Una teoría científica indica que el tiempo es como una hoja de papel. Si se dobla y se juntan en las puntas, el pasado y futuro se tocarán. La novedosa teoría, sin máquina del tiempo, se cumplió en la política vernácula. En abril de 1989, Carlos Saúl Menem, gritaba "Síganme…-no lo voy a defraudar". El pueblo que lo votó ( y los que no lo votaron), supieron poco después a que destino los conducía. Una parte mayoritaria de la población cayó al abismo socio -económico más oscuro y profundo que tuvo la argentina. Las hojas del almanaque se despegaron y se renovaron decenas de veces. En octubre de 2015, Mauricio Macri repite en su slogan electoral "Cambiemos… cambiemos…". El ex presidente de Boca Juniors tampoco dice cual serán los cambios que producirá, aunque por su pasado y presente adhiriendo al neoliberalismo los imaginamos. La paradoja en tiempo y espacio es que ambos dirigentes políticos (Menem y Macri) son hinchas fanáticos de la escuela denominada de los "Chicago Boys". En este sentido, el mandamás capitalino pondrá a Carlos Melconian, (el mejor discípulo del tristemente recordado Do-mingo Felipe Cavallo uno de los mentores del derrumbe más estrepitoso que tuvo el país), al frente del estratégico Ministerio de Economía.
Dolorosas vivencias
Sin embargo, para el que vivió la última década infame podrá seguramente rememorar aquellos dolorosos años y recordando que" Cuando pintas tu aldea pintarás el mundo" comenzamos a describir lo que pasaba en Colón (cualquier argentino podrá realizar este ejercicio con lo que observó en su cuadra, localidad o ciudad). Las políticas económicas del neoliberalismo en el orden local nos llevaron en aquella época a que si venía un circo y se "enganchaba" para tener luz se cortaba la energía eléctrica en la ciudad. Por este y otros motivos en doce años no se asentó ninguna fuente de producción genuina y por otro lado florecían las "cadenas de las fortunas" en un desesperado intento de hombres y mujeres de "recaudar" algo de dinero. Carlos Ruckauf implantó el famoso "Patacón" queriendo emular al Indio Patoruzú. Los docentes colonenses iban a la escuela con muletas para no perder el premio de presentismo que le permitía llevar un salario un poco más engrosado y llegar al quince de cada mes. En la ciudad había más de 270 viviendas en peligro de remate judicial y así nació en nuestra localidad ASUSERFI, que "paró" decenas de rema-tes en todo el país. Más de 100 pequeñas explotaciones agropecuarias estaban hipotecadas en el Ban-co Nación y no tenían salida económica. Un grupo colonenses debió "correr" varias veces a los integrantes de la famosa "Liga" que llegaban, para quedarse con esas tierras a precio vil. Más de 1300 chicos, comían entre los comedores escolares, evangélicos, y el Mar-garito Tereré de Ulises Por-tillo. Los cocineros y cocineras se debatían en como preparar la soja que donaban los grandes terratenientes. Sin embargo cuando se les pidió carne vacuna, en un año donaron dos vacunos clasificados como vacas viejas. La desocupación llegaba al 23 por ciento. Los chicos que iban a los comedores evangélicos se les preparaba una vianda para que llevaran a sus casas y pudieran sus padres cenar. La industria metalúrgica es-taba destruida y no había viviendas en construcción. Una hectárea de campo se vendía en 1500 pesos o dólares. Nada valía. Los comercios cerraban y no se podían alquilar los locales que que-daban desocupados. En Colón había dos mil Planes Trabajar, cuyo dinero alcanzaba para tres o cuatro días. En todos las escuelas primarias había una reserva de zapatillas y las docentes muchas veces apartaban a algún alumno para cambiarles por unas nuevas, el calzado roto e incaminable que traían de sus casas. Los ejemplos pueden seguir hasta el infinito, y son pequeñas partes de un país que se debió reconstruir dándole la espalda al Fondo Monetario Internacional tan amado por Menem y Macri y tan combatido por Néstor Kirchner.
La actualidad
A partir de 2003, y cuando Nestor Kirchner dijo "No vengo a dejar mis convicciones en la puerta de la Casa de Gobierno" en Colón se construyeron 186 viviendas del Plan Federal. El ANSES entregó más de dos mil com- putadoras a los alumnos de las escuelas secundarias. Se construyeron 323 viviendas con el Plan PROCREAR. Los colonenses compraron en Rosario más de 140 departamentos en el centro de esa ciudad. La tasa de desempleo es normal. Se asiste a las embarazadas y los lactantes. El Plan de vacunación infantil se encuentra entre los más organizados del mundo. La hectárea de campo cuesta entre 16 y 20 mil dólares y no hay grandes ofertas en el mercado. Los trabajadores volvieron a discutir salarios por paritarias. Trajeron la línea eléctrica de 132 kw. Se construyó la Ruta 50 en el tramo Ferré- Pearson., llevaron agua corriente a todos los hogares de Pearson y se construyó una planta de osmosis inversa para quitarle los nitritos, nitratos y arsénico que envenenaban a la población. Se inauguraron un Jardín de Infantes en Barrio Rivadavia, y la sede de la Universidad de Quilmes donde por 150 pesos mensuales un alumno puede cursar. Obtuvieron su jubilación más de mil sexagenarios y septuagenarios que no tenían aporte de años completos. La creación de la Policía Comunal con casi 150 efectivos que recorren la ciudad y la zona agropecuaria. Fueron entregados más de veinte móviles policiales, ambulancias, equipamiento moderno al Hospital Municipal Eduardo Morgan, se creó la Comisaria de la Mujer, trajeron dos fiscalías judiciales, entre otros interminables lista de logros. Por una inclusión de las clases menos pudientes. Ningún pueblo se suicida , aunque somos propensos a tropezar dos veces con la misma piedra. A pensar el voto….
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