El nivel de agresividad de los individuos, privados de libertad va in crescendo. El último fin de semana, un preso de apellido Nuñez con domicilio en Salto y con delitos cometidos en la ciudad de Pergamino intentó cortarse las venas. El preso fue curado por el médico de policía y contenido. En la mañana del martes fue trasladado a la Unidad Penal N º 13 de Junin.
Cabe destacar que los calabozos son de construcción precaria y no tienen las medidas de seguridad correspondiente por la peligrosidad de algunos detenidos. También podemos señalar que hace pocos meses se creó la Departamental Colón que abarca Rojas, Salto y Arrecifes. Sin embargo y como dato no menor podemos argumentar que los calabozos de las Comisarías de Salto y Arrecifes están clau-surados.
En resumen, las personas acusadas por delitos en esas ciudades son derivadas a las Comisarías de Rojas y Colón, produciéndose situaciones no queridas y que no están en consonancia con los Derechos Humanos que deben tener las personas aún en prisión. Ante esta situación es imperioso planificar una alcaidía en la zona que sirva de sitio para las personas aprehendidas por todo tipo de delitos, y dejar en desuso los calabozos de las comisarías de nuestra región, más acorde a los conceptos que se tenía sobre los presos en 1930.
Los móviles
El fin de semana hubo una serie de accidentes en jurisdicción del partido de Colón y Rojas con el saldo de tres muertos y por lo menos una decena de heridos. Pero si observamos con profundidad más allá del estado de la Ruta 31 (ver nota Pag.5), las Patrullas Vial de Colón y Carabelas tenían sus móviles rotos por lo que tuvieron que ser reemplazados por las camionetas del Comando de Patrullas Rurales, para estar en los graves incidentes ruteros.
La Subcomisaría Vial de Colón tiene dos patrulleros pero uno fue asignado al operativo realizado en las rutas bonaerenses en la zona turística por las vacaciones de invierno.
Las grandes fugas
En Colón hubo tres grandes fugas de presos. La primera ocurrió en 1989, cuando Jorge Rivas escapó de los calabozos de Colón tomando como rehén al agente que estaba de imaginaria de apellido Rodríguez apodado el "Santiagueño", e ingresó al despacho del Comisario Leone a quién también tomó como prisionero y escapó por la puerta principal. En calle 18 lo esperaba un auto marca Citroen con el que se alejó de la ciudad.
La segunda evasión se produjo el domingo 25 de febrero de 2002. En esa oportunidad tres peligrosos malvi-vientes escaparon abriendo un boquete en el entramado de hierro.
Se trataba de Roberto Gómez y Edgardo Barreto apresados semanas después en Pergamino. El último fugitivo en ser atrapado fue Oscar Mansilla que cayó cerca de su domicilio de Pavón Viejo en Santa Fe.
La última ocurrió en diciembre de 2003. En la misma se escapó el peligroso delincuente Lucio Díaz que había matado en Pergamino al carnicero Miguel Roses, en medio de un asalto. En esa ocasión Lucio Díaz (34) con Juan Carlos Mora ( 38) y Jacinto Esteban Cabrera ( 42) escaparon de los calabozos.
Como se recordará el trío se fugó del calabozo de contraventores ( un lugar poco seguro para encarcelar delincuentes de alta peligrosidad), tal es así que los detenidos limaron rápidamente dos barrotes y luego los doblaron y ganaron la calle llevándose una pistola 9 milímetros del agente que estaba de imaginaria y que la había dejado en el interior de un bolso junto a las ropas de civil. Juan Carlos Mora y Jacinto Cabrera buscaron refugio en una vivienda ubicada en la calle Chaco y Escribano Rizzo de Arrecifes.
La inteligencia policial los detecto y hasta el lugar llegó una partida policial que allanó la vivienda deteniendo a los cacos sin que opusieran resistencia.
En Chacabuco meses después detienen al más peligroso de los tres: Lucio Díaz.
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