Carlos Melconian del equipo económico de la Alianza Cambiemos señaló "Lo que viene es un sinceramiento de lo que ocurre, que es que un tipo de cambio vale en un mercado paralelo un 60% más de lo que vale en el supuesto oficial" .Dos décadas distintas y un mismo pensamiento. En pocas palabras dicen un "dólar recontra alto" con una separación de 25 años. Sin embargo, lo que le debe interesar a cada votante es como afectará una "mega devaluación" del dólar a realizarse en los primeros cien días de un hipotético gobierno de Mauricio Macri (muchos de sus asesores piensan en un shock económico antes del 31 de diciembre) y con un detalle central: sin dólares para vender. En este marco habrá una moneda norteamericana que estará entre 16 y 20 pesos pero nadie podrá comprar. Es la génesis de un ajuste que pagarán los que menos tienen y donde comenzará la "fiesta" (como en los noventa) para los que más tienen.
La patria chica
El problema es comprender de una forma simple que pasará con estas medidas económicas y afectara nuestra cotidianeidad. La economía de la ciudad se mueve al compas de las actividades económicas que realizan siete mil familias. Un dólar alto sin la intervención del Estado, automáticamente transfiere una fabulosa renta de una mayoría a una minoría. Los beneficiados serán unas 450 familias locales que están relacionadas a la actividad exportadora (agropecuaria e industrial). Los perjudicados serán unas 6500 familias que al devaluarse verán "ajustar" sus ingresos. Otro detalle no menor es que el neoliberalismo o mejor dicho el "capitalismo salvaje" piensan que los salarios en las empresas son un gasto. En este sentido, los docentes, los empleados municipales, tex-tiles, metalúrgicos, emplea-dos de comercio, jubilados y pensionados, planes sociales, becarios- entre otros- verán reducidos drástica-mente sus beneficios. Hablando en criollo tendrán "menos plata en el bolsillo" En el mismo momento y con el paquete económico en marcha subirán las tarifas de gas y electricidad, buscando una mayor rentabilidad de las empresas prestatarias y se quitaran abruptamente los subsidios. El municipio por una cuestión de costo deberá incrementar las Tasas Municipales. La actividad econó-mica (velocidad de circulación del dinero) decrecerá. Al disminuir el consumo interno unos 700 comercios (350 dedicados a la venta de todo tipo de alimentos) sufrirán una crisis de venta y en el ajuste muchos deberán "bajar" sus persianas. Los que quedan en pié seguramente tendrán que renegociar sus alquileres y achicar personal. Es muy probable que otra medida a tomar dentro de los cien días será quitar los re-medios que le corresponden gratuitamente a los jubilados y pensionados. En síntesis, estas serán solo algunas repercusiones de la ausencia del Estado, nuevamente en nuestra vidas. Canasta familiar
Las consecuencias del costo de la canasta familiar en una "megadevaluación" se pueden describir en un libro. Sin embargo trataremos de dar dos ejemplos simples y prácticos. El primero, la carne vacuna, "el dólar rojo" de la economía autóctona, y con un tipo de cambio alto se abrirá el mercado de exportación sin restricciones. Los precios ex-ternos e internos del alimento más servido en las mesas de los argentinos, hacen que el que come puchero, subvencione al que come lomo. Además, un incremento a-brupto repercutirá en los valores de los primeros sustitutos (pollo, cerdo, pes-cado) para luego seguir con la segunda línea de sustitutos (fideos, arroz, etc). Se debe tener en cuenta que el universo del "mundo va-cuno" también llega a za-patos, carteras de mujer, pinceles, alimentos para perros, y hasta el "clareado del azúcar de mesa" y su uso como reemplazo de la albumina del huevo, medicamentos - entre otras cosas-. El segundo ejemplo es el trigo. Abierta la exportación sin una base para el consumo interno el precio de la harina subirá a niveles nunca explorados. En el orden histórico, la valuación en el mercado de 100 kilos de trigo es lo que vale una bolsa de harina de 50 kilos. Con el costal, en panadería se fabrican 57 kilos de pan. Con un dólar de entre 16 y 20 pesos, el pan podría llegar a costar más del doble de lo que se paga en la actualidad. El precio de la harina repercute en otros productos de uso diario como fideos, pizzas, tartas, empanadas etc. El sufragio no solo decide quien se sienta en el sillón de Rivadavia, si no el modelo de país que queremos para nosotros, y para que no paguen el "gran costo" nuestros hijos y nietos. *Periodista.
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