Así nuestro patrimonio nacional fue saqueado y las empresas pasaron a manos de multimillonarios que se fueron favorecidos. El Plan de "Convertibilidad económica" que pregonaba "una moneda convertible en una relación de 1 peso = 1 dólar" fue aplaudido por la gran mayoría de la sociedad. Pero las consecuencias de las políticas de desregulación comercial y desregulación financiera serían nefastas y desembocarían en la gran crisis del año 2001.
La "flexibilización laboral" generó un fuerte proceso de desindustrialización, acompañado de la reducción y fragmentación de la clase obrera. Fue así como se hizo fuerte el "sálvese quien pueda" exigido por el mercado.
La clase trabajadora fue testigo del debilitamiento del proceso tradicional de negociación colectiva de sus sindicatos. Una de las consecuencias más notorias fue la caída brusca del salario, la suba a niveles preocupantes del desempleo y el aumento del "trabajo en negro". En educación las políticas neoliberales buscaban "aliviar" el "gasto" educativo del presupuesto público. Por eso es necesario hoy más que nunca entender y recordar que hicieron con nuestro país quienes pregonan estas políticas. ¿La clase media y trabajadora quiere volver a aquellos oscuros años?
No quiero que el ciclo se repita. Viví los 90. Muchos padecimos la crisis del 2001. No quiero que mi hija ni los hijos de ningún vecino sufran porque sus padres no encuentran trabajo. No quiero volver a ver las embajadas atestadas de gente tratando de irse del país porque buscan escapar de la crisis. No quiero que las amas de casa no se puedan jubilar ni que las empleadas domésticas no puedan estar en blanco. No quiero que el científico tenga que irse del país para investigar porque el CONICET no puede darles becas. No quiero ver como se funden metalúrgicas. No quiero ver como los comercios cierran sus puertas. No quiero ver como bajan las persianas sus fábricas. No quiero que no haya leyes de igualdad, que no se sigan buscando a los niestos e hijos de desaparecidos ni que vuelvan a dejar libres a los represores de la última dictadura militar argentina. No quiero que haya educación para las elites y que los "negritos de m.." (como llama la "derecha" a los trabajadores y a la gente humilde) no salgan de sus "ranchos", de donde nunca debieron haber intentado salir para quienes encarnan esta política neoliberal porque creen que esa gente no merece estudiar y progresar ni tener un futuro mejor. No quiero que privaticen las empresas que son de mi país, Argentina. No quiero volver al trueque, a la hiperinflación. A que nos paguen con Patacones o Le-cops. A que el "salario" de los trabajadores sea un "costo" que haya que bajar. A los remates hipotecarios de las casas o los campos. No quiero volver a ver las estaciones vacías porque otra vez se llevan los trenes, total los ricos viajan en cero kilómetro o en avión. No quiero que la derecha gobierne bajo el lema del FMI o Estados Unidos, ¿Que nos pasa? ¿Perdimos la memoria? ¿Queremos un país para pocos?
El 22 de noviembre se define un modelo de país. Si querés que ganen unos pocos y volver a despertar los fantasmas de las políticas neoliberales que provocaron la crisis del 2001 votá por el cambio. Ese cambio que no es más que un boleto al pasado.
*Lic. en Comunicación Social
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