo el mismo día en el que Guillermo Barros Schelotto se iba del Palermo de Italia por no tener la licencia para dirigir. Pero post goleada la diri-gencia entendió, con el propio presidente a la cabeza, que el ciclo del técnico estaba cumplido y se lo comunicó en una reunión. Crónica de una salida anunciada. Resta saber quien es el reemplazante. Nombres no faltan. El Mellizo es fija. Martín Palermo otro que por su historia en el club tiene chance de sentarse en el banquillo. No hay que descartar a Marcelo Bielsa ni tampoco a Alejandro Sabella
AMARILLO: San Lorenzo
Resultados y rendimiento en los partidos de verano pusieron en el ojo de la tormenta a Pablo Guede.
El entrenador trajo desde Chile una forma de jugar total-mente distinta a la que llevó al club a obtener la Copa Libertadores de la mano de Edgardo Bauza. Ahora el equipo muestra mas hambre ofensiva y en consecuencia toma riesgos en defensa.
El debut oficial del Ciclón fue de ida y vuelta.
Igualdad en dos frente a Patronato en Paraná.
Pero su imagen cambió al propinarle una goleada a Boca. Ahora la misión de Guede será reafirmar lo hecho. De lo contrario otra vez estará en la mira
VERDE: River
Ganó, goleó y terminó gustando. Quilmes la víctima. En un partido polémico se terminó imponiendo por apariciones individuales y un buen juego colectivo. Mora y Pity Martinez por duplicado fueron los responsables del resultado.
El juego colectivo aún tiene que mejorar. Gallardo lo sabe. Le falta verticalidad y explosión en los últimos metros. El DT podrá tener eso con Andres D'Alessandro. Contra Belgrano en Córdoba lo pondría algunos minutos. El "cabezón" a priori podría asociarse con Lucho Gonzalez y si el entrenador quiere también con Pisculichi.
El retroceso es algo a corregir. Ahora Balanta estará tres semanas afuera por un des-garro y su lugar será del polifuncional Ponzio. El propio Gallardo dijo que siendo zaguero central le podrá dar una mejor salida al equipo ya que tiene buen pase largo y no tanta precisión en las pelotas cortas.
*Periodista. Director Tècnico Nacional de Fùtbol
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