En la madrugada de la nochebuena colonense se sabía que sería una jornada muy calurosa. El almanaque marcaba sábado 24 de diciembre de 1997. Los festejos para una barra de amigos habían comenzado mucho antes. Una fuerte discusión derivó en una pelea y finalmente Hugo Chavez mató con un cuchillo tramontina a Mariano Martín Cachari de 25 años y domiciliado en calle 54 entre 21 y 22. La escena del crimen fue la esquina de calle 43 y 17. El matador salió caminando a paso de marcha y rápidamente se dirigió a la casa donde estaba su pareja. Tomó la ropa y los 15 pesos que le quedaban y huyó con una bicicleta prestada con rumbo desconocido. Los festejos
La triste historia comenzó a escribirse la noche del 23 de diciembre. Los amigos, proyectaron reunirse en un taller ubicado en Barrio Rivadavia a metros de las vías del ferrocarril. Una vez terminada la cena, los asistentes comenzaron a jugar a las cartas y bebieron abundante sidra y cerveza. Cuando el reloj marcó las cuatro, el encuentro terminó y los amigos se despidieron. Algunos de los presentes decidieron seguir la velada en un kiosco de calle 48 y 16. El negocio estaba ce-rrado y se dirigieron a un comercio de iguales características ubicado en calle 43 y boulevard 17 con el propósito de comprar algunas botellas de sidra. En el presente su propietario esta fallecido. No se sabe porque, pero comenzó una fuerte discusión y en ese marco Chavez le aplica un puntazo a Cachari con un cuchillo tramontina que seguramente portaba de la cena donde habían comido asado. La autopsia realizada por el médico de policía reveló que la puñalada ingreso debajo de la tetilla izquierda, de abajo hacia arriba. La víctima murió en forma instantánea. Los amigos trasladaron el cuerpo de Cachari al Hospital Municipal "Eduardo Mora-gan" en un auto marca Ford Falcón. Al ingresar a la guardia ubicada por boulevard 50, la víctima ya estaba muerta.
La huida
Hugo Chávez estaba casado con "G.U" y tenía dos hijos. Se domiciliaba en una humilde casa con un cerco de alambre que daba a la calle 13 entre 42 y 43. La mujer declaró que el asesino llegó a su casa, visiblemente nervioso, se re-fresco, se cambió la camisa, tomó algo caliente, le confesó a su pareja lo acontecido y salió de la vivienda. La crónica indica que Chavez pidió una bicicleta prestada y con solo 15 pesos comenzó la huida. La policía de nuestra ciudad montó una discreta vigilancia porque sospechaba que volvería pero nada de esto su-cedió. Los trascendidos y rumores indicaban que su huida tenía como destino la provincia del Chaco. Pero en la conversación previa Chavez le habría advertido a su mujer a donde se dirigiría. La esposa con sus dos hijos le dijo a la policía que se iría a la provincia del norte porque no tenia familiares en nuestra ciudad ni medios para sostener el alquiler y alimentar a sus dos hijos. Una semana después dejó la casa y comenzó su viaje. Dos años después una partida de policiales ubican al asesino lo detienen y lo trasladan a la Comisaría de Colón. Un diciembre caliente
Apenas 11 días antes y en el Día de la Policía Bonaerense (13 de diciembre de 1997) asaltan la Cooperativa Eléctrica de Colón. En ese mes comenzaba la reforma policial de León Arslanian. Los asal-tantes huyen en un remis. De cerca lo sigue un patrullero policial. En el medio de la polvareda que levantan los autos en dirección a Ferré (no estaba la Ruta 50), los asaltantes se bajan del auto, y se meten en una maizal. Los policías no se dan cuenta y siguen de largo. Cuando regresan los delincuentes ya habían tomado la delantera. Los policías de Colón, Rojas y Pergamino rastrillan todo un día y parte de la noche la zona. Se pide un helicóptero a Pergamino para poder de-terminar la ubicación de los asaltantes. Nunca se supo de ellos ni como pudieron eludir el cerco de los más de cincuenta agentes policiales.
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