Casi un año después la selección tendrá revancha en otro torneo como lo es la Copa América. No tendrá la importancia como un mundial pero es un título que también se le niega desde 1993.
El camino para llegar se despejó en la semifinal ante Paraguay. Argentina hasta el martes había superado a todos sus rivales futbolísticamente pero tenía como materia pendiente la efectividad. Cuatro jugados y solamente cuatro gritos. Contra los guaraníes el equipo de Martino se destapó. Justo con los de Ramón Díaz quienes en el debut habían remontado dos goles en desventaja y generaron dudas en cuanto al retroceso defensivo. Pero en la noche de Concepción todo fue distinto. Cumplió con las tres G del fútbol: ganó, goleó y gustó. Y firmó la red seis veces. En un cotejo hizo más que en toda la copa. A diferencia del primer choque, el segundo riojano más famoso decidió no achicar para atrás y otorgarle más espacios a la albiceleste. Error letal. Argentina con espacios no perdona.
Messi se siente cómodo sin la marca escalonada y cuando no le cometen infracciones como sucedió en los anteriores cotejo. Desequilibra y asiste. Participó en 4 goles pero se le niega su grito. Batió su propio récord negativo de 338 minutos de sequía de este año (Manchester City, Celta y Real Madrid). Además lleva mas de 1000 minutos sin hacer un gol de jugada ya que frente a Paraguay fue de penal. Para saber cuando fue la última vez hay que remontarse a la fase de grupos de Brasil cuando convirtió con Nigeria. “Ojalá sea mío o de cualquiera el gol en la final..” dijo Leo. Todos queremos que así sea. Pastore y Di María con juego, asistencias y gol recuperaron confianza en si mismos y en consecuencia su nivel futbolístico. Agüero otra vez dijo presente en el marcador e Higuaín aprovechó los pocos minutos otorgados para no quedarse afuera del festival. No es poca cosa. Los números “9” o centrodelanteros viven del gol.
4 de julio de 2015
Estadio Nacional de Santiago. Argentina – Chile. Mismo país organizador como en el '91. Aquella selección era conducida por Alfio Basile. Un año antes había perdido la final del mundial en Italia contra Alemania 1 a 0. Ojalá sea un deja vú. Ruggeri levantaba la copa. Messi tiene sed de revancha y hacerlo en su tercer partido decisivo con la selección. Todos lo esperamos porque Argentina tiene otra cita con la historia.
*Periodista. Director Técnico Nacional de Fútbol
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