Según un informe de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) al que accedió DIB, los casos de empleados cuyos contratos vencían el 31 de diciembre y no fueron renovados alcanzan los 9.000 con la gran mayoría repartidos en tres distritos del conurbano: La Plata (4.600 casos), Lanús (1.200) y Quilmes (1.000). En tanto, el relevamiento también menciona 300 casos en Escobar, 40 en Chascomús, 40 en Necochea, 90 en Coronel Rosales y cantidades menores en otros distritos como Hurlingham, Moreno, Lobos, Ramallo y Brandsen, entre otros. En tanto, el propio intendente de Malvinas Argentinas, Leonardo Nardini, afirmó hoy que despidió a 140 empleados y justificó su accionar al sostener que se trataba de “funcionarios políticos que no tuvieron la dignidad de renunciar”. En tanto, desde el Sindicato de Trabajadores Municipales (Fesimubo) registran hasta el momento 7.200 casos con el siguiente detalle: La Plata (4.600), Quilmes (1.000), Lanús (320), Mar Chiquita (300), Azul (170), entre otros. En la capital bonaerense, el intendente macrista Julio Garro sostuvo que su gestión está haciendo "una revisión de cada caso" porque “no podemos permitir que haya militantes y punteros con sueldos pagados por todos los platenses”. “Si a algún empleado se le venció un contrato, presta un servicio y es funcional al crecimiento de la ciudad, continuará trabajando", indicó. Como viene informando esta agencia, a partir del 31 de diciembre, y con cuentas municipales en rojo, los intendentes dejaron caer miles de contratos aduciendo que correspondían a “ñoquis”, es decir, personas que cobraban sueldos sin cumplir con las tareas asignadas. Los municipios que más contratos dejaron caer están gobernados por intendentes de Cambiemos aunque también hay casos donde comanda el FpV (como Hurlingham o Malvinas Argentinas) y el Frente Renovador massista (Chascomús y Necochea). No obstante, los gremios que los representan demostraron que en muchos casos se trataba de contratados que desde hacía años venían prestando servicios en el municipio, y su forma de contrato laboral obedecía a que no habían sido pasados a planta permanente y no a una designación de tipo política.
EN REVISIÓN No obstante, algunos intendentes ya dieron marcha atrás total o parcialmente con las cesantías. La mecánica es la siguiente: los dirigentes sindicales piden primero que, al revés de lo que hicieron los intendentes, se renueven todos los contratos y luego se examine cada uno para verificar quién trabaja y quién no. Como normalmente los jefes comunales se niegan, gremios como ATE piden una instancia de negociación y confeccionan un listado donde prueban que un número determinado de contratados trabaja efectivamente en el municipio algunos incluso desde hace más de diez años. “Así hemos conseguido que se reviertan casi todos los casos en Coronel Rosales y Chascomús. Mañana nos reuniremos con la municipalidad de La Plata”, dijo el secretario gremial de ATE Provincia, César Baliña, y señaló: “se trata de despidos encubiertos. (Los intendentes) están generando la idea de que hay ñoquis para tirar para arriba y esto no es así”. También en Quilmes se estarían revirtiendo 120 casos. En otros casos, se empezó a recurrir a medidas de fuerza, como en Coronel Vidal (Mar Chiquita), donde fueron cesanteados 320 contratados sobre un total de 790. Allí, hoy hubo protestas en el edificio municipal y se cortó la ruta 2 algo que volverá a repetirse mañana, sostuvo el titular de Fesimubo, Ruben García. “Todavía no hay paros porque los cesanteados están peleando por volver a sus puestos. Los intendentes siempre eligen estas fechas para despedir porque hay mucha gente de vacaciones y solo quedan guardias mínimas en los municipios”, sostuvo García. En tanto, mientras a nivel nacional los gremios estatales ATE y UPCN analizan medidas de fuerza, la representación bonaerense del primero definiría un paro el próximo martes, cuando reúna a su consejo directivo. (DIB)
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