Esta investigación fue Dirigido por el Ing. Agr. Santiago J. Sarandón, Profesor Titular de Agroecología. La recientemente creada Defensoría del Pueblo de la Provincia de Buenos Aires fue quien encargó a la Universidad Nacional de la Plata (UNLP) la elaboración de un diagnóstico para conocer las características de uso de agroquímicos y su peligrosidad en áreas urbanas, periurbanas y rurales. Hasta el momento sólo existían investigaciones aisladas sobre esta temática pero no un informe a escala provincial. Dicho informe ubica Rojas, Salto, Junín, Arenales, Colon, Pergamino, Arrecifes, Ramallo y San Nicolás en un estado alarmante, siendo estas ciudades las que ostentan el mayor índice de agresividad de la actividad agropecuaria. En el trabajo realizado por la universidad en estas localidades se encontró en suelo, aire y agua gran cantidad y variedad de productos químicos, muy por encima de los parámetros "aceptables" aumentando en verano el porcentaje de plaguicida en aire en un 25% más, e incluso se identificó productos químicos que están prohibidos desde hace varios años en Argentina. Una situación que se agrava por la utilización irresponsable de los productos y sus envases, o la uti-lización de productos que ya han sido prohibidos como el Endosulfan, DDT o Dieldrin. Este informe junto con la nueva categorización que la OMS le dio al glifosato tiene que ser herramienta de lucha de los Foros, ONG y de los ciudadanos de bien para enfrentar la criminal defensa que hacen quienes se mueven tras oscuros intereses para que se siga sosteniendo este modelo de agricultura, que nos envenena en forma silenciosa
Los efectos de otros contaminantes como el aldrín y dieldrín
La exposición al aldrín y dieldrín ocurre principalmente al comer alimentos contaminados, tales como tubérculos comestibles, pescados o mariscos. El aldrín y el dieldrín se acumulan en el cuerpo después de años de exposición y pueden afectar el sistema nervioso. Personas que han ingerido intencionalmente o accidentalmente cantidades grandes de aldrín o de dieldrín han sufrido convulsiones y algunas fallecieron. Efectos sobre la salud también pueden ocurrir después de un período de exposición prolongado a cantidades menores porque estas sustancias químicas se acumulan en el cuerpo. Algunos trabajadores expuestos por largo tiempo a niveles moderados en el aire experimentaron dolores de cabeza, mareo, irritabilidad, vómitos y movimientos musculares sin control. Los trabajadores que fueron removidos de la fuente de exposición se recuperaron rápidamente de la mayoría de estos efectos. Los animales expuestos a cantidades altas de aldrín o dieldrín también sufrieron efectos del sistema nervioso. En animales, la exposición oral prolongada a niveles más bajos también afectó el hígado y disminuyó su capacidad para combatir infecciones. No sabemos si el aldrín o el dieldrín afectan la capacidad de seres humanos para combatir enfermedades. Los estudios en animales han proporcionado resultados contradictorios acerca de si el aldrín o el dieldrín afectan la reproducción en machos o si estas sustancias químicas pueden dañar los espermatozoides. No sabemos si el aldrín o dieldrín afectan la reproducción en seres humanos.
Las consecuencias en humanos del herbicida glifosato
Los argentinos deberemos enfrentar durante las próximas décadas las consecuencias de haber convertido al glifosato en el herbicida más vendido y utilizado en el país. Recientes estudios toxicológicos conducidos por instituciones científicas independientes parecen indicar que el glifosato ha sido erróneamente calificado como "toxicológicamente benigno", tanto a nivel sanitario como ambiental. Por ende, los herbicidas en base a glifosato pueden ser altamente tóxicos para animales y humanos. Estudios de toxicidad revelaron efectos adversos en todas las categorías estandarizadas de pruebas toxicológicas de laboratorio en la mayoría de las dosis ensayadas: toxicidad subaguda (lesiones en glándulas salivales), toxicidad crónica (inflamación gástrica), daños genéticos (en células sanguíneas humanas), trastornos reproductivos (recuento espermático disminuido en ratas; aumento de la frecuencia de anomalías espermáticas en conejos), y carcinogénesis (aumento de la frecuencia de tumores hepáticos en ratas macho y de cáncer tiroideo en hembras). Efectos cancerígenos: Los estudios científicos públicamente disponibles fueron todos conducidos por o para sus fabricantes. La EPA clasificó inicialmente al glifosato como clase "D" (no clasificable como carcinógeno humano). Posteriormente, a comienzos de la década de 1990, lo ubicó en clase "C" (Posible carcinógeno humano). Actualmente lo clasifica como Grupo E (evidencia de no carcinogénesis en humanos) ante la falta de evidencias según la información disponible. Sin embargo, la controversia respecto del potencial cancerígeno del glifosato todavía continúa
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